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RENUNCIO CAPUTO EN CIENCIA Y TECNICA; ASUMIRIA ADRIANA PUIGGROS
Crónica de un final muy anunciado

 Después de esperar durante meses que le encontraran otro lugar, Dante Caputo se alejó del cargo. Dijo que �faltó voluntad política y plata� para realizar los cambios en el área, pero eludió personalizar la crítica en el Presidente, de quien dependía. Aspira a competir por un cargo legislativo.
El ahora ex secretario para la Tecnología, la Ciencia y la Innovación Productiva, Dante Caputo.
Evitó un portazo, pero criticó implícitamente al secretario de Comunicaciones, Henoch Aguiar.

Por Nora Veiras 

Después de casi un año en el que consiguió un inusitado consenso en su contra, Dante Caputo esperó cuatro meses que le encontraran otro lugar en el gabinete y se cansó: ayer presentó su renuncia �indeclinable�. Es un hecho que la Secretaría para la Tecnología, la Ciencia y la Innovación Productiva será reestructurada y dejará de depender de Presidencia. El área de Ciencia y Técnica retornará a la órbita de Educación y la diputada frepasista Adriana Puiggrós es la candidata con más chances para el cargo. �Es razonable que vuelva a este ministerio�, consideró en diálogo con Página/12 el ministro Hugo Juri. El sector de Tecnología será centralizado en la Secretaría de Comunicaciones. �No fracasé, hacía falta voluntad política y plata para realizar los profundos cambios que se requieren�, dijo a este diario el ex canciller.
�¿Le faltó entonces el respaldo del presidente Fernando de la Rúa?

�Le repito lo que acabo de decir: faltaron voluntad política y recursos. El sistema científico argentino precisa ser renovado. No es la única excepción en el aparato público, necesita una reforma profunda. Las dos cosas van de la mano, porque reforma sin recursos es ajuste y recursos sin reforma tampoco es solución. Evalué que para administrar la situación yo no era la persona más adecuada, se necesita otro perfil de funcionario. Por eso propuse la necesidad de un retiro, no súbito. 
�¿Cuál es el perfil de funcionario que se necesita?
�Eso no lo defino yo.
�Se dijo que usted pasaría a presidir una Agencia de la Sociedad de la Información... 
�Yo propuse hace unos meses atrás, en noviembre, esa idea, pero no anduvo demasiado.
�¿Por qué?
�Lo deberían explicar los responsables del Gobierno, no yo. Cuando yo pensé en la necesidad de retirarme del cargo, se exploraron algunas posibilidades, pero eso tiene un tiempo de negociación, si no se hace hay que tomar la decisión de irse. Hace dos semanas se lo anticipé al jefe de Gabinete (Crystian Colombo).
�El secretario de Comunicaciones, Henoch Aguiar, se opuso a que usted se pusiera al frente de esa área.
�Aguiar quiere quedarse con el área informática.
�¿Y usted qué opina?
�Por ahora no quiero opinar. Quiero esperar.
�¿Qué quiere esperar?
�Que pasen unos días.
�¿Cómo evalúa su gestión?
�No alcanzó los objetivos. Es necesario dar un impulso decisivo a esta área y se requiere una profunda transformación estructural, recursos y cambios organizativos. Si alguien pensó que se podrían generar cambios sin estremecimientos, se equivocó; hay que enfrentar los costos.
�¿En cuánto se tendría que incrementar la inversión?
�Logramos más del 5 por ciento de incremento. Pero en diciembre y desde hace tres o cuatro semanas empecé a tener que afrontar otro problema: no de cuánta plata sino del flujo. Estar en un cargo es poner la cara para el pago a científicos, después uno tiene el problema de que no le dan los recursos comprometidos en el presupuesto. Cuando yo presenté el plan de reforma �que fue aprobado por el gabinete�, a las 48 horas se redujeron el 12 por ciento los salarios de la administración pública y a la semana se le quitó 20 millones a la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica. En esto hay tres patas: un problema organizativo, hay un problema de tamaño de recursos �alcanzar el 1 por ciento del PBI es deseable, pero no inmediato, aunque el incremento del 5 por ciento que logramos (unos 35 millones de pesos) es mayor que el acumulado en los últimos 4 años� y un flujo regular. Una prueba de la reforma queproponíamos es el Programa para Jóvenes Investigadores que por primera vez establece prioridades para menores de 40 años y ya hay más de 800 presentaciones. 
�¿Entonces no lo respaldó Economía?
�He tenido una muy buena relación. Pasamos un año complejo. 
�¿Quiere ser candidato a senador?
�No, no, yo no dije que quería ser candidato a senador.
�¿Pero quiere ser candidato?
�Veremos, veremos. No digo que no, pero no me lo planteo. Ahora me estoy yendo porque me estoy yendo (sic). 
Desde que asumió como un hombre del Frepaso en Ciencia y Técnica, Caputo cosechó desavenencias. Primero le presentó la renuncia Mario Albornoz, designado coordinador general de Investigación Científica, disconforme con la propuesta organizativa del área y la prioridad que parecía otorgarse al área de Informática. La crisis se desató con la dimisión de Pablo Jacovskis a la presidencia del Conicet después de que transcendiera el plan de reforma del sistema científico propuesto por Caputo. Ese fue el detonante del conflicto que derivó en una solicitada con más de tres mil firmas en procura de la renuncia del ex canciller.
La idea de redefinir la carrera de investigador científico, eliminando las categorías, reformular el Conicet y suprimir la carrera de técnico provocó la inefable unidad de progresistas y conservadores en contra del funcionario. Desde Diputados se empezó a promover entonces un debate para apaciguar el huracán. La presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara baja, la frepasista Adriana Puiggrós, y el nuevo titular del Conicet, Andrés Carrasco, empezaron a recibir a todos los sectores del mundillo científico para avanzar en un proyecto de ley marco.
A fin del año pasado se aprobó en comisión el proyecto y se espera que en las primeras sesiones del año Diputados lo apruebe. El incremento de la inversión del Estado a razón de un 20 por ciento anual para llegar en el 2005 a un 1 por ciento del Producto Bruto Interno (actualmente ronda 0,40 por ciento) y el impulso a otras fuentes de financiamiento (provincial, privada y crédito externo) es la propuesta de recursos. También se pretende armar un Registro Nacional de Investigadores e Investigaciones y que cada año con la Ley de Presupuesto se apruebe el Plan de Ciencia y Tecnología. De lograrse la sanción, Puiggrós se tendría que enfrentar con la tarea de poner en práctica la reestructuración que discutieron en los papeles, incluyendo cambios en la estructura de los organismos del área.
A catorce meses de haber decidido �jerarquizar� el área transfiriéndola de Educación a Presidencia, el retorno al punto de partida muestra la inexistencia de una política científica clara en manos de la Alianza. Desde el Frepaso se aseguraron de que el área siga bajo su poder: el titular del bloque aliancista, Darío Alessandro, Puiggrós y su par Irma Parentella estuvieron reunidos hace diez días con Juri y el viceministro Andrés Delich para conversar el tema. Los hombres del ex vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez, que en su momento respaldaron al canciller, se desentendían de su suerte: �El tiene su margen de decisión, no es del Frente Grande, es del socialismo popular�, repetían y se lamentaban de que haya perdido la interna en el área informática con los �Aíto�s boys�. La alusión apunta al hijo del Presidente, Fernando �Aíto� de la Rúa, quien desde el portal Educ.ar parece monitorear ese polo de inversión. 

