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EN LAS MANOS DE MARIANO PEREL NO SE ENCONTRARON RASTROS DE FULMINANTE
Una pericia nueva para el rompecabezas

 Peritos de la Corte Bonaerense determinaron que no existen restos de pólvora o antimonio en la manos de Perel, por lo que se afirma la hipótesis de que fue otra persona la que disparó. Pero como fue Perel quien escribió el mensaje final, las nuevas pericias aún no terminan de encajar en el enigma.

El financista Mariano Perel murió en la cabaña de un apart-hotel en Cariló, junto a su esposa.
Las nuevas pericias refuerzan la idea de que en la escena de las muertes hubo una tercera persona.

Por Raúl Kollmann 
y Cristian Alarcón

Un estudio de la Asesoría Pericial de la Corte Bonaerense -.difundido ayer por la Procuración� determinó que no hay rastros de fulminante en las manos de Mariano Perel, por lo que se afirma fuertemente la hipótesis de la presencia de una tercera persona en la cabaña, un killer que apretó el gatillo dos veces, una en la nuca del financista y la otra en la nuca de su esposa. De todas maneras, es indudable que Mariano Perel fue parte de la trama ya que hay numerosas pruebas de que él escribió el mensaje final encontrado cerca de los cuerpos. Existe una posibilidad, aunque muchísimo menor, de que alguien se haya metido en la computadora de Perel dos veces sin que éste lo notara, que haya redactado el mensaje, que luego lo haya cambiado, después impreso en Antfactory �donde trabajaba Perel�, y finalmente la haya entregado al asesino profesional para que ejecutara al matrimonio. Esto habla de tres hipótesis vigentes, todas extrañas: la primera es que Perel contrató a un killer para que lo matara a él y a su esposa; la segunda es que alguien de Antfactory fue quien se metió en la computadora y después hizo matar al matrimonio con la pistola del propio Perel y, por último, sigue en pie -.aunque con menos fuerza� la variante de que el propio financista le haya pegado un tiro en la nuca a su mujer y después se suicidó, también con un tiro en la nuca. Peritos del máximo nivel sostienen que la prueba de las manos no es terminante.

El estudio de la Asesoría fue hecho de la siguiente manera:
Un laboratorista tomó en sus manos la Walther calibre 7.65 propiedad de Perel. Disparó dos veces y después se hizo un análisis de la mano del laboratorista para saber si la pistola deja rastros de pólvora o fulminante. 
Según la Procuración, se verificó que sí, que dejó rastros.
Después se tomaron las muestras de las manos de Perel y mediante un espectógrafo de masas, a través del bombardeo de electrones sobre la superficie a analizar, se determinó que no hay rastros de pólvora ni de antimonio, que es el químico que mejor se detecta.
Esto indica, con un cierto grado de controversia, que Perel no disparó y, por lo tanto, hubo alguien más en la escena de las muertes aquel domingo por la madrugada. La hipótesis que trazan los investigadores es que dos asesinos profesionales ingresaron a la cabaña, amenazaron con armas a la pareja, la obligaron a ponerse un pañuelo con éter en la boca y la nariz, con lo que el matrimonio se durmió y después el killer les pegó un tiro en la nuca a cada uno.
El grave problema que tiene la hipótesis oficial es que no puede explicar cómo hay tantos elementos que indican que fue Perel el que escribió el mensaje final en su computadora, aquel que decía, en inglés, �Soy un gringo colaborador del Citibank, muerto por no pagar el rescate de Antfactory del Citigroup�.
Las pruebas son las siguientes:
El mensaje se empezó a escribir en la computadora de Mariano Perel el jueves 1º de febrero, dos días antes de la muerte.
El primer esbozo lo hizo a las 10 de la mañana.
Utilizó la palabra gringo, que Perel solía usar. Además escribió el mensaje en inglés, idioma en el que el financista escribía todas sus notas.
Volvió a corregir algunas palabras a las 17.30. A esa hora también cambió el tipo de letra, algo habitual en Perel.
A las 17.30 lo imprimió usando una impresora ubicada en la empresa en la que trabajaba Perel, Antfactory.
A esa hora, se comunicó con un ejecutivo de la compañía para pedirle algunas indicaciones porque tenía dificultades �para imprimir un archivo�. 
A continuación borró ese documento y otros 600 megabytes de archivos y correos electrónicos. 
En la notebook hay archivos extraños denominados postmortem.doc, rip (descanse en paz).doc, queridahija.doc y queridohijo.doc. Todos estos archivos fueron grabados en un disco compacto, ya que la laptop Sony de Perel tenía una compactera que grababa. La existencia de esa compactera está en el acta firmada por todos los peritos que participaron en el estudio de la computadora. El CD con esos archivos no aparece, aunque tal vez la familia sepa algo.
Si alguien se hubiera metido en la laptop sin que Perel se diera cuenta, tendría que haberse metido a la mañana, después a la tarde, imprimirlo en la empresa y aun así no encaja la llamada hecha al ejecutivo de Antfactory pidiendo asistencia para imprimir. Si se considera que todo es una maniobra hecha por los peritos informáticos �hubo de tres distintos organismos�, también queda algo que no encaja: la empresa Skycop, que lideró la pericia informática, sostuvo que la impresora seguramente era una ubicada en Antfactory. Eso después se confirmó, sin que en ningún momento Skycop tuviera acceso a esa impresora.
En conclusión, todo indica que Perel escribió el mensaje final, además de otros mortuorios, y eso lo hace partícipe de la trama de la cabaña 32.
Así las cosas, las hipótesis que siguen rondando son tres:
Aunque parezca increíble, Perel pudo haber escrito el mensaje y contrató un asesino profesional para que matara al matrimonio. Se trata de una hipótesis difícil de sostener, pero �tal como anticipó Página/12� fue sugerida por un familiar de íntimo contacto con el financista.
Que alguien muy allegado a Perel se haya metido en su computadora, creó el mensaje, lo corrigió, imprimió y él mismo o un killer hizo el trabajo final. Las dudas sobre esta hipótesis ya han sido planteadas �todo indica que Perel redactó el mensaje�, pero no se puede descartar del todo. También Página/12 fue el medio que aportó un dato llamativo al respecto: Perel y su esposa jamás tomaban vino, tal vez un vaso por año, y en la mesa del asado se encontró una botella de un tinto del máximo nivel. ¿Lo trajo el tercer hombre que obviamente debió ser de Antfactory y tan íntimo como para meterse en la computadora?
Que Perel le haya pegado un tiro a su esposa y se haya matado. La pericia presentada ayer lo descartaría pero especialistas del máximo nivel de la Gendarmería le dijeron lo siguiente a este diario: �Es una locura científica afirmar que Perel no disparó. No es lo mismo una prueba de las manos de un laboratorista, hecha en un laboratorio, que la muestra que se tomó del cadáver, hace dos semanas y que, además, se tomó sin ningún recaudo, sin testigos y de la peor manera. Si la prueba hubiera dado que hay rastros de fulminante, entonces se habría podido decir, no con total seguridad, que Perel disparó. Pero si no aparecen los rastros, lo único que se puede decir es que no sabemos si disparó o no. La lógica era que, con la forma en la que la Policía Bonaerense levantó los cadáveres, no apareciera rastro de nada. Semejante prueba no resistiría ningún juicio oral�. 
Más allá de las polémicas, lo cierto es que la historia sigue sin encajar, pero la fiscalía debería liberar una orden de captura para uno o dos asesinos profesionales que no usaron su propia arma sino la de Perel, colocaron junto a los cuerpos un mensaje escrito por el financista y supuestamente simularon un suicidio con sendos tiros en la nuca.


