Un fallo del Juzgado Federal
Civil de San Martín le ordena a la Cancillería argentina,
encargada de otorgar los dominios de los sitios de Internet, que bloquee
la exhibición de ofertas y difusión de objetos y simbología
que reavivan el pensamiento y la doctrina nacionalsocialista, a
los que se puede acceder a través del portal ya hoo.com. La decisión,
inédita en el país y basada en una prohibición similar
resuelta por la Justicia francesa en mayo, surgió en el trámite
de una causa civil presentada por un empresario bailantero que reclamaba
la propiedad de la marca Yahoo. La Justicia no encontró pruebas
sobre el reclamo del denunciante pero en base a elementos aportados
durante la investigación limitó por primera vez la difusión
de todo lo que rememora la doctrina nazi como símbolo social
y étnico con el objetivo de impedir una ofensa a la
memoria de un pueblo. El fallo, que aún está siendo
analizado por los técnicos de la Cancillería, abre una polémica
jurídica sobre cómo se instrumentará en la Argentina
ese freno a la propaganda virtual del nazismo.
La causa en la que se llega a la medida, en realidad, es un reclamo del
empresario bailantero Jorge Kirovsky para que se le reconozca la propiedad
sobre la marca yahoo.com en la Argentina. Kirovsky, uno de los dueños
del sello discográfico Magenta y poderoso personaje del mundo de
la bailanta, argumentó que desde 1990 utiliza la marca en un local
de La Matanza dedicado a la venta de animales exóticos y que luego,
siempre en el mismo ramo, abrió sitios en la red con la misma denominación.
En el expediente judicial abierto en el Juzgado Civil y Comercial 2 de
San Martín, Kirovsky incorporó la fotocopia de un artículo
periodístico titulado Tecnología y ciencia. Nazis,
calumnias, pornografía: la Internet es tierra sin ley. En
esa nota se cuenta el intento de Francia para impedir que los internautas
tengan acceso a un sitio dedicado a recuerdos nazis.
Antes de decidir sobre la cuestión comercial de la causa, el juez
Bustos ordenó investigar lo que se señalaba en el artículo
sobre la red: la divulgación a través de Yahoo de una subasta
en la se ofrecían entre cientos de productos de todo tipo material
sobre nazismo. Los instructores del juzgado ingresaron entonces a través
de ya hoo.com.ar a Yahoo Auctions, un sitio de subastas ofrecido por el
buscador. En navegaciones del 2 y el 6 de octubre se constató que
existía material nazi de fácil acceso para cualquier
persona que ingresa a ese sitio. Mensajes, imágenes,
objetos, reliquias, banderas, insignias, textos que rememoran la doctrina
nacionalsocialista como símbolo social y étnico. El
fallo subraya la venta de los libros When Nazis dreams come true (Cuando
los sueños nazis se vuelven verdad), de Robert Edvin Hertzein y
Kam Apr Die Macht (Lucha por el poder) del nazi Alfred Rosemberg.
La Constitución nacional asegura la más absoluta libertad
con la condición de que las acciones de los hombres no ofendan
a la moral, al orden público y los derechos de terceros. A partir
de ello entiendo que mucho menos permite una ofensa a la memoria de un
pueblo, sostiene el juez Bustos en los considerandos de su resolución.
Basado en la adhesión de la Argentina a la Convención contra
la Discriminación Racial, Bustos decide comunicar de oficio su
resolución a la DAIA y la AMIA y al Instituto Nacional de Lucha
contra la Discriminación (Inadi). El mismo oficio libró
al Ministerio de Relaciones Exteriores, que deberá arbitrar
los medios a fin de que Yahoo Inc se abstenga de exhibir ofertas y acercar
a las partes, interviniendo en forma directa o indirecta en el proceso
de comercialización y o difusión de objetos y simbología
que reavivan el pensamiento y la doctrina nacionalsocialista. Consultadas
por este diario, fuentes de la Cancillería admitieron que los técnicos
del área analizan cómo aplicar la medida judicial, ya que
no existe aún una normativa en la que se contemplen los controles
sobre lo que alberga la red.
COMO
LA PONDRAN EN PRACTICA
La sentencia en Francia
Por Eduardo Febbro
Desde París
En un fallo similar al argentino,
la Justicia francesa acaba de condenar al gigante norteamericano Yahoo!
a instalar un dispositivo para filtrar el acceso a su portal de remate
de objetos nazi on line a los internautas franceses. Yahoo! tiene un plazo
de tres meses para instrumentar las medidas técnicas y si no lo
hace tendrá que pagar una multa de 12 mil dólares diarios.
El Tribunal de gran Instancia de París confirmó así
una condena simular pronunciada el pasado 22 de mayo. La decisión
judicial constituye un hito en Europa, tanto más cuanto que afecta
a un mastodonte del universo de Internet que pesa la bagatela
de 49 millones de conectados por mes en todo el mundo.
La base del extenso proceso la pusieron la Liga Internacional contra el
racismo y el antisemitismo (LICRA) y la Unión de estudiantes judíos
de Francia. Ambos alegaron que, desde Francia, cualquier internauta podía
acceder a los servicios de Yahoo.com, donde se ponían a la venta
objetos conmemorativos del Tercer Reich. La promoción y venta de
tales objetos está totalmente prohibida en Francia. Los jueces,
en sus deliberaciones, consideraron que se trataba lisa y llanamente de
una ofensa a la memoria colectiva. La Justicia rehusó
así aceptar la argumentación de los abogados de Yahoo.com
en cuyo alegato dijeron que la ley francesa no podía aplicarse
al contenido de un portal norteamericano, el cual, por definición,
es supranacional. Al margen de las discusiones filosóficas
a que dio lugar el recurso a la Justicia, una gran parte de los debates
se centraron en torno a las dificultades técnicas para impedir
el cierre exclusivo del acceso a los usuarios franceses. Tras seis meses
de evaluación sobre la posibilidad de bloquear el acceso, tres
expertos presentaron diversas soluciones a lo que, al principio, se consideró
como un rompecabezas. En primer lugar se trata de no tomar en cuenta los
pedidos de conexión franceses cuya nacionalidad aparezca automáticamente
declaradas por la computadoras (70% de los casos) y cuyas búsquedas
se orienten hacia el remate de objetos nazis. Para aquellas conexiones
en las que la nacionalidad no aparece mencionada, los especialistas proponen
una suerte de declaración voluntaria de nacionalidad
y un sistema de filtros por palabras claves.
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