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EMILIO DEL GUERCIO ANALIZA SU DOBLE RANGO DE MUSICO Y FUNCIONARIO CULTURAL
“Queremos sacar a los músicos a la calle”

El ex Almendra y actual Aquelarre es director general de Música de Buenos Aires, y como tal coordinó las actividades gratuitas del festejo del Día de la Música. �Es una oportunidad de hacer realidad las charlas de café�, dice.

Emilio del Guercio piensa que
en la actualidad “la música se ha homogeneizado mucho, demasiado”.

Por Diego Fischerman

El teléfono suena. La voz saluda a Rodolfo. Rodolfo es Rodolfo García y el que contesta el llamado es Emilio del Guercio. Un pedazo de historia, podría decirse. O de historia presente. “Somos familia”, dice Del Guercio. A Spinetta lo ve menos. “Nos encontramos la vez pasada en el recital de Franzetti... pensar que no nos podíamos separar, hacíamos todo juntos”, recuerda quien fue su compañero en Almendra. La cara más visible de este músico que eligió el bajo perfil y “funcionar totalmente por afuera de las exigencias del mercado” pasa por el Aquelarre original, por el que funcionó en el exilio, en España, por Pintada –uno de los mejores y más originales discos argentinos emparentados con el llamado rock nacional– y por el Aquelarre de reciente reunión. La parte menos conocida se remonta a su trabajo en Música Siempre, una organización que buscó recrear con la música, durante el Proceso, lo que había significado Teatro Abierto. Y, antes, con la militancia política. Su nombramiento como director general de Música del Gobierno de la Ciudad y los festejos por el Día de la Música que se llevarán a cabo hoy en Buenos Aires durante todo el día (ver recuadro), y que lo tienen como cabeza visible, unen ambas pasiones.
–La Dirección General de Música es lo que antes era el Centro de Divulgación Musical. ¿Fue sólo un cambio de nombre?
–El pedido de Jorge Telerman (secretario de Cultura de la Ciudad) fue precisamente lo que indica el título. Que coordinara toda la actividad musical de Buenos Aires. Ya no se trata de un lugar, de una oficina, sino de ocupar todos los espacios posibles. No es sólo una cuestión de programación sino de estímulo. Queremos sacar todos los músicos a la calle. El desafío es el de intentar lograr con la realidad esas transformaciones que en charlas de café uno siempre pensó que debían hacerse. En estos casos no se trata de una hoja en blanco. Uno debe jugar con algunas cartas que ya fueron repartidas. Y esto me estimula muchísimo.
–¿El nombramiento funciona como una culminación en su carrera?
–No sé si una culminación, pero sí una manera de hacer algo con cuestiones que siempre me interesaron. Ya en la época de Aquelarre teníamos una intención política clara. La cuestión sigue siendo, para mí, cómo insertarse desde la cultura en la problemática social. Así como cuando uno era chico pensaba que el mundo era responsabilidad de los mayores, desde hace muchos años sé que el mundo lo construyo yo todos los días. Si no se puede producir un hecho transformador, aunque tenga escala pequeña, en un grupo de personas con las cuales se está interactuando, mucho menos se puede pensar en transformaciones más globales. Además, casi involuntariamente, yo acumulé mucha experiencia de trabajo en grupo, y ahí ejercité muchísimo las necesidades de consenso, de discusión, la creación de ideas, aceptar los liderazgos ajenos y poder ejercerlo cuando es necesario. Una gran parte de la tarea de hacer cosas en este tipo de ámbitos, que finalmente son ámbitos políticos, tiene que ver con la comunicación.
–El hecho de haber sido parte de la fundación del rock argentino, ¿lo hace seguir considerándose un músico de rock?
–En un sentido, sí. Sobre todo por una cuestión afectiva. Quiero mucho mi pasado como músico de rock. Y cuando volvimos a tocar con Aquelarre la experiencia fue maravillosa. Porque además de todo tocamos bien. La banda sigue sonando compacta, con fuerza. Pero desde otro punto de vista, tal vez más realista, preferiría que se me viera como un músico popular, a secas. El tema de los rótulos no está haciéndole bien a la gente. No es bueno que los jóvenes estén educados de una manera tan monolítica. Finalmente no importa demasiado cómo se llama una música. Importa que a uno le despierte algo. Me acuerdo cuando fuimos con Luis a escuchar el estreno de María de Buenos Aires de Piazzolla. Eramos muy chicos, escuchábamos a los Beatles pero también íbamos ahí, y nos volaba la cabeza. Y después queríamos usarlo todo. Me parece que en esa época el rock estaba más abierto a mezclarse, a crecer, a ser distinto. Nosotros admirábamos a los Beatles pero no queríamos sonar exactamente igual a ellos. Queríamos ser originales como ellos.
–Si se piensa en cuestiones de difusión, de democratización de la cultura, ¿los tiempos actuales son más difíciles?
–Hay más homogeneidad. Demasiada. Almendra nunca fue un grupo vendedor, nunca como después lo fueron Charly o Calamaro o Fito Páez. Sin embargo, nos llamaban a los programas populares de la televisión. Estuvimos con Mancera, estuvimos en “Casino Philips”, íbamos a “Sótano Beat”. Esa posibilidad hoy no existe. Ningún músico que no haga exactamente lo que la industria dicta va a ir a un programa de televisión masivo. Hay, también, más cinismo, menos ingenuidad. Pero eso tiene su lado bueno. Las cosas se confrontan con la realidad, chocan, todo sucede rápido. Todo es casi instantáneo y eso tiene su gracia.
–¿Sigue componiendo canciones?
–Por supuesto. Lentamente, como siempre. No quiero anunciar que estoy por grabar porque ya lo hice varias veces y no cumplí. Pero voy a empezar a grabar. Me entusiasma pensar la instrumentación en términos de color. Y me gusta mezclar instrumentos de distintas procedencias. Mi formación plástica me lleva a pensar muchas veces en términos pictóricos pero para mí es efectivamente así: un acordeón en determinado lugar de una canción es una pincelada de un color en particular.

