Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


PREMIO DEL ACNUR AL PIANISTA MIGUEL ANGEL ESTRELLA 
“Voy a seguir siendo solidario”

Otro premio para el pianista Miguel Angel Estrella.
“Me vaticinaban que no iba a tener para comer. Eso no pasó.”

Por Romina Calderaro

t.gif (862 bytes) “El premio me llena de satisfacción. Soy hijo de Evita y creo que el pueblo tiene que recibir lo mejor. Yo trato de transmitir la mejor música y sigo pensando como a los veinte años: los mercaderes de esta hojarasca subcultural que promueven a Rodrigo y sus equivalentes de otros países son enemigos de los derechos humanos. Voy a seguir siendo solidario para transmitir que juntos somos mejores”, dijo a Página/12 el pianista Miguel Angel Estrella, distinguido ayer con el premio Nansen que otorga el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) a las personas que cumplen una labor humanitaria destacada.
El Comité Nansen está presidido por el Acnur y constituido por representantes de los gobiernos de Noruega y Suiza, el Consejo Europeo y el Consejo Internacional de Agencias Voluntarias. El jurado seleccionó este año a Estrella, el primer argentino galardonado, “por su incansable promoción de la paz y los derechos humanos” y porque “es un genio musical cuya grandeza emana del reconocimiento de que sólo podemos crear arte a través de nuestra humanidad compartida”.
Estrella vive actualmente en París. De los cien conciertos que ofrece al año, cincuenta son en solidaridad con alguna causa. En los sesenta fue militante de la JP y llevaba su música, entre otros sitios, a las villas de Buenos Aires y a los montes tucumanos. Durante la última dictadura militar fue detenido y torturado en Uruguay. En 1980, Francia lo recibió junto a su familia y le otorgó el estatuto de refugiado. En 1982 fundó en Ginebra, Suiza, el movimiento humanitario internacional “Música Esperanza”, que actualmente tiene filiales en 15 países del mundo y que “pone la música al servicio de la solidaridad y la paz”.
“Cuando era joven, los mercaderes me vaticibanan que si seguía tocando en las villas moriría pobre, que no iba a tener para comer. Eso no pasó”, recordó Estrella. Contó también cuál es su intención cuando toca para chicos: “Trato de que ellos, que están ametrallados por los equivalentes de Rodrigo, se enganchen con una sonata de Beethoven. Y la verdad es que lo logro”, dijo. Y relató una anécdota para ilustrar. “El otro día fui a tocar a Adrogué. Un chico me dijo ‘tocá algo de Rodrigo, que es un genio’. Yo le dije que se dejara de hinchar con Rodrigo. Le expliqué que no se podía decir genio a cualquiera y les comenté que les iba a hablar de un genio en serio. Les conté de Beethoven. Toqué el introito de la sonata Patética y les encantó. Le pedí que le pusieran nombre. Uno dijo ‘No hay luz’, otro dijo que era muy triste y el tercero preguntó cómo seguía. Yo la seguí tocando y ellos siguieron inventando”, relató entusiasmado. Es que Estrella se siente orgulloso, además de haber ganado el premio, por haber podido cumplir, con el correr de los años, aquella promesa que había hecho junto a su esposa cuando los dos eran muy jóvenes: “Dijimos que nunca seríamos gobernados por los mercaderes de la música”.

 

 

 

KIOSCO12

PRINCIPAL