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REPORTAJE EXCLUSIVO A JOSE LUIS MACHINEA. IMPUESTOS, PRIVATIZADAS Y LA ECONOMIA DEL 2001
“No hay más necesidad de responder al mercado”

En diálogo con Página/12, el ministro de Economía defendió su gestión y aseguró que “se acabaron las malas noticias”. No prometió nada para alentar el consumo y afirmó que la gente tiene que esperar el crecimiento para perder el miedo. Explicó que con las privatizadas las negociaciones fueron duras y desafió: “Dicen que somos flojos. ¿Flojos con quién?”.

Por Alfredo Zaiat
y Raúl Dellatorre

El blindaje financiero y la baja de tasa decidida por la Reserva Federal le cambiaron el humor a José Luis Machinea. En un reportaje exclusivo con Página/12 afirmó que “no fue trabajo sucio” la suba de impuestos, la rebaja de sueldos estatales, el recorte a las jubilaciones dispuesto en la controvertida reforma previsional ni el aumento de tarifas en servicios privatizadas. “No me arrepiento de ninguna de esas medidas”, aseguró y, ahora, dijo que “se acabaron las malas noticias. Y provocó: “Dicen que somos flojos en las renegociaciones con las privatizadas”. Para luego detallar los acuerdos con las empresas, adelantando el que hoy se conocerá con Aguas Argentinas, que incluye “una indexación del 1,5 por ciento en lugar del 5,2 por ciento previsto en el contrato, que la empresa aceptó”. “Ya no hay necesidad de hacer política respondiendo al mercado”, acotó, con el blindaje como escudo. Y acompañado por sus dos más estrechos colaboradores, Miguel Bein y Pablo Gerchunoff, hasta se permitió bromear sobre su continuidad en el cargo: “¿Renunciar? ¿Qué es eso?”.
–¿Terminó con el trabajo sucio o falta más?
–No fue trabajo sucio. Fue necesario. Terminamos con las grandes reformas que teníamos en carpeta: reforma laboral, el acuerdo con las provincias, sistema jubilatorio, obras sociales.
–Me refería a otras medidas como trabajo sucio: aumento de impuestos, baja de salarios, baja de las jubilaciones y aumento de tarifas.
–Eran medidas necesarias. No me arrepiento de ninguna de ellas. Eran para asegurar la solvencia fiscal de corto y largo plazo.
–¿Y ahora qué sigue?
–Ahora hay margen para brindar un esfuerzo grande y tener éxito con cuestiones vinculadas a la producción. Si no despejábamos el horizonte, con las cosas que tuvimos que hacer el año pasado, no íbamos a tener resultados en el sector de la producción.
–Desde la semana pasada, en su mesita de luz tiene la foto de Alan Greenspan (titular de la Reserva Federal) con un “Gracias” inmenso.
–Tendría que haber tenido la foto de Greenspan con alfileres al año pasado...
–En una de esas dio resultado...
–Hace 45 días nosotros veíamos una baja de la tasa de interés, aumento de los precios de los productos que Argentina exporta y un apreciación del euro. Todo eso se está dando más rápido de lo previsto, pero esa era claramente la tendencia. El año pasado las variables externas fueron muy desfavorable; y en este, serán muy buenas.
–¿Qué es más importante, el blindaje o la baja de tasas?
–Ambos. El blindaje era fundamental para eliminar la incertidumbre, tanto interna como internacional. La rebaja de tasa ayuda a reducir más rápidamente el riesgo país.
–¿Por qué Argentina necesitó del rescate financiero y Brasil no, país que tiene indicadores externos iguales o peores?
–Quiero recordar que Brasil tuvo una ayuda financiera mayor que la Argentina a comienzos de 1999. Brasil lo hizo en un contexto de crisis después de una devaluación, y nosotros no. Lo hicimos en carácter preventivo.
–¿Cuál fue la frustración más grande en su primer año de gestión?
–Que la economía no haya crecido y no haya bajada la desocupación.
–¿Y la pobreza?
–La tasa de desempleo está emparentada con la pobreza. Si no bajamos la desocupación, tampoco disminuimos la pobreza.
–¿El denominado “mercado” fue ingrato con su gestión?
