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LA INDUSTRIA Y LOS RURALISTAS MEDIANOS, RECELOSOS
Campo hostil para Savanti

El ex IBM y ex Loma Negra Víctor Savanti, nuevo supersecretario de Producción, no entusiasma, justamente, a la producción, según reveló un paneo de Página/12 entre los industriales y los dirigentes agrarios. Sospechan que no habrá políticas activas.

Víctor Savanti, un secretario fastidioso para el sector.

Por Claudio Scaletta

“Es una pésima señal para la producción”, fue la unánime respuesta en la que coincidieron el campo y la industria al ser consultados sobre la virtual dilución de las ex secretarías que se ocupaban de sus sectores en la nueva cartera de Producción. Lo que nadie lamentó fueron los alejamientos de los secretarios. Javier Tizado logró en su corta gestión enemistarse con la mayoría de las cámaras sectoriales y, para los dirigentes agrarios, Antonio Berhongaray careció de un proyecto definido y reveló una marcada falta de poder político dentro de Economía. Sin embargo el nuevo secretario de la Producción, Víctor Savanti, no es considerado un interlocutor válido por los hombres de campo. La Federación Agraria, por ejemplo, confirmó a Página/12 el inicio de movilizaciones.
El disgusto entre industriales y productores agropecuarios era ayer notable. Tras los malos augurios, sin embargo, no eran pocas las coincidencias. Aunque consideraron una pésima señal la nueva recategorización de sus áreas dentro del gabinete económico, nadie mostró sorpresa. “Si algo no se le puede negar a López Murphy es coherencia. Nadie se puede sentir traicionado. Lo que va a hacer es lo que viene diciendo desde hace años. Siempre fue contrario a la producción”, señaló a Página/12 una fuente de la Unión Industrial Argentina (UIA).
La UIA se contó alguna vez entre los socios aportantes de FIEL, el “think tank” del nuevo ministro y su equipo. Pero en 1991 decidió su desafiliación. El detonante fue un artículo publicado por Daniel Artana en un diario de negocios en el que descalificaba los mecanismos de administración de comercio, todos ellos avalados por la Organización Mundial de Comercio, como el dumping o las salvaguardas. Para el actual secretario de Hacienda estos instrumentos no eran más que una falacia de los empresarios locales para demandar protecciones especiales. No eran estas las ideas que los industriales estaban dispuestos a financiar.
El ingreso de Tizado a la Secretaría de Industria, operado por Sergio Einaudi de Techint para darle un aire de apoyo empresario a la gestión en baja de José Luis Machinea, pareció en principio la llegada a Economía de una línea más industrialista. Sin embargo, el propio Tizado se encargó rápidamente, en sus reuniones con las distintas cámaras sectoriales, de eliminar esta esperanza. Su frase predilecta fue ésta: “Yo no hago políticas sectoriales”. Extraña afirmación para el titular de una cartera cuya principal función era, de facto y frente a la ausencia de otras políticas, la administración de comercio, una tarea sectorial por definición.
Entre los actitudes del hombre de Techint muchos recuerdan cuando, en una reunión con la cámara del calzado, sugirió a los industriales que, dados los costos de la competencia brasileña, debían abandonar la producción para transformarse en importadores.
En la UIA, salvo Techint, nadie lamentó la salida de Tizado. Sí es clara, en cambio, la preocupación por el nuevo gabinete. De acuerdo a otra fuente industrial, la eliminación de la secretaría “es el preanuncio de que la nueva política será antiproductiva”.
En las organizaciones agrarias las reacciones fueron similares. “Han dado una imagen completamente negativa para los sectores productivos”, fue la definición dada por el titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Manuel Cabanellas, a Página/12. “Precisamente cuando estábamos hablando de elevar la secretaría a ministerio, hacen esto”, se quejó. “Pero todavía están a tiempo de transformar el error en virtud creando un Ministerio de la Producción”, quiso enmendar. Sobre la salida de Antonio Berhongaray, Cabanellas sostuvo que el efecto fue neutro. “Las cosas empezaron mal desde el principio con los aumentos de impuestos. Berhongaray no tenía poder político”, consideró.
Edgardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), dijo a Página/12 que “la conformación de un gabinete ultraliberal es una clara señal de que la producción deberá esperar”. La eliminación de la Secretaría de Agricultura “profundiza el desguace del Estado” y “desprecia las necesidades del interior y de las economías regionales, que necesitan ser apoyadas”, agregó. Para el dirigente “hace falta asistencia y reconversión y esto supone políticas activas que deben ser impulsadas por un área que tenga poder. Hoy en cambio tenemos una secretaría dependiente de una persona que, como Savanti, es ajena al sector”. “¿Ese será nuestro interlocutor?”, se preguntó. “Lo que nos están diciendo es: ‘Señores arréglense como puedan’”, argumentó.
Sobre la salida de Berhongaray, Buzzi consideró que era “previsible y cantada después de una deslucida gestión”.

