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Cómo se promocionó el estreno de American Psycho

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Para promocionar la versión fílmica de American Psycho, la productora Lion’s Gate tomó una decisión inédita: antes del estreno, la gente podía suscribirse a un mailing por Internet y recibía por e-mail la correspondencia entre Patrick Bateman y su psiquiatra, con el que realiza una terapia on-line, diez años después de los eventos narrados en el libro. Los e-mails tenían links a la página web de la película, donde podían verse escenas del film, incluso aquéllas que fueron eliminadas del montaje final por violencia explícita. Radar ofrece los e-mails donde Brett Easton Ellis revisita por primera vez desde 1991 a su personaje más famoso.

Traducción y adaptación: Mariana Enríquez.

Enviado: Miérc 15/03/00 11:48 AM
Asunto: Confidencial
Mi problema fue ser un hombre joven con un montón de dinero viviendo en Manhattan. Como resultado directo de mi posición y mi fortuna, la palabra NO no se aplicaba, ni a mi vocabulario ni a mi vida. ¿Puedo tener ese traje, ese teléfono, esa chica? Sí. ¿Esa droga, ese departamento, ese negocio? Sí. ¿Ese auto, esa mesa, esa vista del mar? ¿Puedo cambiar los límites que definen a la sociedad? ¿Puedo crear mis propias reglas y vivir según ellas? Sí, ¡SI! ¡Todo menos NO! ¿Estuve buscando todo este tiempo a alguien que finalmente pudiera decirme que no? NO. Lo que estuve buscando es el más conveniente de los aeropuertos neoyorquinos, y lo encontré: Teterboro, aunque esté en Nueva Jersey. Luego encontré la máquina. No había visto el interior de un avión comercial, excepto el Concorde, en casi una década. Los franceses: sus autos son un asco, pero su industria aérea es gloriosa. Mi avión Falcon 50, licencia N522PB, ofrece el mejor rendimiento de todos los hierros viejos que hay en el mercado, aunque sea bastante menos nouveau que un Gulfstream, que a esta altura ya no debe haber nadie en las altas esferas de Microsoft que no tenga uno. Debería haber adivinado esto después de un fin de semana en Aspen: que esa dosis normalmente vigorosa de Far Niente me induciría una sensación de remordimiento que es lo único que no puedo pagar en este momento. Especialmente ahora. Ningún pensamiento puede penetrar mi mente que no se focalice exclusivamente en EL ASUNTO.
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Enviado: Jue 16/03/00 11:50 AM
Asunto: Terapi-@
Se usará el Control Mental como base para programar las sesiones de terapi-@, que tendrán lugar dos veces por sema-na. Todos y cada uno de los documentos confidenciales deberán hacerse constar antes de ser transferidos los fondos a todas y cada una de las cuentas. Las sesiones llegarán a su fin cuando sea la voluntad de PB. Yo decidiré la agenda e insistiré en que nos adhiramos a un plan único. Yo escribo: usted lee. Nunca tienen nada interesante que decir, de todos modos.
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—Mensaje Original—
De: Dr. M.
A: PB
Enviado: Jue 16/03/00 11:49 AM
Asunto: Planteo ético
Siento que es mi obligación como terapeuta insistir en que examinemos las motivaciones para que haya decidido algo tan poco convencional como una terapia on-line. Los efectos de semejante decisión a largo plazo en la salud del paciente deben ser cuidadosamente evaluados. ¿Será beneficiosa o no la terapi-@, especialmente considerando su estado mental?
Dr. M.

Enviado: Jue 16/03/00 11:51 AM
Asunto: Las cosas por su nombre
¿Quiere el dinero o no?
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Enviado: Vie 17/03/00 11:47 AM
Asunto: Jean Nuevamente
QUE PRONTO OLVIDAN. Eso es lo que pienso mientras leo la última petición de Jean, que pide pensión alimentaria. Querida Jean, dulce Jean. Jean que todo lo sabe, que me entiende mejor que nadie. Jean, que sólo quería amarme. Jean, que tanto se impresionó ante la idea de ser enviada a su casa en Queens en limusina. Jean, que creció en una casa de CUARENTA MIL DOLARES y hoy no puede arreglárselas con una mensualidad de menos de CIENTO OCHENTA Y NUEVE MIL DOLARES. Supe que había dejado de ser la vieja Jean cuando mandó una doble al desfile de Valentino otoño ’91 porque estaba embarazada. Para la primavera de 1993, ya no le parecía una buena idea que ella y PB Jr. viajaran en aerolíneas comerciales, con todo ese aire reciclado, podía resfriarse camino al Caribe. Y además es terrible cuando no quedan suficientes asientos y la niñera tiene que ir en turista.
