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Un coche-bomba llevó la muerte
al centro mismo del Estado israelí

Fue la primera bomba integrista fuera de los territorios ocupados y murieron al menos dos civiles. Israel prepara represalias.

La policía inspecciona los restos del coche-bomba que hizo volar por los aires un ómnibus civil.

Por Suzanne Goldenberg *
Desde Jerusalén

El continuo ciclo de violencia entre Israel y los palestinos estalló en el centro del Estado judío ayer cuando por lo menos dos personas resultaron muertas por un poderoso coche-bomba. La televisión israelí informó que la explosión en Hadera, un suburbio de clase trabajadora a unos 45 kilómetros al norte de Tel Aviv, había matado a cuatro personas y herido a más de otras veinte. Los médicos y el alcalde dijeron que por lo menos dos personas habían muerto.
Fue la primera bomba activada por militantes palestinos fuera de Jerusalén y de las áreas ocupadas por los israelíes en Cisjordania y Gaza en los dos meses de sangrientas confrontaciones y un mensaje brutal para Israel demostrando que ninguno de sus civiles está a salvo. Mucho antes de la explosión, en la hora pico de ayer a la noche, era claro que la violencia había escalado más allá del control del primer ministro de Israel, Ehud Barak, y del líder palestino, Yasser Arafat. Ayer a la mañana, cuatro palestinos fueron muertos en sus automóviles por disparos de ametralladora desde un tanque israelí en la Franja de Gaza. Israel dijo que eran hombres armados de las milicias de Al Fatah de Arafat. Los palestinos dijeron que los cuatro era civiles y que su muerte había sido una masacre. “El ejército israelí está tratando de mostrar un crimen horrible y una matanza bárbara de palestinos civiles inocentes como una operación que nunca existió”, dijo Mohammed Dahlan, jefe de la seguridad palestina.
La bomba de ayer explotó a las 5.20 de la tarde. Llamados telefónicos a Radio Israel dijeron que el automóvil estaba estacionado afuera de una pizzería, en un área de compras congestionada de gente y detonó a unos pocos metros de un ómnibus que llevaba a unas 15 personas. El estallido hizo volar al ómnibus dentro de un negocio cercano y desató incendios en varios edificios vecinos. La gente del lugar dijo que la explosión se escuchó a medio kilómetro de distancia. Minutos más tarde, la policía acordonó un área de 300 metros en busca de más bombas.
Mientras nubes de humo subían en espiral desde los escombros, los testigos que llamaban a Radio Israel describían la escena como de caos y destrucción. “Todo el ómnibus voló por el aire con la explosión –dijo alguien que se identificó como Shmuel a Radio Israel–. Todo el piso del ómnibus se dobló. La gente tenía cortes en la piel. Vi gente en el suelo, cubierta de sangre.” Una reportera de la radio dijo que había visto un cuerpo cortado en dos por la fuerza de la explosión. A la hora de la explosión, los funcionarios de Autoridad Palestina de Arafat emitieron una declaración diciendo que no se hacían responsables, en un intento desesperado de detener la represalia israelí. Pero una brutal reacción israelí parecía casi inevitable anoche, después de que Barak responsabilizara por el hecho a la Autoridad Palestina y llamara a su gabinete de seguridad para una reunión de emergencia a las 11 de la noche hora local. Durante el último mes, los oficiales militares israelíes advirtieron repetidamente que los terroristas del Jihad islámico y de Hamas habían sido liberados de las cárceles palestinas y estaban contemplando blancos en Israel.
El martes, un líder de Hamas en Gaza, Mahmoud el-Zahar, le advirtió a este diario que sus militantes estaban planeando una “operación importante. La política de Hamas hasta este momento es continuar con sus actividades”. El coche-bomba de ayer refuerza la presión sobre Israel, que apenas puede contener la guerra de guerrillas contra los asentamientos judíos en Gaza, que está siendo librada con bombas y francotiradores a los costados de los caminos. Sin embargo, la política de represalias israelíes contra los ataques sólo profundiza la furia palestina y crea un creciente apoyo para la acción violenta. Horas después de que los cuatro hombres palestinos fueran muertos en un cruce de caminos en Gaza, los militantes de la milicia Al Fatah estaban en las calles de la ciudad de Gaza,clamando venganza. “Al Fatah no dejará pasar este crimen”, bramaban los altoparlantes. “Dirigiremos nuestro rifles contra los soldados israelíes.”

* De The Guardian de Gran Bretaña especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

 

Parte de guerra

Al menos dos personas murieron y más de 10 resultaron heridas ayer por el primer coche-bomba que estalla en Israel fuera de las zonas de conflicto en Jerusalén oriental, Cisjordania y Gaza en más de dos meses de confrontación.
La acción, atribuida al grupo fundamentalista Hamas, representa una escalada dentro del multiforme levantamiento palestino contra Israel, cuyo gabinete de seguridad seguirá estudiando hoy posibles represalias.
Israel responsabilizó por los hechos a la Autoridad Palestina y a su presidente, Yasser Arafat. Los palestinos rechazaron la acusación.
Previamente, cuatro palestinos fueron muertos por Israel en Gaza.

 

 

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