Una cosecha de críticas en la despedida

Oportunidad perdida
Andrés Carrasco, titular del Conicet
�La gestión de Caputo fue una oportunidad perdida. Llegó a la secretaría con ideas que pueden ser discutibles, pero que sin duda eran renovadoras. Pero esas ideas no fueron entendidas y fueron rechazadas por parte de la comunidad científica. Además, él debe tener otras razones para renunciar. Es una pena, porque se perdió una posibilidad de transformar el sistema científico. Hay una intención de reformular la jurisdicción de la secretaría, pero no quisiera expedirme al respecto, porque aún no hay hechos producidos. Todo depende de cómo se haga, de cuál va a ser el rol de la secretaría, no tanto por el Conicet, pero ¿cómo quedaría la Comisión de Energía Atómica en el ámbito de Educación?�
Suma de errores
Juan Carlos Del Bello, ex secretario de Ciencia y Técnica
�Obviamente, la gestión de Caputo no fue buena. El año pasado tuvo un enfrentamiento muy fuerte con la comunidad científica al secundar la propuesta de Juan Carlos Gottifredi �secretario de Educación Superior� de transferir a los investigadores del Conicet a las universidades sin un incremento presupuestario. Eso implicaba pasar recursos del Conicet a las universidades, lo que recibió una crítica muy fuerte de la comunidad científica. Fue un error garrafal de política para el área. Desde entonces, Caputo no se pudo reponer, no pudo desarrollar una política y quedó mortalmente herido. Otro error fue eliminar el crédito fiscal para innovación tecnológica. Caputo no tuvo el apoyo del Ministerio de Economía y de la Jefatura de Gabinete.� 
Sin pena ni gloria
Patricio Garrahan, investigador del Conicet
�La gestión de Caputo fue prácticamente intrascendente porque no produjo ningún hecho nuevo. Eso generó una profunda desilusión en la comunidad científica, porque ésta mayoritariamente pensaba que el gobierno de la Alianza iba a tener una política más decidida frente a la ciencia. Caputo no fue capaz de hacer ningún cambio importante, ni siquiera pudo mantener lo que ya estaba. Ha pasado sin pena y ni gloria por la gestión. Pero ahora lo importante es cambiar esta política, este silencio absoluto en el cual las autoridades se manejaron frente a la ciencia y tecnología. A este gobierno, lo único que le interesa es balancear el presupuesto, pero eso no es suficiente para que el país funcione, ni remotamente.�
Fracaso absoluto
Luis Quesada Allué, investigador. 
�La situación de Caputo era insostenible. No fue capaz de llevar a cabo ni su propio proyecto, que fue sólo un esbozo. Ni siquiera hubo nada significativo en el tema de la revolución de las comunicaciones. No hubo nada digno de mención. Ha sido un fracaso absoluto. El mantenimiento de Caputo fue artificial. El Gobierno no sabía cómo sacárselo de encima. Se ha perdido un año en mitad de una revolución tecnológica realmente monstruosa. La diputada Puigróss no es la más indicada para la Secretaría: si bien se interesó por el tema, de allí a conocer bien el área es otro asunto. Ciencia y Técnica va a volver al esquema menemista, dentro de la órbita de Educación. Así se la someterá a toda la burocracia del ministerio.� 

 

 

 

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