Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Yo me pregunto

Página 3


Regresa a RADAR
 

Subí que te llevo

En la semana en que Cavallo y Beliz inauguraban el fono-voto para decidir su interna partidaria, la empresa Suzuki decidió lanzar su 4X4 Grand Vitara con una publicidad en dos de los carteles que están sobre la confitería La Biela, en plena Recoleta. Uno de los carteles simula ser parte de una campaña a gobernador de un candidato por la desconocida lista 312. Arriba, a la derecha, una auténtica Vitara cuelga del otro cartel, después de haber dejado sus huellas marcadas sobre la cara y el cartel del candidato. Fin de la publicidad. ¿Habrán querido sugerir que el que maneja un Grand Vitara trepa a toda costa? Lo que se dice un misterio insondable.

Aplauso, medalla y beso

Cansadas de los robos de los que fueron víctimas en los últimos meses, las empresas Bulycor SRL y Cordtel SRL, dueñas de una cadena de locutorios, decidieron premiar a los policías que logren atrapar a quienes asalten sus locales. En menos de un mes, el cabo primero Daniel Ferreira, de la comisaría 15ª, y el cabo Luis García, de la 17ª, recibieron el promocionado premio: una medalla grabada. Lo que hace falta aclarar es que las sociedades Bulycor y Cordtel son también propietarias de una casa de regalos. Entonces, cuando asalten ese local, ¿les van a regalar un par de llamadas gratis desde uno de sus locutorios?

Llamada fatal

El 40 por ciento de la población japonesa tiene teléfono celular y parece que una de las flamantes incorporaciones a la cortesía oriental consiste en no tener nunca apagado el aparatito. Esto, por supuesto, trajo aparejada una serie de dificultades a los propietarios de los hoteles alojamiento nipones, quienes se enfrentaron con las quejas de los clientes ubicados en las habitaciones del subsuelo o sin ventanas a la calle. Es decir, donde se perdía la señal de sus celulares, obligándolos a quedar como unos mal educados y, sobre todo, a inventar las explicaciones más estrafalarias a las esposas que habían intentado comunicarse con ellos durante la hora y media que dura el turno. Con iluminada visión empresarial, fueron los mismos conserjes orientales quienes sugirieron las soluciones: primero, reemplazar la vieja pregunta “¿Fumador o no fumador?” por “¿Celular o no celular?”; segundo, incluir dentro de las opciones del sistema del audio con que están equipadas las habitaciones, una nueva frecuencia: antes de atender, se enciende el “canal de emergencia” y los parlantes ubicados en la cabecera de la cama emiten el sonido de la calle con bocinas y puteadas incluidas. Lástima que el truco patentado por la Osaka Yusen Broadcasting Corp. (que grabó y produjo 24 horas de ruido urbano, no vaya a ser cosa que se escuchen los bocinazos de un embotellamiento a las 3 de la mañana) fue descubierto cuando una mujer le dijo a su marido “No te escucho nada” y al infeliz no se le ocurrió contestar nada mejor que: “Esperá que bajo el volumen”.

arriba