–Hubo un conjunto de factores. De afuera, la suba de la tasa y la volatilidad de los mercados emergentes. De adentro, además de los problemas políticos asociados a la renuncia del vicepresidente, hubosectores internos que jugaron a que no había salida y echaban toda la culpa al ministro de Economía.
–Ya que están culminando las reformas acordadas con el FMI para responder a los ataques del mercado. ¿Qué cosas más tienen para ofrecer en caso de otras embestidas?
–No hay más necesidad de responder al mercado, sino seguir avanzando en poner en marcha esas reformas. La Argentina ha terminado con las reformas centrales. Ahora queda la reforma del Estado.
–¿Y la vulnerabilidad frente a los ataques del mercado?
–Las reformas realizadas, la reducción de impuestos y el blindaje son nuestras defensas. El blindaje disminuye fuertemente la incertidumbre sobre la capacidad del país de conseguir colocar deuda en el mercado.
–¿Quién lo defraudó?
–Sería injusto nombrar a uno sólo (sonrisas)
–¿Cómo será el 2001 para la gente?
–Van a empezar a perder el miedo a perder el empleo con el crecimiento económico. La tasa de desempleo bajará. Las expectativas serán mejores.
–¿Por qué?
–Porque ahora tenemos una economía estancada. La economía va a crear puestos de trabajo. Será un proceso gradual. Reduciremos el desempleo a un ritmo de no menos 1,5 por ciento por año. Así, el miedo empezará a desaparecer.
–¿Qué medidas tomará para alentar el consumo?
–Ninguna especial. Todas las medidas están sobre la mesa. No hay medidas macroeconómicas muy importantes. Habrá trabajo con diferentes sectores para acelerar inversiones.
–¿No habrá medidas para bajar la tasa de interés?
–Lo que haremos es continuar con la línea que hemos tenido. Poner en marcha políticas para las pymes. Continuar con los fondos fiduciarios en las provincias. La Ley de Leasing va a colaborar. El rol del Banco Nación ayudará. Pero lo más importante para reducir la tasa de interés es la disminución del riesgo país y el ingreso de capitales.
–Cuando no era ministro era muy crítico de la renegociación del contrato y del aumento de tarifas de Aguas Argentinas. ¿Y ahora qué está haciendo?
–Dicen que somos flojos con las renegociaciones. ¿Flojos con quién? Flojos con el acuerdo de supermercados y proveedores. Flojos con obligarle a Endesa a vender parte de sus acciones en Edenor o en Edesur. Flojos con la norma que fija más competencia en el mercado de combustibles. Flojos con la negociación con los corredores viales, que no ampliamos el plazo de la concesión y eliminamos la indexación. Flojos con Aerolíneas Argentinas, que la salvamos de la quiebra y cuidamos los puestos de trabajo. Flojos con Aguas Argentinas, que le correspondía una indexación de tarifas del 5,2 por ciento por el contrato que firmó el gobierno de Menem, y nosotros logramos que el aumento sea sólo del 1,5 por ciento y la empresa aceptará esa rebaja. Además, habrá un ajuste de poco más del 3 por ciento anual en cada uno de los próximos cinco año para inversiones, recursos que se pondrán en un fondo fiduciario que liberará el dinero contra certificados de obra. También se devolverá el dinero por los cargos de conexión cobrado a la gente. ¿Flojos con quién? Hemos tenido peleas muy duras con las empresas en un contexto donde existe un marco legal. En ese marco legal hemos defendido los derechos de los consumidores. Y nos hemos peleado duramente con las empresas.
–Pero en cada una de las renegociaciones con las privatizadas, el saldo fue un aumento de tarifas. ¿Está haciendo lo mismo que antes criticaba?
–Había contratos vigentes. En todo momento hemos negociado esos contratos para rebajar el aumento de tarifa previsto. No hemos sido flojos con las empresas privatizadas. Fuimos todo lo duro que podíamos ser en un contexto en el cual existían contratos vigentes, y había una seguridadjurídica que mantener. Y en ese escenario siempre reducimos las tarifas sustancialmente respecto a lo que correspondía.
–¿Cuándo pensó en renunciar?
–¿Qué es eso? Pude haberlo pensado, pero nunca seriamente.