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Enviado: Vier 17/03/00 03:10 PM
Asunto: El mejor accesorio
Mi hijo PB Jr fue lo suficientemente sabio en sus primeros años de vida como para evitar cualquier detalle en su físico o carácter al que yo pudiera plantearle una mínima objeción. Parece que estuviera esculpido en marfil, un hecho notable, teniendo en cuenta los ancestros de su madre. Cuando era bebé, los sonidos que emitía eran placenteros y sabios. Su habilidad de elegir correctamente fue evidente mucho antes de que pudiera hablar. Prefería los catálogos impresos en papel satinado antes que esos libros sobre dinosaurios púrpura que la evolución debería haber extinguido a esta altura. Y en cuanto a ratones, estaban demasiado cerca de su relación biológica, la rata, como para que lo entretuvieran en lo más mínimo. Es imposible ignorar la obvia superioridad de este niño, y en ocasiones la chica de tapa de Vogue del momento, la última estrellita adolescente/angustiada me ha preguntado dónde podría conseguir uno como él. En Hermès, les contesto, mientras me encamino al Frick, que Jean siempre pensó que podría vender si llamaba a la gente indicada.
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Enviado: Sab 18/03/00 08:48 PM
Asunto: Motivaciones
Los dos grandes motores son la codicia y el odio. Todo el mundo quiere más. Todos odian a alguien. ¿Y por qué? La mayoría de las veces, porque se meten en nuestro camino, o tienen algo que queremos. Yo odio a Davis Ferguson. Davis Ferguson tiene algo que yo quiero. Y no es su guardarropa. Davis Ferguson interrumpe mi camino. Por ahora.
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Enviado: Dom 19/03/00 11:46 AM
Asunto: Tiempo
Según indica mi Platinum 1938 Breguet Minute Repeater (una versión menor en oro rosado se vendió recientemente en Londres por $217,000), veo que es tiempo de nuestra terapi-e. Debo decirle por anticipado que, si no fuera por El Asunto, y mi deseo de sacarle mi hijo a su madre, no dedicaría mi tiempo a este ejercicio. Usted me pregunta si realmente quiero resolver mis problemas o si quiero dar la impresión de que los he resuelto para obtener la custodia de mi hijo. Estoy interesado en ganar. Punto. En todos los frentes. Usted sugiere que uso una máscara de arrogancia y hostilidad para esconderme. Yo creí que para eso se había inventado Internet.
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Enviado: Mar 21/03/00 10:28 AM
Asunto: Por qué odio a Davis Ferguson
Porque se burla de mi respeto por la Perfección. Y porque es un mentiroso. Nuestro último encuentro tuvo lugar en Nebraska: en un Denny’s, una cadena de la que ni siquiera es dueño. Su objetivo al llevarme allí era ponerme incómodo y lograr que le confesara por qué he estado comprando acciones de sus numerosas corporaciones. Mientras él consumía enormes cantidades de una sustancia amarillo brillante cubierta por ríos de jarabe de arce, pensé que al menos Elvis tuvo la elegancia de morir después de una vida de consumir tales manjares. Esta bestia salvaje tuvo el descaro de proferir una carcajada en mi cara y se ufanó señalando que existía otro grupo interesado en sus acciones, y que quizá deberíamos reunirnos todos, para que yo aprenda una cosa o dos acerca de cómo hacen las cosas los viejos buenos muchachos por casa. Adelante, le dije, reservándome que también tengo informantes entre ellos.
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Enviado: Mier 29/3/00 12:18 AM
Asunto: De tal palo tal astilla
En 1982, el Departamento de Justicia decretó que cierto monopolio que controlaba el 80% de la producción de silicato (ingrediente clave en la manufactura de microprocesadores) debía abandonar su posición en el mercado. Sin perder un segundo, Davis Ferguson vendió sus intereses con grandes beneficios a una entidad transoceánica perteneciente a un trust cuyo principal beneficiario ignoraba la transacción y no estaba enterado de cuán rico era realmente.
