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El monstruo está suelto, pero sigue aún en capilla

La Corte Suprema de Chile revocó el arresto del ex dictador Augusto Pinochet, pero fue por razones técnicas y le pidió al juez que le tome declaración indagatoria antes del 9 de enero. Los exámenes mentales serán el día 22.

El secretario de la Corte Suprema lee el fallo de la Segunda Sala.

Por Manuel Delano
Desde Santiago de Chile

El ex dictador chileno Augusto Pinochet obtuvo ayer una victoria pírrica en la Corte Suprema de Santiago. Si bien el fallo de la segunda sala penal de la Corte confirmó por cuatro votos contra uno la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago que anuló en primera instancia el auto de procesamiento en contra de Pinochet y la orden de arresto domiciliario, por la falta de declaración indagatoria del inculpado, ordenó al mismo tiempo al juez Juan Guzmán someter a interrogatorio al desaforado general en un plazo perentorio, antes de 20 días, es decir hasta el 9 de enero de 2001 como máximo, independientemente de si se han practicado o no los exámenes médicos al inculpado.
La resolución fue recibida como un triunfo por los querellantes a pesar del término del auto de procesamiento de Pinochet, porque abre las puertas para que el ex dictador sea nuevamente encargado reo por el juez Guzmán, después de que interrogue al inculpado. Pero también el fallo fue bien acogido por la defensa del desaforado senador, que desde antes de la sentencia estaba presionando para que Pinochet fuera sometido cuando antes a los exámenes médicos –psiquiátricos y neurológicos– que, esperan, demostrarán que no se encuentra en condiciones de salud para enfrentar un proceso y ni siquiera de ser interrogado. Guzmán, poco después de conocerse la resolución de la Corte Suprema, fijó el 22 de enero como fecha para los exámenes mentales.
Pinochet deberá contestar por primera vez el interrogatorio de un juez chileno por los crímenes que cometió la Caravana de la Muerte, una comitiva militar que él envió al mando del general Sergio Arellano Stark en octubre de 1973, un mes después del golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende, a recorrer el país y que, para atemorizar a la población y a las propias filas uniformadas, ejecutó a 75 prisioneros políticos –los cuerpos de 18 de ellos no han aparecido hasta hoy y se encuentran por tanto secuestrados–, simpatizantes del depuesto gobierno izquierdista.
Cuatro de los jueces coincidieron en que a la encargatoria de reo de Guzmán contra Pinochet le faltó un aspecto formal, técnico, la declaración indagatoria del inculpado. Desecharon así el argumento de Guzmán: que el interrogatorio escrito a Pinochet, que el magistrado envió el 4 de octubre del año pasado por exhorto a Londres, mientras el general estaba arrestado en esa ciudad por petición de la Justicia española, y que el ex dictador se negó a contestar, devolviéndolo en blanco, aunque en una carta adjunta explicatoria que cursó al juez le planteó que no tuvo “ninguna participación” en los hechos que le imputaban, constituyera una declaración indagatoria.
Pero la Corte Suprema no cuestionó –como tampoco lo hizo antes la quinta sala de la Corte de Apelaciones de Santiago al acoger el recurso de amparo de la defensa– el motivo de fondo del procesamiento de Pinochet: las presunciones fundadas de que él fue quien envió la comitiva militar que cometió los crímenes y nombró un delegado, al general Arellano, para que la encabezara. El temor latente de los querellantes era que la Suprema cuestionara los fundamentos de fondo del auto de procesamiento. Sólo uno de los magistrados de la segunda sala del Tribunal Superior, José Luis Pérez, votó en contra del “habeas corpus” presentado por la defensa de Pinochet.
Uno de los abogados querellantes, Hugo Gutiérrez, resumió que la resolución fue como “una victoria con sabor a derrota” para la defensa del general, porque éste se encuentra ahora “casi procesado”. En cuanto
sea interrogado Pinochet, al día siguiente, el juez puede nuevamente someterlo a proceso por los mismos fundamentos anteriores, sostuvieron los querellantes. “La Corte Suprema ha ratificado que lo único que falta es ladeclaración indagatoria”, planteó Gutiérrez y agregó que “están dadas todas las condiciones para que Pinochet sea procesado el día 21”.
A su vez, el jefe del equipo jurídico de Pinochet, el abogado Pablo Rodríguez, consideró positivo el fallo porque la Corte Suprema acogió su argumento de que el procesamiento del general dictado por Guzmán fue arbitrario, sin considerar la imprescindible declaración indagatoria a la que tiene derecho toda persona. Agregó que Pinochet “no está en condiciones de ser sometido a proceso” ni a un interrogatorio por su estado de salud, por lo que debe ser examinado cuanto antes por los médicos, lo que sólo depende de estos últimos.

 

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