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FUJIMORI DESCABEZO LA CUPULA DE LAS TRES ARMAS
El fin de Montesinos (o no)

En una movida sorpresiva, el presidente peruano cesó a la cúpula militar, pero designó en su lugar a oficiales igualmente ligados a su monje negro y ex jefe de inteligencia Vladimiro Montesinos.

Montesinos sale de palacio con el general Cubas (d.). Poco después, el cuñado de Montesinos era destituido.

Seguridad reforzada en torno de la sede del gobierno. Los rumores de golpe fueron muchos en los últimos días.

Por Carlos Noriega
Desde Lima

t.gif (862 bytes) Luego de una reunión de varias horas con los jefes de las fuerzas armadas en el palacio de gobierno, el presidente Alberto Fujimori anunció ayer la destitución de los comandantes generales del ejército, la marina y la aviación. De esta forma, cae la cúpula militar que encabezaba el círculo de poder de Vladimiro Montesinos, el hombre fuerte de la inteligencia peruana, ahora prófugo con la protección de un sector del ejército. Pero es sólo una caída a medias. Salen el general del ejército y comandante general de las fuerzas armadas, José Villanueva; el almirante Antonio Ibarcena; y el teniente general de la fuerza aérea, Elesbán Bello. En su reemplazo ingresan el general Walter Chacón, nuevo jefe de las fuerzas armadas; el almirante Víctor Ramos; y el teniente general Carlos Balarezo. También fue destituido el general Luis Cubas, cuñado de Montesinos y jefe de la Segunda Región Militar con sede en Lima, la más importante del país y la que controla a la División Blindada. En su reemplazo ha sido nombrado el general Edmundo Silva, jefe de la aviación del ejército y piloto de Fujimori. Por su parte, el general de la policía Fernando Dianderas, hasta ahora jefe esa institución, fue nombrado ministro del Interior. 
Fujimori hizo el anuncio de los cambios en la cúpula militar ante la prensa en el patio del palacio de gobierno y se retiró rápidamente, sin responder preguntas. Presentó las destituciones como renuncias y elogió a los militares destituidos, de quienes dijo que �han contribuido enormemente a la pacificación del país y merecen nuestro profundo reconocimiento�. Fujimori no mencionó el cambio del general Luis Cubas. Inmediatamente abordó un helicóptero y partió con rumbo al fuerte Rímac, sede la Segunda Región Militar, que dirigía el general Luis Cubas. En el helicóptero también viajó el propio general Cubas. Allí se oficializó el cambio. Fujimori le dio las gracias por los servicios prestados a Cubas y puso en su lugar al general Edmundo Silva, quien hasta entonces era el jefe de la aviación del ejército. 
La cúpula militar ha caído, pero la influencia de Montesinos sobre el ejército no ha caído del todo. El general Walter Chacón, nuevo jefe del ejército y de las fuerzas armadas, es miembro de la promoción del ex capitán Montesinos, como lo era el destituido general José Villanueva. Es decir, es uno de los hombres de Montesinos. Hasta ayer, Chacón se desempeñaba como ministro del Interior, cargo que asumió el pasado 28 de julio. Sale un montesinista y entra otro. A los pocos minutos de conocidos estos cambios, el líder opositor Alejandro Toledo los calificó como �un engaño. Lo que Fujimori ha hecho es rotar a su argolla. Dianderas, el cómplice de Montesinos, ha sido promovido a ministro del Interior�, señaló Toledo. Pero consultado por Página/12, el general en retiro Daniel Mora señaló que �Chacón es un moderado y Montesinos está quedándose sin poder�. Y fue optimista: �Por fin Fujimori se animó a ponerse los pantalones. Es un avance positivo. Tal ha sido la purga en el ejército que ahora toda la cúpula es de la promoción de Montesinos. En estas condiciones Fujimori ha escogido la variable más moderada�, señaló Mora.
La destitución del cuñado de Montesinos como jefe de la más poderosa unidad militar y su reemplazo por el general Silva parece un intento de Fujimori por recuperar poder sobre el mando de las tropas militares. Silva, quien como jefe de la aviación del ejército desde 1998 ha sido el piloto de confianza del Fujimori, es un general muy cercano al presidente. Sin embargo, también ha estado muy cerca de Montesinos. En los tiempos en que la dupla Fujimori-Montesinos se mantenía firme, Silva era uno de losmilitares que gozaban de los favores de ese poder y le juraba lealtad a ambos. Fujimori ha apostado que se incline hacia su lado y que pese más la lealtad a él que la que le tenía a Montesinos. Silva fue el encargado de organizar hace poco más de un mes la fuga de Montesinos a Panamá. El propio Silva acompañó a Montesinos en el helicóptero que lo llevó desde las instalaciones del servicio de inteligencia al aeropuerto. Silva accedió a la jefatura de la aviación del ejército en 1998 sobrepasando a otros oficiales de mayor antigüedad gracias a sus vínculos con Fujimori y Montesinos y se ha mantenido inamovible en ese puesto.
Los nuevos comandantes generales de la marina y de la fuerza aérea, el almirante Víctor Ramos y el teniente general Carlos Balarezo, se venían desempeñando como jefes operativos de sus respectivas armas y se los considera oficiales con importante influencia en el mando de sus tropas. �Los cambios más importantes son los que se han dado en la marina y la fuerza aérea, pareciera que se quiere que estas instituciones sirvan de contrapeso al ejército�, señaló Mora a este diario.