 

Un cavallista que fuma LM

“Estamos en el medio de una campaña en contra del ministro López Murphy y su equipo que pretende acotar el contenido del programa económico que se anunciará.” Las declaraciones pertenecen al diputado nacional cavallista Jorge Baldrich, quien cree haber descubierto una supuesta campaña se basaría en los siguientes ítems:
La descalificación personal del equipo económico con el agravante de que el programa no ha sido anunciado aun.
La elección del Decreto 1360 referente al Sistema Previsional como primer demostración de fuerza contra el denominado “modelo neoliberal” cuando, en realidad, “la reforma propuesta posee una clara opción distribucionista mediante la incorporación de la prestación suplementaria y la proporcional.
Los renovados rumores acerca de la designación de Domingo Cavallo como titular del Banco Central, cuando el nombramiento del ministro López Murphy es una señal más que contundente en relación con el rumbo económico del gobierno.
Quizá no esté de más recordar que hasta ahora las únicas presiones contundentes llegaron desde los tableros de las cotizaciones.

 

EL FMI LO DEJARA PASAR SI DESPUeS SE ARREGLA
El Tesoro, de un rojo intenso

El resultado financiero del Tesoro nacional registró en febrero un rojo de 574,7 millones de pesos, que sumado al desequilibrio de 985,3 millones de pesos del pasado enero eleva el rojo anual acumulado a 1.560 millones. Esto significa haber consumido el 74 por ciento de la pauta trimestral de déficit fiscal de 2.100 millones de dólares acordados con el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, aunque no se consiga cumplir la pauta trimestral, el FMI anunció que dejará pasar el desvío siempre que se compense con la pauta para el primer semestre. Con estos datos en su haber, el ministro de Economía, Ricardo López Murphy, apuró los lineamientos centrales del paquete de medidas que anunciará la próxima semana. Su objetivo básico será lograr un ahorro de 1.500 millones de dólares.
El programa consensuado con el FMI permite a la Argentina un desequilibrio para todo el 2001 de 6.500 millones de pesos, una meta que el nuevo ministro se propone cumplir. Para ello en Economía se evalúa una reducción del gasto público mediante la generalización del impuesto a las ganancias e IVA y una reforma integral del Estado.
Si se compara el déficit con igual período del 2000 muestra una mejora de 316,8 millones, variación que se explica por un incremento de 364,9 millones en los ingresos totales (1.654,9 millones de pesos), y una disminución de los gastos primarios (2.148,9 millones) de 59,2 millones.
En tanto, hubo una erogación mayor en 112 millones de pesos que se destinaron al pago de los intereses de la deuda pública, los que alcanzaron 903,3 millones de pesos.
Respecto a los recursos, se observaron aumentos de 240,2 millones en ingresos no tributarios (182, millones por la ampliación de los plazos de concesión de Loma de la Lata y 60 millones por contribución del Banco Nación) y de 198,3 millones en rentas de la propiedad.
En relación a los ingresos tributarios se verificó una caída de 60 millones respecto a los 1.212,9 millones recaudados en febrero de 2000.
Dentro de los gastos, las remuneraciones consumieron 358,6 millones, 8,4 millones menos que un año atrás. En bienes y servicios se gastaron 67,6 millones, lo que implica una baja de 10,5 millones.
Respecto a las Rentas de la Propiedad, se produjo un ingreso de 200 millones de pesos en concepto del primer giro del ejercicio referido a utilidades del Banco Central de la República Argentina (BCRA), operaciones previstas en el Programa Financiero del 2001.

