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Subí
que te llevo
En
la semana en que Cavallo y Beliz inauguraban el fono-voto para decidir
su interna partidaria, la empresa Suzuki decidió lanzar su 4X4
Grand Vitara con una publicidad en dos de los carteles que están
sobre la confitería La Biela, en plena Recoleta. Uno de los carteles
simula ser parte de una campaña a gobernador de un candidato por
la desconocida lista 312. Arriba, a la derecha, una auténtica Vitara
cuelga del otro cartel, después de haber dejado sus huellas marcadas
sobre la cara y el cartel del candidato. Fin de la publicidad. ¿Habrán
querido sugerir que el que maneja un Grand Vitara trepa a toda costa?
Lo que se dice un misterio insondable.
Aplauso,
medalla y beso
Cansadas
de los robos de los que fueron víctimas en los últimos meses,
las empresas Bulycor SRL y Cordtel SRL, dueñas de una cadena de
locutorios, decidieron premiar a los policías que logren atrapar
a quienes asalten sus locales. En menos de un mes, el cabo primero Daniel
Ferreira, de la comisaría 15ª, y el cabo Luis García,
de la 17ª, recibieron el promocionado premio: una medalla grabada.
Lo que hace falta aclarar es que las sociedades Bulycor y Cordtel son
también propietarias de una casa de regalos. Entonces, cuando asalten
ese local, ¿les van a regalar un par de llamadas gratis desde uno
de sus locutorios?
Llamada
fatal
El 40 por
ciento de la población japonesa tiene teléfono celular y
parece que una de las flamantes incorporaciones a la cortesía oriental
consiste en no tener nunca apagado el aparatito. Esto, por supuesto, trajo
aparejada una serie de dificultades a los propietarios de los hoteles
alojamiento nipones, quienes se enfrentaron con las quejas de los clientes
ubicados en las habitaciones del subsuelo o sin ventanas a la calle. Es
decir, donde se perdía la señal de sus celulares, obligándolos
a quedar como unos mal educados y, sobre todo, a inventar las explicaciones
más estrafalarias a las esposas que habían intentado comunicarse
con ellos durante la hora y media que dura el turno. Con iluminada visión
empresarial, fueron los mismos conserjes orientales quienes sugirieron
las soluciones: primero, reemplazar la vieja pregunta ¿Fumador
o no fumador? por ¿Celular o no celular?; segundo,
incluir dentro de las opciones del sistema del audio con que están
equipadas las habitaciones, una nueva frecuencia: antes de atender, se
enciende el canal de emergencia y los parlantes ubicados en
la cabecera de la cama emiten el sonido de la calle con bocinas y puteadas
incluidas. Lástima que el truco patentado por la Osaka Yusen Broadcasting
Corp. (que grabó y produjo 24 horas de ruido urbano, no vaya a
ser cosa que se escuchen los bocinazos de un embotellamiento a las 3 de
la mañana) fue descubierto cuando una mujer le dijo a su marido
No te escucho nada y al infeliz no se le ocurrió contestar
nada mejor que: Esperá que bajo el volumen.
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