 

 

Claves

El regreso de Vladimiro Montesinos a Perú el lunes último reabrió la crisis política que sacude al gobierno de Alberto Fujimori.
Poco después, Fujimori se puso a la cabeza de una cinematográfica operación de busca de su ex jefe de inteligencia, que la oposición calificó como una farsa.
También esta semana, gobierno y oposición pactaron con la OEA nuevas elecciones para el 8 de abril de 2002 sin ningún tipo de condicionamientos.
En el ínterin, se dividió la bancada parlamentaria fujimorista.
Y ayer, Fujimori reemplazó a una cúpula militar montesinista con otra.

 

 

EL OFICIALISMO PERDIO MAYORIA PARLAMENTARIA
Nido de ratas fujimorista

Por C.N.

El fujimorismo se desmorona. Y el derrumbe de ese imperio que Fujimori y su corte soñaron eterno, está marcado por las traiciones, intrigas y renuncias. Uno de los primeros en abandonar el barco ha sido nada menos que el propio vicepresidente y congresista, Francisco Tudela, que ahora pretende hacerse pasar por alternativa al fujimorismo, con la mira puesta en la próximas elecciones presidenciales. 
De los 52 congresistas electos por el fujimorismo, siete han renunciado a la bancada oficialista. Y de los doce tránsfugas que se sumaron a ellos gracias a los métodos revelados por el video Montesinos-Kouri, al menos tres han declarado públicamente su alejamiento de la bancada que los captó apenas habían sido electos. A estas bajas se suma la de Alberto Kouri, ahora prófugo en Estados Unidos. �Ya no somos mayoría�, ha reconocido Martha Hildebrandt, presidenta del Congreso. Pero estas renuncias no son lo más grave para las debilitadas huestes fujimoristas. Entre quienes todavía juran en público su lealtad a Fujimori se ha desatado una encarnizada lucha. Hay dos bandos claramente delimitados. De un lado está Martha Hildebrandt, y del otro, el congresista Absalón Vásquez, quien encabezó la lista parlamentaria en las últimas elecciones. Vásquez es el líder de Vamos Vecino �una de las tres agrupaciones políticas que formaron la alianza Perú 2000 que lanzó la candidatura re-reeleccionista de Fujimori y la única que tiene una organización partidaria real� y aglutina a 25 congresistas, en su mayoría del interior del país. 
Hildebrandt, apoyada por las parlamentarias Martha Chávez, y Luz Salgado �de Nueva Mayoría y Cambio 90, respectivamente� ha acusado a Vásquez de divisionismo y traición. Ellas se encargaron de que Fujimori reciba la versión que Vásquez venía negociando con la oposición una censura a la mesa directiva para ocupar él mismo la presidencia del Congreso. Vásquez negó airado la acusación y calificó de �soberbia e intolerante� a la presidenta del Congreso. �Sería un loco si luego de respaldarlas (a las cuatro integrantes de la mesa directiva del Congreso) ahora intentara censurarlas�, se defendió Vásquez, haciendo referencia al apoyo que su agrupación dio a Hildebrandt hace unos días para evitar una censura pedida por la oposición. �Hay una división entre los absalonistas y nosotros motivada por la ambición de poder (de Vásquez). Muy rápidamente se destapará todo y vamos a ver quiénes son los ambiciosos, los soberbios y los traidores�, disparó Hildebrandt, quien ha dicho que con Vásquez no puede �ni conversar�. Vásquez acusó el impacto y rápidamente salió a decir que era �un soldado del presidente y lo apoyaré totalmente hasta el último día�. Pero, al parecer, Fujimori ha tomado en serio las versiones que le han llegado y ya no está tan convencido de la lealtad de su viejo amigo Vásquez, quien fuera su ministro de Agricultura y luego su asesor personal. Según ha trascendido, en una reunión en palacio de gobierno Fujimori increpó duramente a Vásquez por su conducta y lo echó de su oficina. 
Martha Chávez y Luz Salgado han amenazado a Vásquez con reabrir la investigación por el millón de firmas falsificadas para inscribir la candidatura de Fujimori y cuya autoría intelectual se atribuye a Vásquez. Sin ruborizarse, ambas legisladoras olvidaron lo que decían hace pocos meses cuando aseguraban indignadas que lo de la falsificación era una farsa montada para desprestigiar al gobierno y absolvieron en el Congreso a los implicados. Ahora que la guerra se ha desatado dicen que sí hubo falsificación y que Vásquez debe ser acusado por ese hecho. Este ha respondido que la amenaza es una vendeta. La sombra de Montesinos no puede estar ausente en esta guerra. Chávez, que durante ocho años ha sido la más entusiasta defensora de Montesinos, ahora se permite acusar a sus rivales de mantener contacto con el ex asesor presidencial y asegura que los�absalonistas� han traicionado a Fujimori porque tienen �otras lealtades�, insinuando que apoyan a Montesinos. 

 

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