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Machinea recobró oxígeno haciendo larga la deuda

El canje de deuda de corto plazo (hasta cuatro años) por otra de largo (a cinco y once años) ofrecido por Economía sedujo a los acreedores. Hubo ofertas por 8000 millones de dólares.

Daniel Marx y Julio Dreizzen, secretario y subsecretario de Finanzas, vuelven a sonreír.

Por Claudio Zlotnik

Economía recibió propuestas de canje de bonos por un total de 8000 millones de dólares, un monto que supera con creces el objetivo oficial de intercambiar títulos por 3000 millones. La oferta que hicieron llegar bancos, AFJP e inversores particulares supone la cuarta parte del volumen total de títulos sujetos a la operación. De esta manera, José Luis Machinea puso en marcha el intercambio que forma parte del blindaje, y cuyo resultado final se sabrá esta mañana. A las 10.30, se darán a conocer los “premios” que el Gobierno deberá pagarles a los inversores para que éstos acepten desprenderse de los bonos cortos para tomar a cambio títulos que vencerán en 2006 y 2012. En la city creen que ese sobrecosto tendrá un techo del 2 por ciento sobre el precio mínimo de rescate que fijó el Palacio de Hacienda.
La piedra basal de este Festival del Trueque se colocó ayer, cuando Economía dispuso las tasas de interés que devengarán los nuevos bonos, a 5 y 11 años de plazo, que se emitirán en reemplazo de títulos públicos de corto: serán del 11,75 y 12,375 por ciento anual respectivamente. Tal como se presumía, esos costos se ubicaron en línea con los precios de mercado.
Según pudo saber este diario, la mitad de las ofertas recibidas por Economía pertenece a inversores extranjeros. Y el hecho de que el monto de las propuestas supere con holgura los pronósticos oficiales (el canje del año pasado sumó ofertas por 5900 millones) redundará en que el equipo económico tendrá más aire para seleccionar las sugerencias que más le convengan.
Ayer, Economía cumplió con los requisitos para lanzar el canje. Uno: estipular las tasas de los bonos que reemplazarán a los que ahora pretende rescatar. Dos: fijar los valores mínimos de rescate de los títulos en circulación y recibir las propuestas de bancos, AFJP e inversores particulares. Esos precios fijados por Economía para cada bono también estuvieron de acuerdo a los de mercado. Una recorrida por la city permitió saber que las entidades financieras y los fondos de pensión reclamaron valores superiores, aunque Economía fijaría los “premios” entre 0,7 y 2 por ciento, de acuerdo a los títulos que vaya a rescatar.
Al respecto, la intención de Machinea es darles prioridad a los bonos de más corto plazo. ¿Por qué? Lo dijo el propio ministro: “Aliviar el cuello de botella en los vencimientos”. Entre 2001 y 2005, la Argentina debe refinanciar pasivos por unos 14.000 millones de dólares anuales, monto al que se deben sumar el déficit fiscal y la emisión de Letras del Tesoro, que varían año a año. En cambio, las obligaciones descienden hacia el 2006 y 2007 (5000 y 2000 millones, respectivamente). La estrategia del Gobierno, entonces, es patear hacia adelante los próximos vencimientos para descomprimir la situación del corto plazo. “Es lo primero que se fijan los bancos de inversión para calificar el riesgo crediticio del país”, señaló Machinea.
En este escenario, es lógico que los bonos que más le interese levantar a Economía son aquellos con vencimientos entre este año y el 2005. Entre los que terminan en 2001, el mayor volumen estará determinado por los “Bocones” (en total circulan 5310 millones entre los nominados en pesos y los dolarizados), que en su mayoría están en manos de bancos y AFJP. Además, al Gobierno le conviene rescatarlos porque por ellos debe pagar amortizaciones e intereses todos los meses. En cambio, habría escasas ofertas por el Bonte 2001 ya que, en su mayoría, está en poder de inversores individuales, pocos propensos a alargar el plazo de su deuda por un título que vence en 101 días. Después de los “Bocones”, los bonos que más seducen a Economía son los Bontes 2002; 2003; 2004; 2005 y los Brady FRB, que en conjunto representan la mitad de los bonos en circulación que el Gobierno está dispuesto a canjear: 15.770 millones de dólares.
Por otra parte, Machinea salió al cruce de quienes lo critican por haber decidido nuevas emisiones de largo plazo, ya que éstas le cuestan más caroal Estado. “Si fuera tan fácil, colocaríamos todas Letes a 91 días con tasas más baratas. Si lo hiciéramos, el país volaría por los aires por la acumulación de vencimientos”, argumentó el ministro.

 

Preocupación por el real

La cotización del real superó ayer la barrera de las dos unidades por dólar, al cerrar en 2,005 por cada divisa estadounidense. La depreciación de la moneda brasileña –que la semana pasada cotizaba a 1,90– fue atribuida a problemas políticos internos. Justamente, ésa fue la lectura de José Luis Machinea: la caída del real “no es una cuestión permanente y se debe a algunos ruidos políticos”, reseñó. Lo cierto es que, en medio de la incertidumbre, empresas y bancos brasileños salieron a hacerse de billetes verdes. La devaluación del real puso nerviosos a los financistas, un estado de ánimo que se potenció por las fuertes bajas en Wall Street. En Estados Unidos, los flacos balances que están mostrando las empresas debido a la desaceleración de la economía hizo que el Nasdaq (panel tecnológico) cediera 2,1 por ciento, aunque el Dow Jones bajó apenas el 0,1. El malhumor se extendió por toda la región. El índice de acciones líderes MerVal cayó 1,7 por ciento, y acumula una caída del 5,4 por ciento en lo que va del mes. Por su parte, los títulos públicos también registraron bajas, a pesar de la operación de canje que puso en marcha el Gobierno. En el caso de los Globales, la merma resultó de entre 0,5 y 1 por ciento. En tanto, las bolsas de México y Brasil también registraron pérdidas. La primera, de un 1,5 por ciento, mientras que San Pablo retrocedió 1,1 por ciento.

