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Los cortos independientes en el Festival

El día de la independencia

En la sección Cortos del Festival está programado un bloque de una hora y media con cortos animados de factura nacional. Es una buena oportunidad para ver los trabajos de la agrupación rosarina El Sótano Cartoons y cortos como Baby Trash, Soko & Troko y Mercano el marciano, además de producciones de Carlos y Lucas Nine. Y probablemente la mejor prueba de la potencia de la producción animada independiente.

Por Mariano Kairuz

“¿Que los muñecos cojan?”, dice Néstor F., introduciendo así el primer artículo de lo que él mismo y su socio y amigo Martín C. consideran su propio Dogma: “La primera toma que grabamos de cada historia tiene que tener sexo explícito”. De esta manera, cumpliendo un sueño no realizado del Capitán Escarlata, Néstor y Martín van pautando la producción de Plata segura, saga del Cuchu Cambiasso en versión muñeco de plástico animado a mano y cuadro a cuadro. Pero esta ley no escrita es anterior a Plata segura; nació con la ya conocida serie Marcello G., sólo un hombre..., unos veinte minutos sobre las desventuras del Muñeco Gallardo convertido literalmente en su sobrenombre deportivo. Marcello G. comenzó, como suele pasar, como una diversión entre amigos en la que confluían algo de interés futbolero con bastante de afición por los juguetes, y, alentados por cada persona que veía el primer episodio, terminó accediendo a una posproducción profesional y a la difusión pública y exitosa durante la muestra Supernova del año pasado (exposición a la que se sumaron participaciones en varios ciclos de cine independiente en el Atlas Recoleta).
“El protagonista debe morir”, sentencia Néstor F., al hablar de la segunda parte del Dogma, desde el estudio armado en la parte de atrás de su departamento de Palermo, donde descansan restos mortales de muñecos varios. Este mandamiento que parece cumplirse en Plata segura, al menos según un anticipo de cuatro minutos de duración que se verá en el Festival y que cuenta una historia que empieza con la dura infancia del Cuchu (en registro actoral a la Andreíta del Boca) y termina con el suceso de sus pies de oro.

TOMA Y DACA
Ver Baby trash, Cabezas muertas y Up & Down ya significa entrar en el terreno de la bizarría animada en estado puro. Sus autoras, Poli Argento y Andi Chaskielberg, aclaran que se trata de “animación” más que de “dibujos animados”, debido a la variedad de materiales, texturas y técnicas involucradas en estos cortometrajes que probablemente sean de lo más extraño de la historia del cine animado vernáculo. Porque aunque Poli y Andi hablen de sus dibujos favoritos de la infancia y mencionen a Scooby Doo y a Mr. Magoo (“¡Es mi papá!”, asegura Andi), sus historias son bastante más oscuras (especialmente las cabezas muertas y los pájaros y las explosiones dentro y fuera de ellas) y desconcertantes (esto vale más que nada para los indefinibles Up & Down, personajes próximos al garabato que mantienen una mínima conversación de carácter existencialista) que las del perro cobarde de Hannah-Barbera y el hombrecito ciego de la UPA. La verdad es que, explica Andi, hoy también les gustan esas animaciones más experimentales, no serializadas, de las que acá pocas veces se consiguen (con la honrosa excepción de Caloi en su tinta, noble reducto del género). Mientras tanto, quienes desembolsan fortunas por Direct TV todavía pueden ver en Nickelodeon la más popular, hasta el momento, de las producciones de Tse Tse (la productora de Poli y Andi): Vidas de sapos, la historia de los deformes batracios Toma y Daca y la aventura de cruzar una calle evitando camiones, patrulleros y otros rodados.


Plata segura

El niño malcriado

DIVINA Y LOS 20
El artista inglés John Sharp no tuvo problema en brindar sus datos biográficos a la organización del Festival de Buenos Aires para la confección de una gacetilla de prensa: nació en 1539 en Benthnam y dice que “no pasó casi nada en su vida hasta que sinergizó con Mostrance (la banda de Javier Lederkremer) en Buenos Aires”, donde trabaja desde hace tres años. Agrega que “el 2000 lo encuentra tomando cerveza y mirando fotos porno en la red”, brindando a quien le interese la tranquilidad de que no todo tiene explicación y, de esta manera, la posibilidad de sentarse a ver el videoclip Divina, realizado por el propio Sharp sobre el tema de Mostrance. Algo de tecnodance y sonidos electrónicos del espacio exterior, androginia, figuras fotográficas y efectos generados por computadora, a veces estallando en pura forma y movimiento, como unpariente más o menos lejano de los experimentos vanguardistas de la llamada “música visual” que los europeos Eggeling, Ruttman, Richter y otros llevaban a cabo en los años veinte.