 

Para pasear por la ciudad
Estas son algunas de las actividades gratuitas que tendrán lugar hoy, en celebración del Día de la Música.
7 a 19: Camión de 7UP y Móvil de FM100: Sindicato Argentino de Hip Hop y La Fortuna del Pato. Barrio de Belgrano.
11 a 14: Grupos Musicales del Conservatorio de Música de la Ciudad de Buenos Aires-Grupos Corales / Trío de Flauta Traversa / Conjunto de Saxo / Conjunto de Flauta Dulce. Galerías Pacífico.
12.30: Coro Kennedy-coro infantil. Plaza de Mayo.
13 a 17: Camión de Rock & Pop, programa “Day Tripper”, conducido por Juan Di Natale, Diego de la Sala y Fabio Alberti, con grupo invitado. Plaza Tribunales.
18.30: Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires. Obelisco.
Música folklórica: “Peña del Colorado”, “Eulogia Peña”, “El Desalmadero”. Estación Constitución, andenes 6 y 7.
Milongas y tango: La Viruta. Estación Retiro, andenes 4 y 5.
Orquesta del Tango de Buenos Aires. Murga de la Escuela Schweitzer, Coros “Cántaro”, Centro Gallego, Sociedad Hebraica, Iglesia Metodista, Popular Melopea. Murga de Niños de la Iglesia Cristiana Nueva Vida, Exhibición y clase de salsa y merengue a cargo del profesor César Pompa, Murga Centro Cristiano “Nueva Vida”. La Albornoz Band. En Plaza Once.
19/20.30:
Guitarras, coros, percusión y canto comunitario. Grupo de Rock “No muy legal”. Boulevard de Riestra.
Coro y Conjunto de Guitarras. Alberdi y M. Leguizamón.
Coral Murguero “Los Descontrolados de Barracas”. Montes de Oca y Suárez.
Coro Teatro San Telmo y Coro Colmusik. Plaza Cortázar (J. L. Borges y Honduras).
Música Etnica Climatizada con poesía-Zapada de Percusión C.C. Mono Villegas. Plazoleta Mono Villegas (Agüero y Charcas).
Ensamble musical-Canto Comunitario-Danza Afro-Grupo de Guitarras. Plaza Unión Latinoamericana (El Salvador y Medrano).
Coro Nostro (Marcelo Delgado) y Coro Telefónica. Iglesia del Pilar, Recoleta.
Coral del Angel Gris. Plaza Flores.
19.30: “Folklore en Megafón”. “El Tierralazo” con el grupo El Tierral-La Sortija-Clase abierta de danzas folklóricas. Chacabuco 1072.
21.00: Clase abierta y práctica de tango. Centro Cultural Torcuato Tasso, Defensa 1575.
2 de oro: Damián Nisenson (saxo) y Leandro Hipaucha (contrabajo). Buller, Pres. R. M. Ortiz 1827.
21.30: Lanzamiento BAM-Buenos Aires Música. Presentación del CD Leguizamón -Castilla por Liliana Herrero y Juan Falú. Centro Cultural San Martín, Sarmiento 1551, Sala AB.
22.00: Enzo Rocco (guitarra), jazz desde Italia. Músicos invitados: Rodrigo Domínguez (saxo), Hernán Mandelman (batería). Tobago, Alvarez Thomas 1368.

 

 

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