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EL GOBIERNO PRESIONA Y CONFIA EN LLEGAR A UN ACUERDO CON EL PJ MAÑANA
Casi listo para que lo firme De la Rúa

Los operadores del gobierno nacional siguen firmes en no modificar el acuerdo. Ya recibieron señales favorables de algunos gobernadores de provincias chicas, aunque aún los más poderosos no dieron el sí. En la Jefatura de Gabinete creen que mañana, lunes, podría firmarse el acuerdo.

El jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, endurece la posición del Gobierno ante los peronistas.

Por José Natanson

La táctica de apriete que puso en marcha el Gobierno para forzar a los gobernadores peronistas a que firmen el acuerdo podría dar algún resultado. Ayer, un día después de las apocalípticas declaraciones de Chrystian Colombo y del pacto con los mandatarios de la Alianza, la Jefatura de Gabinete recibió señales de los jefes de algunas provincias, que le pedían retomar las negociaciones. “Vengan y firmen. No vamos a hacer otro acuerdo”, fue la respuesta de los operadores oficiales. Por eso, después de una semana de tortuosa negociación, en el Gobierno confían en que los caciques peronistas podrían aceptar sellar el pacto mañana, cuando Fernando de la Rúa retorne de su viaje por Panamá.
El jueves pasado, la situación había llegado a un punto crítico. Cansados de que los peronistas sumaran cada vez más demandas, la primera plana del Gobierno se reunió en la Casa Rosada y decidió ponerle un corte a la negociación. Por eso, al día siguiente Colombo dramatizaba las consecuencias de un fracaso total en las conversaciones mientras el Gobierno firmaba un acuerdo con los gobernadores aliancistas. Sin embargo, contra lo que suponía el oficialismo, lejos de arrugar el PJ respondió difundiendo un documento paralelo que contenía una serie de demandas imposibles de aceptar.
Ayer, sin embargo, las cosas parecieron acomodarse un poco. Por la mañana, Colombo continuó con su estilo metafórico para describir la situación: “No es bueno fumar dos cigarrillos en una destilería” y “espero que nos bajemos rápido de la cubierta del ‘Titanic’”, dijo el jefe de Gabinete.
Poco después recibía llamados de un puñado de gobernadores de las provincias del Noroeste, alarmados por el tono de sus declaraciones y por la interrupción del diálogo. Son justamente los jefes de los distritos más chicos y empobrecidos quienes necesitan con mayor urgencia llegar a un acuerdo: no tienen ambiciones presidenciales, el cuadro económico de sus provincias es crítico y la situación social puede desembocar en un estallido en cualquier momento. En este sentido, no fueron casuales las declaraciones del gobernador de Salta, Juan Carlos Romero, que ayer dijo que “estamos muy cerca de arribar a un acuerdo”. Tampoco las del formoseño Gildo Insfrán, quien se mostró “optimista” respecto de llegar a un compromiso en los próximos días.
En cuanto a los distritos más grandes, los funcionarios del Gobierno creen que también ellos terminarán cediendo. Los dos presidenciables más notorios –el cordobés José Manuel de la Sota y el bonaerense Carlos Ruckauf– vienen endureciendo sus discursos en plena competencia por el liderazgo opositor. Sin embargo, un factor sería clave para acercar posiciones con el Gobierno. El viernes, Domingo Cavallo se comunicó con un puñado de gobernadores del PJ para transmitirles un mensaje: sus fluidos contactos económicos en el exterior le habían dicho que era imperioso firmar el compromiso, sin el cual se complicaría la llegada del blindaje financiero (ver reportaje a Cavallo). Hubo también contactos directos: De la Sota recibió un llamado del vice del FMI, Stanley Fischer, quien le sugirió cerrar cuanto antes la negociación.
Por eso, en el Gobierno están convencidos de que la solución llegará mañana. Según decían ayer, las declaraciones de Colombo sobre un fracaso definitivo, las advertencias del FMI y las necesidades objetivas de las provincias –la mayoría de cuales tienen altos déficit y están obligadas a endeudarse– llevarán a los gobernadores del PJ a aceptar el acuerdo. “No les conviene quedar ante la sociedad como los únicos responsables de un fracaso”, especulaba uno de los negociadores oficiales. Y subrayaba que el santafesino Carlos Reutemann dijo ayer que aceptaría el acuerdo siempre y cuando cuente con el aval de la Legislatura de su provincia.
Claro que las cosas no son tan sencillas. Los caciques peronistas que se contactaron ayer con Colombo le sugirieron volver a discutir la letra chica del compromiso que el Gobierno firmó el viernes con los distritos aliancistas, algo que el jefe de Gabinete no estaría dispuesto a hacer. “Ya discutimos bastante. No podemos modificar el documento. Vengan y firmen”, fue la respuesta del nuevo hombre fuerte de la Alianza.
Más allá de las idas y vueltas, en el Gobierno creen que el compromiso finalmente se sellará lunes: De la Rúa vuelve mañana por la noche de su gira por Panamá y –según sostiene en la Casa Rosada– los caciques peronistas quieren sentarse con el Presidente una vez más antes de aceptar ponerle la firma al acuerdo.

 

Menem vs. Graciela

El senador justicialista Eduardo Menem afirmó ayer que el gobierno nacional demostró “su incapacidad para manejar los problemas sociales”. Y, consultado sobre el rol de Graciela Fernández Meijide al frente del Ministerio de Desarrollo Social, señaló: “No existe”. Con estas declaraciones, Menem sumó un escollo más a las complicadas negociaciones entre el Gobierno y los gobernadores peronistas, que aún no han aceptado firmar un compromiso para congelar los gastos primarios y el déficit de sus provincias. Según aseguró ayer el legislador, la decisión de los caciques del peronismo de exigir el manejo de los recursos destinados a la ayuda social y a los planes de empleo es consecuencia del mal manejo que hace la Nación. “El Gobierno ha demostrado su incapacidad, por eso es que los gobernadores están pidiendo tener mayor participación en esos programas”, dijo Menem.

Entre Panamá y Buenos Aires

Fernando de la Rúa continuó ayer con su visita a Panamá, en donde se realiza la Décima Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado, de la que participan, entre otros, el cubano Fidel Castro y el brasileño Fernando Henrique Cardoso (ver foto). En la cumbre, el presidente argentino promovió la creación de una organización para la protección de los derechos de los niños sustraídos por uno de sus padres en el marco de las Naciones Unidas. “Tenemos cifras alarmantes”, dijo De la Rúa, que logró incluir el tema en la declaración final. Sin embargo, no pudo desligarse de los graves problemas económicos que atraviesa su gestión. El canciller Adalberto Rodríguez Giavarini cargó contra los gobernadores peronistas que aún se niegan a aceptar el acuerdo propuesto por el Gobierno. “Algunos creen que hay ganadores y perdedores. Yo creo que todos ganamos o todos perdemos”, dijo el funcionario. “Cuanto antes se llegue a un acuerdo mejor. Nadie puede prever las consecuencias de la demora y los tiempos son perentorios”, sostuvo. Y agregó que, pese a la falta de “consenso interno”, hay un apoyo internacional a las medidas. Según aseguró ayer Rodríguez Giavarini, el gobierno argentino recibió el respaldo de los presidentes del Mercosur –el brasileño Fernando Henrique Cardoso, el uruguayo Jorge Batlle y el paraguayo Luis González Macchi– y del chileno Ricardo Lagos al paquete de medidas económicas anunciado por el Gobierno.

 

 

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