SOKO & TROKO
Ren & Stimpy y Los Simpsons lograron, a principios de la década pasada, que buena parte de la producción de dibujos animados de la televisión norteamericana dejara de sorprender, casi hasta caer en lo obsoleto. Iniciaron un quiebre, y muchos de sus imitadores quedaron por el camino, llegando a ser tan solo “un poquito asquerosos” o dando lugar al abuso y vaciamiento de la palabra “irreverencia”. Y hasta el propio John Kricfalusi, padre de Ren & Stimpy, se encontró pocos años después de haber puesto en pantalla a un personaje como Olorín (la primera flatulencia con sentimientos de los dibujos animados), separado de su propia creación y demandando a Nickelodeon por los derechos de explotación de su gato obtuso y su chihuahua histérico. Pero acá están unos tipos rosarinos para quienes hacer sus cortos animados es un trabajo de neto corte autoral; para ellos, que no responden por sus creaciones ante nadie más que ellos mismos, el límite es el infierno: Soko & Troko pueden vender un artefacto que convierte la caca de bebé en delicioso alimento para perros; una anciana puede morir aplastada por una caja fuerte ante la mirada impávida del Osito que ve accidentes; y el increíble D-Mente puede combatir el vómito ciudadano gigante nacido de una intoxicación con whiskilín (¿?). Y Los Perrolotuditos pueden hacer sus gracias, desde la más ingenuas hasta las más salvajes (ni siquiera en ese orden) delatando, de paso, las muchas horas de dibujos que almacena su autor Esteban Tolj en el cerebro. Tolj es uno de los integrantes de El Sótano Cartoons, junto a Diego Rolle y José María Beccaría (entre otros conspiradores), y trabaja en colaboración con el también rosarino Pablo Rodríguez Jáuregui (responsable del ya legendario Captain Cardozo), de quien también se presentarán algunos trabajos “solistas” en el Festival. Sólo será una pequeña selección de la producción de El Sótano (incluyendo Soko & Troko, Las aventuras del Osito que ve accidentes y Los Perrolotuditos) y de Rodríguez Jáuregui con tres cortos que son el fruto de una colaboración más extensa con el músico Fernando Kabusacki (Fat cat art, dibujo tradicional, gráficos digitales y un felino que es un verdadero devorador de arte pictórico; El pajarito, ave con anteojos sobrevolando la ruta, y El salvavidas) pero alcanzará para dar una idea de dónde está el cuartel general de la animación nacional hoy día.

MERCANO Y LOS NIÑOS
Para la sección “Animación argentina” del Festival de Buenos Aires también se programaron Planetas (stop motion sideral de la productora Tríada, comentado en Radar hace dos semanas), Mercano el marciano y Los derechos del niño, dos creaciones de Ayar Blasco y Juan Antín que se llegaron a ver regularmente en los canales Much Music e I-Sat, junto con una pieza algo menos conocida del dúo (codirigida por Pablo Cansler): minuto y medio de animación en plastilina con el nombre de Mala leche. Se anuncia además el estreno de Vox money (de Adrián Monetti) y de dos cortos realizados por prolíficos dibujantes argentinos: Creole love call (“una historia de amor frustrado entre una bailarina de striptease y un hombre común”) de Carlos Nine, y Les triolets (que se anticipa como historia de club nocturno, pecado e infierno) de Lucas Nine.
Junto con el programa de la sección “Animación: panorama mundial”, es probable que el bloque de cortometrajes de animación vernácula contenga varias de las realizaciones que mejor justifiquen el nombre del Festival de Buenos Aires, las que más sentido le den y donde mejor se expongan sus efectos. Independiente es la palabra.

El programa de Animación argentina
se proyecta el jueves 13 a las 20 en el cine
Cosmos y se repite el sábado 15 a las 18.

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