Frases
“No hicimos trabajo sucio. Las medidas fueron necesarias. No me arrepiento de ninguna de ellas.”
“Hace 45 días nosotros veíamos una baja de la tasa de interés, aumento de los precios de los productos que Argentina exporta y una apreciación del euro.”
“El año pasado las variables externas fueron muy desfavorables; y en éste, serán muy buenas.”
“Mi frustración más grande fue que la economía no haya crecido y no haya bajada la desocupación.”
“No hay más necesidad de responder al mercado.”
¿Quién lo defraudó? –Sería injusto nombrar a uno solo.
¿Qué medidas tomará para alentar el consumo? –Ninguna especial.
“Dicen que somos flojos con las renegociaciones. ¿Flojos con quién?”
¿Cuándo pensó en renunciar? –¿Qué es eso? Pude haberlo pensado, pero nunca seriamente.

EN EL CENTRO, CON LIMITES DADOS POR EL MERCADO
“Hemos defendido a la gente”

–En el gabinete hay otros tres economistas (López Murphy, Adalberto Rodríguez Giavarini, Colombo). Usted tiene la posibilidad de armar un equipo económico de “lujo”, siendo ministro. ¿Qué cargo le asigna a cada uno de ellos?
–Yo ya tengo un equipo económico de lujo. Cada uno de ellos están cumpliendo un rol muy importante en sus áreas.
–Vamos, un poco de imaginación...
–Cualquiera de ellos podría ser ministro de Economía. No me los imagino en mi equipo económico.
–¿Usted es de centroderecha o de centroizquierda?
–De centro.
–¿Y mira más a la derecha o a la izquierda?
–Trato de hacer una política que tome en cuenta a los mercados. Nadie gobierna hoy en día en el mundo sin tener en cuenta cuál será la reacción de los mercados. Pero dentro de esa política hemos defendido a la gente, por ejemplo en la negociación con las privatizadas. Y cuando tuvimos que tomar medidas duras, tratamos que castigaran lo menos posible a los sectores de menores ingresos. ¿Qué es ser progresista hoy en día?
–¿Qué es?
–Es tomar los límites dados por la economía global, los mercados, y tratar de tomar las medidas que favorezcan a los sectores de menores recursos. Es un proceso gradual. Y que tiene que ver, básicamente, con el crecimiento. Si uno tomara un grupo de medidas que supuestamente benefician a los sectores de menores ingresos y como consecuencia hay muchos años de estancamiento, terminamos perjudicando a esos sectores.
–O sea, que en el primer año fue de centroderecha, y ahora aspira a ser de centroizquierda.
–En el primer año tuvimos que tomar medidas duras. Esas medidas estuvieron siempre pensadas con un sesgo lo más progresista posible, aun la reforma impositiva.
–En la cancha de Boca, luego de que Argentina saliera campeón del mundo en 1986, se colgó una bandera con la leyenda “Perdón Bilardo”. ¿Usted espera lo mismo?
–Nunca le ponen una bandera al ministro de Economía. Solamente que diga perdón (risas). En realidad, lo que espero es que baje la tasa de desocupación.

Cavallo
José Luis Machinea sufrió, como presidente del Banco Central, una campaña en contra en 1989 del entonces diputado por el justicialismo Domingo Felipe Cavallo, a quien incluso se le imputó haber “operado” en el exterior para generar una fuga de capitales.
–¿Por qué lo perdonó a Cavallo?
–Nos dijimos lo que nos teníamos que decir en su momento respecto de ciertas actitudes que no me gustaron. En política hay que acordar. Y Cavallo ha tenido una actitud positiva en los últimos 90 días.

�Combatiremos las mafias enquistadas en la economía�

Por A.Z. y R.D.

