últimas
palabras
JUEVES
DE UN NOVIEMBRE 14, 1996. El 10 de noviembre Calico fue atropellada
en el cruce de la calle 19 con Learnard. Me enteré el 12
por boca de José. Tom había visto a la gata a un
costado del camino. Los espacios vacíos donde la gata había
estado, hacían doler físicamente. La gata es parte
de mí. Cada mañana desde entonces rompo en incontrolables
llantos y sollozos cuando recuerdo donde ella solía estar,
yacer, moverse, etc. No es cuestión de histrionismo. Simplemente
sucede. Así que un sueño recordado: Oh, también
había un gato en él. No estoy seguro de que pudiera
encontrar su rumbo.
MIERCOLES
NOVIEMBRE 20, 1996. Mis siniestros rivales dicen que me estoy
valiendo de mi reputación como escritor para conseguir
interés por mis pinturas. Por supuesto que es así.
En esta vida, el mejor consejo es siempre utilizar las propias
cartas lo mejor posible.
DICIEMBRE
14, 1996. JAMES DAY. La historia de la Familia Burroughs. Vagos
y cuestionables fantasmas pidiendo letra desde las ventanas de
tíos remotos:
Siempre fue muy amable conmigo salvo cuando bebía.
Para poner las cosas en claro: William Seward Burroughs, creador
de la primera máquina de sumar. Murió en Citronelle,
Alabama, de tuberculosis a los 41 años. Dejó cuatro
herederos: Horace, Mortimer, Jennie, Helen.
El administrador del legado tuvo la última palabra: compra
a la familia todas las acciones que anden por ahí. Dales
$100.000 a cada uno de ellos. Mucha plata en esos días,
cuando un dólar de plata compraba una cena de primera que
hoy no podría ser comprada a ningún precio y mucho
menos un buen culo.
Por insistencia de mi madre, Pa se quedó con un pequeño
montón de acciones Burroughs. Con eso compró la
Burroughs Glass Co.
Hechos. Fragmentos de detalles filtrados por Madre. Pa había
asesinado a un niño negro hacía años. Entra
a un cuarto oscuro y ahí está el hermano Horace
con garras...
Madre sobre Horace: Cuando entró a la habitación
era como si alguien hubiera salido.
¿Se suicidó rompiendo una ventana y usando los cristales
para cortarse las venas? No me suena como un drogadicto.
Horace dice:
No fue así, Bill. Me mataron. Ellos, los que me mataron,
son quienes tú piensas que son.
¿Por qué? ¿Qué pasó con
Helen? ¿Horace... entras?
¿Fue así? Hace muchos años...
Yagé mucho da. Ve un zorro.
¿Por qué no?
No hubo sueños la noche de ayer. Imposible recordar algo.
Tienes droga, tienes esperanza.
Sólo permite que tu mano se haga cargo y...
Tranquilo, en cualquier drugstore. Entrar, un billete de
cinco y... la morfina está lista y dispuesta y, por supuesto,
la jeringa.
El primer pinchazo en mi vena fue un
accidente.
MARTES,
DICIEMBRE 31, 1996. Voy a empezar mi auto... ya sabes... Si él...
Entonces sentí el roce de un poder superior y me convertí
en un adicto a la morfina. Lo mejor que jamás he hecho
por mí mismo. Si la Medicina de Dios podría haber
terminado como cualquiera de esos tipos estilo Escribiré
la Gran Novela Americana que nunca despega del suelo o,
peor, un académico alcohólico.
MARZO
16, 1997. DOMINGO. Leyendo The Last Don de Mario Puzo. Novela
interesante. Parece que a un asesino a sueldo no se le permite
disfrutar de su trabajo. Dicen que, si se divierte, tiene una
boca ensangrentada y eso no le gusta a los mafiosi decentes...
El Don arriba a una conclusión: escribirá novelas
de terror y producirá películas de terror.
La pornografía es una arma poderosa dirigida desde puestos
de feria, películas, teatros de revistas.
Todo se hace lento.
No hay sitio...
Recuerdo como mi abuelo, inventor de la Máquina de Sumar
Burroughs, se enojó tanto que arrojó sus prototipos
por una ventana que daba a un baldío. A la mañana
siguiente tenía su respuesta consistente y tan simple como
un cilindro con aperturas lleno de aceite que garantizaría
siempre el mismo y correcto resultado.
