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anibal ibarra habla de cavallo, 
la alianza y el movimiento ciudadano de chacho alvarez

�No entra en mi esquema de desarrollo político�

El jefe de Gobierno porteño, en un reportaje exclusivo con Página/12, toma distancia del Movimiento de Participación Ciudadana que pergeña su jefe político, Chacho Alvarez, en lo que parece marcar la primera diferencia entre los dos máximos conductores nacionales del Frepaso. Ibarra reivindica que, desde la política, desde su partido, se puede gestionar con ética y transparencia. Y se opone al ingreso de Cavallo al gobierno nacional.

Por Darío Pignotti
Desde San Pablo

t.gif (862 bytes) Viajó unas horas a San Pablo para apoyar y solidificar sus lazos con quien hoy será electa (de confirmarse las encuestas) alcalde de San Pablo, Marta Suplicy. Recibió a Página/12 a primera hora de la mañana de ayer y marcó diferencias con el gobierno nacional, obviamente con Domingo Cavallo y, novedosamente, con Carlos Alvarez. El jefe del Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, reivindica el papel del movimiento social que quiere montar Chacho, pero da a entender que ética y política no son irreconciliables y que desde el poder �y desde el Frepaso� se pueden y deben tomar responsabilidades y gestionar sin corrupción, sin dejar de ser progresista.
�¿Hay sectores más y menos aliancistas en el radicalismo y el Frepaso?
�Sí, los hay. Pero fundamentalmente hay una inmensa mayoría que comparte esta visión aliancista. En la crisis se vio cómo se ha defendido con mucha fuerza la continuidad de la Alianza y hay otros, que son los menos, que analizan las cosas desde otro lugar. Yo no hago política pensando en esos otros sino pensando en ambas fuerzas políticas.
�¿Usted es el más aliancista de los frepasistas?
�No, yo soy profundamente aliancista, como todo el Frepaso. 
�¿Todo, todo el Frepaso...?
�Está bien, hay visiones diferentes, pero yo soy un aliancista convencido.
�¿Los giros de la Alianza alimentan el escepticismo hacia lo político? 
�Yo, en los hechos, en el ejercicio del gobierno, o sea en la realidad, no he dado ningún giro de 180º: ratificamos el compromiso con la zona sur, defendimos los derechos humanos �siendo jefe de Gobierno fui a declarar a Italia (por el caso del represor Jorge Olivera)� y he mantenido una posición de intransigencia contra la corrupción. Frente a tantos cambios de posiciones que luego terminan en el descreimiento de la política, me esfuerzo por buscar la coherencia en la política, que no es poca cosa.
�¿Como militante se sumará al movimiento de Alvarez?
�Son cosas distintas, siempre he peleado por una mejor política y para incidir en la realidad hay que hacerlo en la política partidaria.
�Ese movimiento no sería sólo partidario.
�Es cierto, y yo comparto el diagnóstico de que hay que buscar canales para que la sociedad pueda participar, controlar, debatir. Pero yo no admito la imposibilidad de reconciliar la ética con la política.
�Entonces no se va a sumar.
�Yo formo parte de una fuerza política que es el Frepaso. Además, el Movimiento no es una cuestión de afiliación porque él (Alvarez) no lo ha planteado en términos de afiliación, sino que ha convocado a sectores independientes y eso es muy bueno. Ese Movimiento no expresa una posición antipolítica, y tanto Chacho como yo venimos luchando desde hace años a favor de la política, contra la pésima política. En eso Chacho dio un ejemplo en su pelea en el Senado. Pero yo reivindico la capacidad de la política de poder, de poder gobernar, de poder tener responsabilidades, de poder transformar esa realidad sin dejar de respetar los valores.
�¿Imaginó que, tras su renuncia, Alvarez impulsaría este proyecto?
�En términos de coyuntura es un lugar para poder convocar a muchos sectores independientes. En todo caso yo me incorporé a la política cuando Chacho me convocó, desde un lugar independiente: yo había sido fiscal.