Las pruebas del disco

Por R.K. y C.A.

Una fuente cercana a la investigación del crimen de Mariano Perel confirmó a este diario que en la fiscalía de Dolores se esperaban ayer pruebas salidas directamente de las oficinas de la empresa Antfactory. La más importante sería �un disco rígido externo� que Perel le prestó una semana antes de su muerte a uno de sus socios. En él se le habría traspapelado una carta que le enviaba a uno de los bancos en los que había trabajado. En ella, según las fuentes, extorsionaba a sus ex empleadores por un valor de 800 mil dólares, a cambio de no hablar sobre supuestas actividades de lavado de dinero de la entidad. 
Uno de los socios de Perel en Antfactory, Julio Hardy �quien ya declaró en la causa por la muerte del financista� fue quien una semana antes de las muertes le pidió un disco rígido externo porque necesitaba vaciar en él el contenido de su computadora personal. Perel se lo prestó y se olvió en la memoria algunos documentos. Uno de ellos sería la carta de extorsión. La revelación habría llegado ayer a la fiscalía de Dolores, junto al server de Antfactory. 
Ayer fue secuestrado de las oficinas de la empresa donde trabajaba Perel el servidor utilizado para trabajar con todas las computadoras de los directivos, incluso su laptop. A través de él los ejecutivos enviaban sus impresiones a alguna de las tres maquinas que tenían en red. Los investigadores creen que en el server quedó registrada la impresión de la frase final encontrada en Cariló, hecha el jueves a las 17.30, después de que el propio Perel consultó sobre cómo imprimir a Saúl Attie, uno de los directivos que estaba ese día en San Pablo. 

De la Cruz vs. Skycop 

El procurador Eduardo De la Cruz se enfrentó ayer con violencia con el titular de Skycop, Néstor Fernández Damián, quien encabezó la pericia informática realizada sobre la computadora de Perel. Por la mañana, Fernández Damián sostuvo que tiene pruebas que indican que el financista ideó la trama macabra de la cabaña 32 y que ello se refleja en los archivos borrados por Perel. El empresario dijo que dado que ésa no es la postura de la fiscalía �que sostiene la hipótesis del doble homicidio� fue apartado de la pericia. De la Cruz respondió furioso: �Skycop debe entregar dentro de los próximos 60 minutos toda la información que tiene�. Sin embargo, a última hora Fernández Damián aseguró que los discos rígidos y toda la información original está en poder de la fiscalía, �el problema es que no saben leerla ni se han preocupado en trabajar el disco rígido como corresponde�. Skycop detectó que la impresión del mensaje final fue hecho en una impresora de Antfactory y que, además, hay otros mensajes mortuorios escritos por Perel. Los investigadores acusan a Skycop de trabajar para la Bonaerense que quiere que el caso se resuelva con la hipótesis del suicidio.