Bravo, Abuelito, quien murió consumido en Piney Woods.
Puedes ir y leer en una placa conmemorativa de acero inoxidable:
Sagrado para la memoria de William S. Burroughs.
MARZO
18, 19, 1997. MIÉRCOLES. Dicen que sólo el amor
puede crear, así que quién puede amar a un jodido
ciempiés. Tiene más amor en él que yo. Pero,
ahora, matar a un ciempiés me hace sentir más seguro;
como si dijera: uno menos.
MARZO
22, 1997. SáBADO. ¿Quién mierda es Ernest
Vail, el novelista que aparece en The Last Don? El
más grande escritor norteamericano... un tesoro
nacional, ni más ni menos. No existe nadie así,
ni siquiera nadie que se acerque a eso. ¿Quién?
¿Bill Gaddis? No. No hay nadie que les llegue a los talones
a Hemingway, Faulkner, Fitzgerald, Genet, Beckett... ¡Mira!
¡Nada! Cero. Ni siquiera un Kerouac...
Yo gano gracias a que nadie ha pagado sus cuotas a tiempo.
TODAVíA
ABRIL 3, 1997. JUEVES. Allen Ginsberg se está muriendo
de cáncer. Entre dos o tres meses, le dijeron
los matasanos, y él respondió: Creo que menos.
Él dice: Pensé que iba a estar aterrorizado
y en cambio no puedo creer el entusiasmo que siento ahora.
Sólo espero que no lo llenen de adminículos de sofocación.
Allen escribe poemas... está inspirado.
Los principios de la vida llegaron a este planeta a bordo de cometas.
ABRIL
5, 1997. SáBADO. Allen Ginsberg murió esta mañana;
en paz, sin dolor. Tenía razón. Cuando los médicos
dijeron 2-4 meses, el dijo: Creo que menos.
ABRIL 12, 1997. SáBADO. Hoy he aprendido qué se
siente convertirse en una Bestia. El modo en que los dientes se
alargan a través de mis encías ensangrentadas, el
pelo crece en mi carne y piel como un millón de agujas
ardientes, las garras surgiendo de mis dedos.
Mi rostro es ahora un fluido y adoptará cualquier forma.
Por ejemplo, el chico radiante de Fitzgerald, 1920.
Chico Radiante en mi rostro ahora. La Bestia es el ahora. El Chico
Radiante 1920 es el entonces. La Bestia come de adentro para afuera.
Es muy doloroso. Escribir, gritar, gruñir, aullar, dolor
de bestia.
ABRIL
29, 1997. MARTES. En este instante, 5.04 P.M., experimento un
vívido sentimiento. La presencia de Allen. Afuera, entre
las hojas. Lo veo con claridad. Está tocando en un instrumento
desconocido una especie de balada cowboy.
¿Estás consciente, Allen?
Sí, pero apenas.
Fría y breve respiración.
Entra, por favor, Allen... triste y vacío aquí.
¿Qué hay allí, Allen?
Tú nunca amaste a nadie salvo a tus gatos, tu Ruski
y Spooner y Calico... ¿Madre, Ian, Brion, Anthony Balch?
Allen murió el 5 de abril, 1997.
MAYO
5, LUNES, 1997. Si una plaga va a eliminar a la tercera parte
de la población, sólo rezo porque no se limite a
despachar a seres humanos sino también a los animales domésticos,
en especial a gatos y perros. La imagen de un trillón de
gatos sin dueños es demasiado horrible de ser contemplada.
MAYO
7, 1997. MIÉRCOLES. Bueno, parece que salió tu número
Burroughs. Al menos así parece desde aquí. Mira,
es un puro Hopper ahí afuera: una calle de los suburbios,
árboles, un camino que, como de costumbre, no conduce a
ninguna parte; hace tiempo que ya no hay oxígeno que respirar,
no hay nada aquí y ahora.
JUNIO
6, VIERNES, 1997. Me pregunto acerca del futuro de la novela o
cualquier tipo de escritura. ¿Hacia dónde va o dónde
puede ir? Después de Conrad, Rimbaud, Genet, Beckett, St.