�¿Alvarez lo consultó sobre el nuevo proyecto?
�Jamás pensaría que se me debería consultar para realizar una convocatoria a sectores independientes. Además, es algo que no entra en mi esquema de desarrollo político.
�Según parece, ese movimiento no será tan aliancista. �Si la Alianza lleva adelante el proyecto que votó la gente creo que estos sectores independientes convocados por Chacho van a apoyarla, porque es un proyecto de recuperación económica, de defensa de la ética en la política. Si no se hace eso se confrontará con justa razón. Y en ese caso no me van a encontrar defendiendo una Alianza vacía de contenido.
�¿Una salida más temprana de Fernando de Santibañes hubiera evitado esta crisis y la renuncia de Alvarez?
�La crisis no pasó por De Santibañes, pasó por otras cosas que sí debieran haberse resuelto con bastante anticipación.
�¿La renuncia de Alvarez demuestra que sus esfuerzos en defensa de la Alianza fracasaron?
�No, porque sigo convencido de defender la Alianza, y más precisamente el proyecto Alianza que la gente votó a nivel nacional y en la Ciudad de Buenos Aires. Lamentablemente creo que la resolución de la crisis no se hizo como debió hacerse ni en los tiempos ni en la forma, esto profundizó la crisis y ya el escenario no será el mismo a partir de que uno de los jefes de los partidos de la coalición ya no está. Pero sigo convencido de que ése es el camino y es el que eligió la gente.
�¿Hay una Alianza modelo 99 y otra modelo 2000?
�No sé si se puede decir que existan dos alianzas diferentes, pero sí se puede hablar de una realidad distinta dentro de una misma Alianza. Esta es más conflictiva, más debilitada, pero los objetivos y el proyecto siguen siendo los mismos. Ahora van a mandar los hechos que demostrarán si esta conflictividad nos impidió gobernar de la manera en que nos habíamos comprometido. Debemos superar la crisis política alcanzando resultados en el orden económico-social tal como la gente lo está esperando.
�¿Eso se alcanza con más o menos Cavallo?
�Siempre lo dije: Cavallo no forma parte del proyecto político Alianza que votó la gente. Es más, la Alianza, en seis meses, lo derrotó dos veces en las urnas. De todos modos, le reconozco a Cavallo que en esta situación no haya tenido una actitud política destructiva sino mesurada, pero una cosa es eso y otra es el ingreso a un gobierno cuyo proyecto no comparte. 
�¿La Alianza resistiría el ingreso de Cavallo al Gobierno?
�El ingreso de Cavallo significaría otra Alianza, esta Alianza no resiste el ingreso de Cavallo. Además, suena paradojal que haya quienes especulen con el ingreso de Cavallo que en definitiva fue quien generó varios de los problemas que hoy tiene la Argentina. Esta Alianza es con la sociedad y no con algunos dirigentes. La gente votó por otra Alianza: la que derrotó a Cavallo. Yo tengo la responsabilidad de gobernar la Ciudad de Buenos Aires y voy a defender el proyecto Alianza que la gente votó y estoy convencido de lo que fue mi compromiso ante los electores. Desde esa posición voy a seguir defendiendo a la Alianza en cualquier contexto.
�Para algunos el desembarco de Cavallo es sólo cuestión de tiempo.
�Hay quienes dicen que eso es inexorable, yo no estoy convencido de ello, muy por el contrario y, además, eso quedó demostrado cuando el Presidente ratificó a su ministro de Economía (José Luis) Machinea.
�¿Almorzaría con Cavallo?
�Me he reunido públicamente con Cavallo antes de asumir, las reuniones en un Estado de Derecho me parecen una buena señal, pero distinto es que a partir de las reuniones uno defina un vuelco de 180º en sus posiciones políticas. Esto significaría una hipocresía política y yo no soy de los que dan volteretas en el aire.
�¿Está aludiendo a Alfonsín?
�No, no, no. Alfonsín tuvo una reunión y después ocurrió que todo el mundo salió a analizarla. Es incluso una buena señal. Lo importante es que Alfonsín ha reiterado su compromiso con la Alianza y lo ha demostrado con los hechos.