Terry Davis, por su parte, se despertó hoy al mediodía, hora temprana para él, en el loft de Tribeca que le compraron por cinco millones, antes del aumento en los alquileres de Nueva York. Pasó los siguientes veinte minutos revolviendo entre sus sábanas Pratesi, zapatos Prada, botellas vacías de Cristal, Ketel One y Vicodan, esquivando sus varios compañeros de cama (cuyos nombres y fetiches se le escapaban en ese momento) hasta que encontró el último de los frasquitos de Amber, que estaba casi vacío. Le alcanzaron para impulsarlo al baño, que mide más de cuarenta metros cuadrados y aparece en la próxima publicidad de Gucci. Así es como Terry se mantiene: alquilando a alguien esas cosas que no tuvo que comprar: su casa, su cara, su cuerpo, lo que sea. Porque Terry, virtualmente, no tiene dinero. Después de una década de vanas rehabilitaciones, vive en el lujo, pero es incapaz de comprarse siquiera papel higiénico. Por eso aceptó ansiosamente la invitación a almorzar de Simone de Reveney, que le fue entregada en mano en la puerta de su casa.
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Enviado: Mar 04/04/00 12:18 AM
Asunto: El arte del Arreglo
Davis Ferguson se despertó con sentimientos de Náusea y Desesperación. Porque fue anoche cuando descubrió que las acciones del trust que había inventado para fingir que cumplía con las regulaciones del Departamento de Estado acababan de ser vendidas a Simone de Reveney. Como medida de seguridad, el nombre de Davis Ferguson no aparece en ninguno de los documentos de la compañía fantasma. Todos los papeles están a nombre de su hijo, Terry, quien, según su padre, ignora que es dueño de algo e ignora el verdadero valor de ese algo. Pero, ahí tienen, se le pueden enseñar nuevos trucos a un perro viejo. Davis Ferguson sabe que no hay relación más honesta que aquella entre dos personas que no confían ni se gustan la una a la otra. Así que me llamó, y dijo que teníamos que hablar. Yo dije bueno, hablemos, lo invito a almorzar a Le Cirque y, por favor, vístase con propiedad.
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Enviado: Jue 06/04/00 12:18 AM
Asunto: Comiendo con Calígula
Davis Ferguson estaba más incómodo en Le Cirque que yo en Denny’s. “Creí que este lugar no seguía un código de etiqueta”, dijo Davis, sumamente ridículo en un saco que tuvo que aceptar en el guardarropas, porque había llegado en camisa. Anticipando esto, yo le había pagado una generosa propina a la chica que alquilaba sacos para que escondiera todos los elegantes, de modo que sólo dejó uno color rojizo que instantáneamente convierte a quien lo usa en un vendedor de autos usados. “Todos tenemos cosas que ocultar”, dijo Davis, con la boca llena de percas chilenas que acompañaba con papas y vino tinto. “Creo que los dos sabemos de qué estoy hablando. Necesito alguien que pague un precio más alto por esas acciones, alguien que quiera firmar un contrato exclusivo por un precio fijo después de una transferencia de las acciones a una tercera parte, con ganancias, por supuesto”.
“Ese alguien vendría a ser yo, ¿correcto?”
Él asintió mientras se sacaba un hueso de la boca con el pulgar.
“Lo voy a pensar”, le dije, mientras le pedía al camarero que le trajera un recipiente lleno de agua para lavarse los dedos.
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Enviado: Lun 10/04/00 12:18 AM
Asunto: Buenos días, Davis Ferguson
Me despertó el teléfono. Contesté con ese tono demasiado confiado que uno usa para ocultar el hecho de que acaba de ser despertado. “Habla Simone. Ven urgente al Pierre. No puedo decir nada más por teléfono.” Y colgó. Unos minutos después llegué al lobby, me anuncié, y fui depositado en el palier privado de Simone en el piso 39. Ella misma abrió la puerta, en un salto de cama Hermès sobre pantalones de seda y pantuflas de terciopelo con el monograma de la familia De Reveney, un león sobre espadas cruzadas. Se acercó a una elaborada bandeja cubierta en lino blanco, sobre la que descansaba una vajilla completa de té, en plata maciza (de una subasta de Windsor) y cestas de seda entretejida, repletas de croissants recién horneadas y panecillos. Cuando estaba levantando la tapa de la sopera central descubriendo un arco iris de fruta fresca, la preocupación ensombreció su perfil quirúrgicamente refinado. Se dio vuelta y dijo: “Olvidaron la papaya. Ah, y Davis Ferguson está muerto. ¿Café?”