John-Perse, Kafka, James Joyce...
Paul Bowles, Jane Bowles estos dos dentro de un categoría
especial donde sólo se hace una cosa, pero se la hace muy
bien. Con Paul viene una siniestra oscuridad, como película
sin revelar. ¿Con Jane? Hace que sus personajes se muevan
y cuenta lo que los motiva; pero ella es demasiado especial para
teorizar.
¿Qué queda por decir?
Oh, me olvidé de Graham Greene. The Power and the Glory.
¿Y Hemingway? Tal vez no quede demasiado jugo,
como decía Hemingway, y no mucho como para unirte a los
selectos: Joyce y compañía. No alcanza, Papa.
Te mataste a ti mismo por vanidad, autoinflación, y cuando
el globo se pincha... Sabía que estaba acabado: Ya
no vuelve más por aquí, decía una y
otra vez. Él ya no estaba por allí. Volviendo a
lo de la escritura... revenons a ces moutons.
Tal vez ya no haya nada más que decir a un nivel de verdades
básicas. Conrad dijo muchas verdades en Under Western Eyes
y Lord Jim... Y Genet, en la costa española... Puedo sentir
su furia bajando por los muelles donde los pescadores quizá
le arrojaran un pescado que él más tarde cocinaría
con sal sobre un fuego desnudo. ¿Por qué seguir?
El tranvía dio una vuelta en U y se detuvo. Era el
fin del recorrido. Paul Bowles, final de The Sheltering
Sky. Cielo. Cielo.
Ni siquiera puedo escribir la palabra cielo.
Supongo que me siento...
¿Para qué seguir?
JUNIO
17, 1997. MIÉRCOLES. Allen Ginsberg: El Movimiento Beat
fue más un movimiento sociopolítico que literario
(Qué oración horrible. Debería arrastrarse
y morir).
JULIO
9, 1997. MIÉRCOLES. Fletch murió hoy. El vacío
que deja, los sitios que solía ocupar. My Fletch, mi Fletch.
Los lugares vacíos que solía ocupar. ¡Mi Fletch,
Mi Fletch! El pesar puede matarte. Mi Fletch, Mi Fletch... Puede
matar una parte tuya.
JULIO
20, 1997. DOMINGO. Dicen que un escritor debe poseer algo que
hace con sus manos (además de escribir, claro). Sacar pelos
de gato de una manta parece ser lo mío. Eso y tirar al
blanco.
JULIO
27, 1997. DOMINGO. ¿Qué puedo decir? ¿Por
qué, quién, dónde, cuándo puedo decir?
Las lágrimas no valen nada si no son genuinas, lágrimas
del alma y de las tripas, lágrimas que duelen y retuercen
y lastiman y desgarran.
La forma en que Fletch solía correr por la habitación
delantera y meterse bajo la cama y ahora... bueno, ahora ya no
tengo que cerrar la puerta.
Mi Fletch, Mi Fletch...
Duelen, estos pedazos míos y de Fletch, como extremidades
fantasmas. Pongo los platos con comida, sólo necesito dos
platos ahora.
Oh, mi Fletch...
Mi Spooner, Ruski, Calico.
JULIO
28, 1997. LUNES. El doctor me pidió más sangre mía
para sus análisis. Se la di esta mañana. Si uno
es inmortal, imagina el dolor de la pérdida, una y otra
vez, mientras los otros van muriendo de a uno. Ultimas palabras
de Tim Leary: ¿Por qué no?
JULIO
29, 1997. MARTES.
Buena sesión de tiro al blanco.
JULIO
30, 1997. MARTES. ULTIMA ENTRADA. El precio de la inmortalidad,
por supuesto. ¿Por qué habrás pensado en
estas cosas? Yo lo hice. Pensar no es suficiente. Nada lo es.
No hay un final con suficiente sabiduría, experiencia...
cualquier jodida cosa. No hay Caliz Sagrado, ni Satori Definito,
ni solución final. Sólo hay conflicto. La única
cosa que puede resolver el conflicto es el amor, como el que yo
sentí por Fletch y Ruski, Spooner y Calico. Puro amor.
Lo que siento por mis gatos ahora y antes.
¿Amor? ¿Qué es Eso?
El más natural calmante que existe.
AMOR.
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