 

 

Marta y Aníbal en San Pablo

�Marta (Suplicy) es todavía más bonita personalmente que en fotos.� Galante, Aníbal Ibarra, se despidió de la candidata a intendente de San Pabloy dejó la residencia de los Suplicy. El jefe de gobierno porteño partió con el senador Eduardo Suplicy en un Vectra azul con banderines del Partido de los Trabajadores y �Marta Prefeita�. Luego de queIbarra declarara que su �corazón� latía por un triunfo de Marta, la anfitriona posójunto al visitante con las sonrisas del caso. La candidata lucía distendida tras el último debate con su adversario Paulo Maluf. Según lossondeos, Suplicy debe obtener el 60 por ciento de los votos. Pero �con Maluf hay que cuidarse hasta después del cierre de las urnas�, advierte un operador petista. �El gesto de Ibarra merece todo nuestro reconocimiento pues él ya es intendente.Con esto él está emitiendo una señal hacia la política argentina y es muy interesante para alentar un espacio de acercamiento progresista entre las mayores ciudades de la región�, razonó Marco Aurelio García, secretario de Relaciones Internacionales del PT. ¿Nace un romance entre�Marta y Aníbal�? Es prematuro anunciarlo, lo cierto es que Suplicy anunció su intención de viajar a Buenos Aires, si es electa,en un primer viaje oficial. Y más: �Marta y Aníbal� iríana la asunción, en diciembre, del jefe de gobierno del Distrito Federal de México, Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática.

 

 

opinion
Por Sergio Moreno

¿Qué es lo que ha herido Chacho en Ibarra?