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Enviado: Mar 11/04/00 01:08 PM
Asunto: Jean Otra Vez
Llevábamos separados casi dos años, y la mayor parte del tiempo, ésos resultaron los mejores momentos de nuestra relación. Yo no tenía apuro en terminarlos. Desafortunadamente, ella sí. Había conocido a otra persona. Alguien que escucha sus secretos. Alguien que sabe cuánto vale el boleto de autobús. Alguien que sabe colgar una hamaca. Me dijo todo esto mientras almorzábamos, en un lugar que yo desconocía, lejos de Madison, un antro italiano nada de moda, pero que servía excelente fusilli. Entré, la vi a lo lejos, y de repente todo mi odio hacia ella desapareció. Estaba dispuesto a darle todo lo que quisiera, mi objetivo ya no era ganarle, sino seguir con mi vida. “Creo que conoces a Robert”, dijo ella mientras yo me sentaba. No esperaba que la tercera parte estuviera presente, esa tercera parte con la que ella se tomaba de la mano bajo la mesa. “No pienso en usted con su nombre de pila”, le dije, Dr. M.
Supongo que lo recuerda. Y déjeme agregar que parecía un búho, mucho más de lo que yo recordaba.
“Creo que estará de acuerdo conmigo en que es lo mejor que terminemos nuestras sesiones”, dijo usted. “Pero tengo esperanzas de que entremos en esta nueva fase de nuestra relación juntos, que los tres nos convirtamos en una familia que se apoya mutuamente. Digo, cuando Jean y yo nos casemos...” No pude terminar de escucharlo por el ruido del vaso de vino que estalló en mi mano. Un pequeño reguero de sangre dejó huellas desde la mesa hasta la puerta, mientras abandonaba el restaurant.
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Enviado: Miér 12/04/00 08:37 PM
Asunto: Le Corps Du Davis
Sé qué le pasó a Davis Ferguson. Lo sé todo porque mis espías están en todas partes. Terry Davis conquistó al portero del Hampshire House, quien le dio las llaves del penthouse de su padre, un piso 36 que da a Central Park. A la izquierda se alzan los hogares de Calvin Klein, Yoko Ono, Steven Spielberg y un servidor. A la derecha, las aún más imponentes residencias de los Rockefeller que quedan, Jean, y otros que mejor dejar en el anonimato. Terry Davis temía a su padre, así que había tomado un Xanax y estaba fumando un porro cuando su padre entró al living. “Qué haces aquí”, aulló a su hijo. Terry le dijo que sabía todo acerca de la compañía en Suiza, y que si no le daba el dinero que era suyo iba a entregarlo. Todo eso le gritó a su súbitamente ceniciento padre, quien amagó caerse sobre una silla, pero erró y atravesó sin proponérselo una mesita baja de vidrio. En el proceso los vidrios le cercenaron una arteria. La sangre embadurnó a Terry y su traje Jil Sander de tweed claro, mientras Davis Ferguson quedaba finalmente empalado en la base de hierro de la mesita, que de todos modos era una mala copia de un Giacometti.
Terry, siempre valiente, abandonó de inmediato el departamento, anunció al conserje que su padre se había caído y no podía levantarse, corrió al Pierre y entró al departamento de Simone de Reveney.
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Enviado: Jue 13/04/00 01:57 PM
Asunto: Ultima sesión de terapi-@
Me pregunta cómo afectaría nuestra terapia la revelación de que está envuelto en una relación seria con mi futura ex esposa Jean. ¿ESTA LOCO? EL HECHO DE QUE NO SE ESTE ARRANCANDO LA LAPTOP DEL CULO MIENTRAS HABLAMOS ES UN TESTIMONIO CLARO DE QUE PUEDO CONTROLAR MI VIOLENCIA Y MI DESEO DE DESTRUIR, MUTILAR Y MATAR. Lo que sería señal de que ha hecho un excelente trabajo en tan breve temporada, pero creo que lo más seguro es asumir que nuestra relación profesional ha terminado. Es irónico pensar que yo la envié a su departamento para obtener información que eventualmente usaría en su contra en el divorcio, y que todo haya terminado en una historia de amor. Creo que me lo merezco. No es que me haga feliz. Y estoy de acuerdo con el consejo que le dio a Jean: es cierto, para que ella tenga una vida feliz y libre, debe dejar de depender en un estilo de vida que se apoya en mi dinero. La ironía es que yo estaba dispuesto a darle lo que quisiera, sólo para evitarle más sufrimientos a PB Jr.
Que sean felices. ¿Sorprendido?
Una sola cosa. Nunca le diga papá. Ese título es mío.
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