 

OPINION
*Por Héctor Valle, Osvaldo Trocca y Benito De Miguel*

La prepotencia del mercado

El Gobierno se ha mostrado atento a los mercados financieros, ¿quién se ocupa del mercado interno de producción y consumo? Los mercados financieros han recibido con euforia la designación del nuevo ministro de Economía. Sin embargo, tanto para los excluidos del modelo, como para los trabajadores y las empresas nacionales vinculadas con el mercado interno, el recambio en la conducción económica implica, más y peor de lo mismo. El Gobierno debiera entender que estos sectores no toleran más ajustes y que, al reafirmar enfáticamente su rumbo económico social, está engendrando las condiciones para tensiones sociales de intensidad inédita.
El reemplazo de José Luis Machinea ratifica la enorme capacidad operativa que dispone y despliega el complejo neoliberal en la Argentina, cuando decide cambiar fusibles e imponer sus intereses. Asimismo, queda ratificado el fuerte compromiso que tiene el Gobierno –en las ideas y en los hechos– con ese complejo. Este último se manifiesta en todos los terrenos de la gestión oficial y no sólo en el ámbito económico. A propósito, vale como ejemplo la gratuita y endeble posición argentina frente al tema de los derechos humanos en Cuba. Consecuentemente, advertimos seriamente acerca de la posibilidad de que el gobierno nacional resuelva la cuestión del ALCA –con sus implicancias directas sobre el Mercosur– de acuerdo con la rutina del alineamiento incondicional con los deseos e intereses de Estados Unidos (la posición personal explicitada al respecto por el nuevo ministro de Economía refuerza estas prevenciones).
Así como la hegemonía otorgada a “los dioses del mercado” es un dato central en el actual contexto histórico de la Argentina, no es menos importante subrayar que la Alianza termina de sincerar su adscripción al pensamiento de “la derecha radical”, en materia tales como las relaciones exteriores, la cuestión social y las políticas económicas.
En consecuencia, hemos desembocado en un escenario donde la configuración de fuerzas dominantes ha ganado en nitidez. Entonces, los riesgos para los sectores del trabajo y la producción nacional –totalmente ausentes de consideración tanto en los discursos oficiales como en las tibias manifestaciones de la oposición– se acrecientan todavía más: es previsible un nuevo ajuste fiscal con inevitables derivaciones recesivas (aún más), y son de temer, las características que puede tener una eventual salida del tipo de cambio fijo, si la misma ignora la necesidad de instrumentar una salida ordenada de todo el régimen de política económica establecido en torno de la Convertibilidad.
Queremos señalar nuestra honda preocupación ante la ausencia manifiesta de inquietudes, ya sea en el Gobierno o en la oposición, por la reiteración de la prepotencia con que los mercados imponen sus opiniones y determinan acciones concretas de gobierno, pese a que se trata de una pésima práctica, incompatible con el funcionamiento democrático. Ello nos obliga también a redoblar nuestros esfuerzos y a acortar los tiempos tras la construcción de otra configuración de fuerzas, comprometidas con el trabajo y el esfuerzo productivo de los argentinos, que sirva de base para un proyecto alternativo de realización nacional, al cual se subordinen los intereses y el funcionamiento de todos los mercados.

* UNITE (Unión para la Integración, el Trabajo y la Esperanza).

 

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