Toda la semana la pasó sin hablar con Chacho Alvarez, cuando poco antes lo hacía dos o tres veces cada siete días. Con �el comandante�, como solía llamarlo, haciendo proselitismo para formar una organización no gubernamental cuyo enunciado fin es agregar transparencia a la praxis política y luchar contra la corrupción, desde el llano, renegando de las viejas conductas, gimnasia a la que ha incorporado �con vehemencia y fruición� a su creación, el Frepaso. Con el retintín del supuesto ingreso de su vencido adversario Domingo Cavallo al gobierno del cual él forma parte. Con apenas poco más de tres meses de gestión al frente del gobierno porteño. Con todo eso, Aníbal Ibarra arma escenarios en un intento por salvar a la Alianza en la Ciudad de Buenos Aires en caso de que ocurra lo peor y garantizar la gestión de gobierno, ese que no hace tanto �apenas unos siglos atrás� votó el 50 por ciento de los porteños.
No es ajeno, Ibarra, a lo que ocurre a su alrededor. Hay situaciones sobre las que puede ejercer una moderada presión. Tal el caso de sus definiciones sobre el ex superministro de Carlos Menem, hoy devenido �neodesarrollista� en palabras de algunos ministros del gabinete nacional (ver el reportaje sobre estas líneas). Pero hay otra situación que lo atormenta, según relatan quienes conocen bien su pensamiento y lo han escuchado hablar. Tal es el rol jugado, desde su renuncia, por Chacho.
Ibarra no carece de evocaciones. Recuerda, el jefe de Gobierno, que él mismo ingresó al germen de lo que sería el Frepaso desde la sociedad civil. �Yo era un fiscal�, dijo ayer a Página/12 en San Pablo. Es desde allí donde rescata el nuevo hijo nonato de Alvarez, su Movimiento de Participación Ciudadana, apartidario pero no apolítico. Es, también, desde donde vislumbra lo que podría ser un aporte. Pero, antagónicamente, es el sitio que intuye como una puerta de salida de su jefe. Salida de la organicidad, salida de la conducción, salida de quien quiere irse. Salida que iguala, como diciendo �todo lo que está a mi grupa, no sirve�.
Quienes lo han escuchado esta última semana creyeron encontrar en las palabras de Ibarra cierto resquemor, abonado por esa sensación de abandono �despectivo abandono� que ha instalado Chacho en todos y cada uno de los cuadros del Frepaso. Pero Ibarra no es un militante más: es el jefe del segundo distrito electoral del país y vidriera nacional. Y es quien sigue a Alvarez en la jerarquía del frente. Y eso, cuentan, también lo subleva.
¿Qué es, entonces, lo que, dicen, ha herido Chacho en Ibarra?
Jefe de Gobierno y ex vicepresidente han equiparado, en expresiones públicas (publicadas en este diario), el escándalo de los sobornos en el Senado con el entramado de corrupción estructural que acabó con el viejo Concejo Deliberante porteño. Uno como el otro apelaron �salvando las distancias� a la analogía para exponer el sistema perverso de prebendas a cambio de legislación que se practicaba en ambos parlamentos. Uno cuanto el otro se igualaron en su rol de denunciantes. 
Hasta ahí lo especular. A partir de aquí, algunas diferencias, según lo entiende Ibarra.
Chacho tomó la bandera de la investigación de los sobornos a los senadores e impulsó una causa judicial. Ibarra, cuentan, sostiene que él denunció, aportó pruebas y logró procesamientos. 
Chacho dijo que habría que cerrar el Senado. Ibarra cerró el Concejo, literalmente, se fue a trabajar con los legisladores al teatro San Martín y reabrió una Legislatura nueva. 
Chacho sostuvo que si hubo sobornos también hubieron sobornadores y que ese dinero debió haber salido del Gobierno. Ibarra recuerda que eliminó los gastos reservados de todo el Gobierno de la Ciudad. �No hay cajas negras en esta administración�, suele decir.
Chacho luchó hasta su inmolación para eyectar del gabinete a los funcionarios sospechados, lo que logró con el alto precio de su renuncia. Ibarra acaba de fulminar a un funcionario radical, sospechado de haber desviado fondos en el área de Educación. 
El gobierno nacional acaba de enviar al Parlamento la ley de reforma política. �Nosotros la aprobamos hace ocho meses�, Ibarra dixit.
El ejercicio comparativo tiene como obvio destinatario a Alvarez pero encierra algo más que desazón. Es un reclamo que, según los relatos de sus hombres más confiables, el jefe de Gobierno podría enunciarlo más o menos así: �¿Por qué no utilizó esto para confrontar, si se quiere, con el mismo (Fernando) De la Rúa? ¿Por qué Chacho no mostró esto, no lo puso como ejemplo de que la ética y la política no se excluyen cuando se ejerce como lo venimos predicando, no dijo �miren, señores, con la Alianza se puede hacer todo esto, porque la Alianza lo ha hecho ya y lo sigue haciendo en la Ciudad de Buenos Aires, donde gobierna, con el Frepaso a la cabeza�?�. El jefe de Gobierno, cuentan, no abrigaba esperanzas de que Chacho hubiese podido convencer a De la Rúa, si hubiera utilizado esos argumentos. Pero, al menos, habría podido ejercer una presión poniendo como ejemplo un �hecho real de lo que se puede hacer desde la política�. 
Ibarra siente �según dicen� que Chacho no lo ha tratado bien. �¿Todo el Frepaso es impresentable? Resulta que ahora es lo mismo el Frepaso de la Capital, que gobierna con una transparencia absoluta, o el de Rosario, con (Hermes) Binner, que fue reelecto con el 60 por ciento de los votos, que el de la provincia de Buenos Aires?� (ver página 5).
El jefe de gobierno porteño sabe que se avecinan tiempos aún más tormentosos, que mutarían en tempestad si Cavallo ingresase por la puerta grande del gobierno nacional, con el áurea de salvador de la patria. Ante ello, que no cree inevitable, prepara a sus huestes. Piensa resistir. Resistir en la ciudad. Resistir con la Alianza. Mantener, a como dé lugar, a la Alianza �que votó la gente, la Alianza que le ganó a Cavallo dos veces en seis meses�. Aun si la coalición desaparece a nivel nacional, aun si el Frepaso se va del Gobierno ante la inclusión del nuevo neodesarrollista. Mantener un trato cordial con el Gobierno de De la Rúa, una frialdad no belicosa con el propio ministro Cavallo, en la medida de lo posible. Y gobernar. Con los radicales que quieran quedarse en la Alianza. Como ocurría en el Chaco de Angel Rozas aun cuando no existía Alianza en la nación. Hasta donde dé y con quien quiera quedarse. Incluso, con Chacho Alvarez, si así lo deseara.

 

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