La reforma impositiva estará en manos de una comisión coordinada por la Jefatura de Gabinete, pero el ministro José Luis Machinea no se siente marginado por ello, y en cambio dice que Economía participará activamente en la misma. Pero admite que el combate contra la evasión es una asignatura pendiente. “Vamos a dar una batalla frontal contra las mafias enquistadas en determinados sectores”, prometió el ministro, que eligió como primer frente de combate a la adulteración en la comercialización de combustibles.
–¿El Ministerio de Economía quedó al margen de la definición de una política tributaria con la creación de la comisión de diseño de una nueva estructura impositiva?
–Para nada. Un par de personas de Economía estarán en esa comisión.
–¿Cómo explica que el Gobierno convoque especialistas para que aporten ideas y definan la política tributaria? ¿No tiene una propuesta propia?
–Muchos en Argentina hablan de que es necesario hacer una reforma. Entonces, es bueno juntarlos a todos y hacer una cosa razonable. Si no, se lanzan ideas sueltas y casi siempre se refieren a que hay que bajar impuestos. Tiene que haber un ámbito para que se discuta en una forma más racional y definir cómo cambiar gradualmente la estructura impositiva. Lo que hay que hacer, a mi criterio, es bajar impuestos distorsivos.
–¿Bajarán impuestos en el 2001?
–Si algo puede haber como novedad, será baja de impuestos. Pero para este año, lo más importante como rebaja ya fue anunciado.
–¿Estudian eliminar el IVA que aplican las administradoras de las tarjetas de crédito en los resúmenes de cuenta?
–Sí. Puede haber cuestiones puntuales como la mencionada. Pero serán cosas relativamente pequeñas. Nada importante ni relevante.
–¿Están evaluando el impuesto a los graduados universitarios?
–Tendrán que hablarlo con el ministro de Educación.
–¿Usted coincide con quienes sostienen que en Argentina los ricos no pagan mucho de impuestos?
–El nivel de evasión es generalizado. Algunos sectores de altos ingresos no pagan impuesto a las Ganancias. Pero la evasión es mucho más amplia.
–No fueron muy exitosos en la lucha contra la evasión y el contrabando...
–No. Es una de las asignaturas pendientes. Los avances en la Aduana fueron muy importantes. En la AFIP se ha mejorado en la informática, pero cuando la economía no crece es más difícil reducir la evasión.
–¿Detectaron la existencia de mafias económicas?
–Sí. Estoy empeñado en la lucha contra la evasión en los combustibles, donde hay mafias. Pero ese motivo es la batalla por el control de las naftas (vendidas en provincias) patagónicas y del solvente para uso industrial. Había más de 700 empresas inscriptas para poder comprar solvente desgravado, y ya hemos reducido esa lista a 197, lo que va a reducir la evasión en más de 100 millones de pesos. Y vamos a hacer un control muy estricto sobre el uso que se le dé en cada una de ellas. Es un sector en el que hay mafias enquistadas, y vamos a dar una batalla frontal contra ellas.
–¿Esperan tener apoyo de las empresas refinadoras, que son las que elaboran el producto y además tienen el control de la comercialización?
–Hasta aquí hemos actuado nosotros. Ahora empezaremos a reunirnos con las cámaras del sector y con las empresas más importantes.
–Otros sectores, como el comercio, sostienen que existen otras mafias que son más evidentes y actúan a la luz del día, como las ferias del Mercado Central y de La Salada, con ventas de artículos que se sospechan ingresados de contrabando. ¿Qué están haciendo?
–Hay que ir fuerte contra los que operen en esas ferias.
–¿Qué necesitan para avanzar? ¿Respaldo, voluntad política?
–Se requiere no sólo respaldo político sino recursos humanos suficientes. Lo que sucede es que hubo demanda excesiva sobre las tareas de la AFIP, y también hubo problemas operativos con la restricción presupuestaria, pero lo estamos viendo para resolverlo.

“¿Qué es ser progresista hoy?”
–¿Aspira a que el Congreso convalide la reforma previsional?
–Sí. Espero que salga una ley que confirme la reforma.
–¿Y el Frepaso?
–Va a trabajar dentro de la Alianza. Conversaremos durante las próximas semanas.
–¿Sobreactuaron con la reforma previsional?
–No. Era absolutamente imprescindible para dar una señal clara de la solvencia de largo plazo. Como estábamos aumentando el déficit fiscal de corto plazo respecto al previsto, entonces teníamos que dar un mensaje contundente de que mejorábamos en el largo. El acuerdo con las provincias y la reforma previsional eran dos piedras imprescindibles.
–Pero había tiempo hasta el 30 de mayo, según el acuerdo con el FMI, para tener aprobada la reforma previsional.
–No había tiempo. No es una cuestión con el FMI. El Poder Ejecutivo había mandado una reforma a mediados de año al Congreso...
–Era diferente...
–Bueno, pero el ahorro fiscal que había era sustancialmente el mismo. Pero esta reforma es mejor. Es más progresiva.

 

 

 

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