 

ESTRATEGIA PARA QUE LA PRODUCCION “HAGA RUIDO”
Promesa de créditos a pymes

La Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa lanzó la “Estrategia para reducir el costo financiero para pymes”. El nuevo plan combina el rol de las Sociedades de Garantías Recíprocas con los Fondos Fiduciarios Regionales e involucra la participación de la Nación, las provincias, el BICE y el Banco Nación. El objetivo principal es que las pymes accedan a tasas similares a las pagadas por las empresas de primera línea. Los anuncios, sin embargo, no conforman a los dirigentes del sector, que señalaron que se trata de medidas para el largo plazo y reclamaron acciones más inmediatas.
El Gobierno quiso dar especial énfasis al lanzamiento de la largamente prenunciada Estrategia. La presencia de Chrystian Colombo, José Luis Machinea y el propio presidente Fernando de la Rúa brindó al secretario de la Pequeña y Mediana Empresa, Enrique Martínez, el marco adecuado. El acto permitió al presidente disfrutar de un nuevo anuncio y al equipo económico reafirmar su perspectiva de que todo desarrollo se origina en la baja de tasas de interés.
Actualmente, alrededor del 30 por ciento de las acreencias totales del sistema financiero, cerca de 30.000 millones de pesos, corresponden al sector pyme. Este pasivo tiene su origen principal en los descubiertos en cuenta corriente, a los que se aplica una tasa exorbitante. En el circuito financiero formal esto se debe a la falta de garantías reales para acceder a crédito genuino a tasas razonables en el largo plazo.
Según explicó el secretario Enrique Martínez, el plan buscará generar condiciones para que las pymes tengan garantías reales, así como sumar fondos específicos para financiar al sector. Para esto, siguiendo el modelo exitosamente aplicado en Italia, España y Alemania, se combinan dos instrumentos preexistentes, las Sociedades de Garantías Recíprocas sectoriales y los Fondos Fiduciarios Regionales de Inversión (FRI). Para Martínez esto “permitirá equiparar las condiciones crediticias de las Pymes con las de las firmas de primera línea” y “constituir un sistema realmente federal”. Según el secretario, la responsabilidad de crecer no recaerá ahora sólo en el Estado, sino también en las propias empresas, las que “deberán afrontar el desafío de un muevo instrumento de transformación y acceder a él por medio de un cambio cultural. Deberán asociarse con empresas similares y tomar conciencia de que el propio negocio se consolida a través de la acción colectiva”.
Osvaldo Cortesi, vicepresidente del BICE, explicó que los FRI –integrados por las regiones, el BICE y el sector financiero– que se crearán a pedido de las provincias, regiones o sectores productivos que expongan la necesidad de dinero para fines específicos.
Tras los anuncios, el vicepresidente de la Confederación General Económica (CGE), César Tortorella, reclamó “cosas concretas para darle a la gente, que es plata”. En tanto, el titular de la Coordinadora de Actividades Mercantiles (CAME), Osvaldo Cornide, sostuvo que “éste es un instrumento de largo plazo y aquí estamos ante un problema urgente, porque las pymes necesitan refinanciamiento de pasivos”. “Es una propuesta positiva para el futuro, pero yo hablo del presente: hay que tomar medidas para reactivar el mercado interno, no hay otra forma de que las pymes vendan más”, concluyó.
Quien sí se mostró optimista con la Estrategia fue el presidente Fernando de la Rúa. Al término de los anuncios hizo votos para que “el crédito llegue a todos y se sienta en toda la República el ruido de la producción”.

 


 

ESPAÑA VENDE ACCIONES DE IBERIA
Aerolíneas sola y espera

Después de varias postergaciones, el gobierno español prevé comenzar en abril la oferta pública de acciones de Iberia que aún tiene en su poder. Con esta venta, que planea ejecutar en tres etapas, la administración española culminaría un proceso de privatizaciones que inició en 1996.
A través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, el Estado español aún detenta el 54 por ciento de las acciones de la compañía. El resto se prorratea entre un 6 por ciento en manos del personal, el 9 por ciento de la British, el 1 por ciento de American Airlines y el 30 por ciento a cargo de los llamados inversores institucionales. Entre éstos se encuentran la Caja de Ahorro de Madrid (10 por ciento), el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (7,3 por ciento), Altadis (6,7), el Corte Inglés (3 por ciento) y la Confederación Española de Cajas de Ahorro.
La valuación de aquel 54 por ciento a privatizar se aproxima a los 1500 millones de dólares. La venta prevista en tres series incluirá entre los potenciales compradores de esos títulos a los empleados, quienes ya son dueños de una porción minoritaria del paquete. Iberia tiene, junto a la SEPI, el paquete mayoritario de Aerolíneas Argentinas.

 

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