Los rastros del éter

Mariano Perel y Rosa Golodnitzky habrían sido asesinados por dos sicarios como mínimo. Esa es la idea que ayer divulgó el procurador general Eduardo de la Cruz, tras confirmarse ayer que el matrimonio tenía rastros de éter en los pulmones y en el cerebro. Tal como analizaron los expertos consultados por este diario el sábado, los jefes de la investigación consideran que fue imposible que una sola persona pudiera aplicarles con un pañuelo éter a sus víctimas. Las convulsiones que produce duran por lo menos seis minutos y la reacción por los ardores en las vías respiratorias es violenta. �Fue con un pañuelo y mientras los dormían alguien debió estar amenazándolos�, fue la lectura de los pesquisas para explicar cómo es que los Perel fueron reducidos, dormidos mientras convulsionaban, y luego asesinados. Los peritos aseguran que cuando alguien inhala éter no hay manera de que no se resista y de que no queden marcas en la víctima. Así, después de analizada la prueba del éter, ahora para los investigadores los asesinos previeron todos esos inconvenientes. 

DAMENO, SUBSECRETARIO DE LA POLICIA JUDICIAL
�Creemos que lo escribió él�

Por C. A.

En el día en que se divulgaron las pericias que indican que Perel no disparó el arma, Osvaldo Dameno, subsecretario de la Policía Judicial, dependiente de la Procuración General bonaerense, es cauto al hablar de un posible homicida. �Los testigos que hayan declarado van a hacerlo todas las veces que sea necesario�, le dijo a Página/12 en alusión a los directivos de Antfactory, la empresa donde trabajaba el financista. Sin embargo, admitió que creen que la famosa frase �soy un gringo asesinado por pagar el rescate de Antfactory� fue escrita por �el propio Perel�. 
�¿Cómo realizaron esta pericia?

�Se hizo con un espectrógrafo de masas que realiza la pericia con mayor detalle que lo que se llamaba dermotest. Es una versión moderna que bombardea con electrones la superficie a analizar y detecta hasta las partículas más pequeñas. El procedimiento fue disparar con la Walther 7,65 de Perel, para determinar qué rastros dejaba en la mano del tirador. Luego se hizo el análisis al que disparó. Se detectaron perfectamente los restos. Luego se hizo el mismo en las manos de las víctimas y dio negativo en las dos. Lo cual indica que ninguno disparó. 
�Los peritos consultados sostienen que comparar esos dos tiros con una muestra que tiene dos semanas en condiciones no seguras es �ridículo�. 
�No se piense que la hicieron hoy. Esto viene desarrollándose hace días. Además, lo que me dice seguramente los médicos de la Corte también lo saben. No se van a jugar a decir esto si no es seguro. 
�Hasta ahí, bien. Pero, ¿cómo encaja en la trama de un crimen la nota que escribió Perel en su computadora personal? 
�Todavía hay que determinar si Perel tuvo control de la computadora, y si fue él quien llevó la nota y la computadora a Cariló. 
�Ahora, si la perdió de vista, fue en su oficina y alguien de allí tuvo acceso a la máquina. 
�Si es así, esa persona es cercana a Perel. 
�¿Cuál es la situación de los directivos de Antfactory?
�Los testigos que hayan declarado van a hacerlo todas las veces que sea necesario. No existen elementos que hagan pensar aún que Antfactory tuvo motivos para mandarlo a matar. 
�Existe la nota.
�Pero suponemos que la nota la escribió el propio Perel. 
�¿Con qué objetivo? 
�No tengo idea. De todas maneras, la nota, si bien es un indicio, no quiere decir que se haya suicidado porque no es evidencia material. El podría haber hecho diez notas como ésa. Nada hacía presumir en la vida de Perel que se quisiera suicidar. 
�Pero Perel estaba quebrado, no tenía para pagar sus deudas. 
�Aunque anduviera mal económicamente, eso no quiere decir que se mató. Es como decir que Bonavena se hubiera suicidado porque le pegó al matón de un burdel. Perel era un matón en las finanzas. Sabemos que su situación era mala, pero no como para que se matara. 
�Si ése no es un motivo, ¿cuál fue el motivo para que lo mataran? 
�Si es un doble homicidio, resta vincularlo con su propia actividad. 
�O sea que, por el momento, el supuesto doble homicidio de Perel y la nota en inglés son ideas disociadas. 
�Vamos a hablar con la fiscal y vamos a tratar de rebobinar todo para seguir buscando cómo fue la materialidad del hecho. 

 

 

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