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NO SE CONOCE EL EFECTO DE LA MAYORIA DE LOS REMEDIOS
Incertidumbre en altas dosis

Un funcionario de Salud advierte que en �el 60 o 70 por ciento de los medicamentos que hay en las farmacias� se desconoce su efecto.

Por Pedro Lipcovich

”El 60 o 70 por ciento de los medicamentos que hay en las farmacias del país no tienen estudios de biodisponibilidad: nadie sabe realmente cuáles son sus efectos en el ser humano.” Quien formula esta gravísima acusación es, precisamente, el funcionario a cargo de garantizar ese control: Héctor Moguilevsky, secretario de Políticas y Regulación Sanitaria del Ministerio de Salud de la Nación. Esa secretaría acaba de dictar una resolución por la cual los medicamentos contra el sida deberán contar con esos estudios, que los médicos especialistas y las organizaciones de pacientes –luego de constatar que los remedios provocaban efectos adversos inesperados– reclamaron durante casi un año. Aunque el responsable del área admite ahora que la incertidumbre concierne a todos los medicamentos, todavía no hay fecha prevista para que los controles se generalicen “como sucede en todo el mundo”, según el propio funcionario.
La Resolución Nº 40/2001, de la Secretaría de Políticas y Regulación Sanitaria, publicada el 9 de marzo, establece para todos los antirretrovirales utilizados contra el VIH “la obligatoriedad de realizar estudios de biodisponibilidad/bioequivalencia con la formulación que se comercializa o comercializará en el país”. El 12 de mayo del año pasado, Página/12 hizo conocer el reclamo de los médicos especialistas, agrupados en la Sociedad Argentina de Sida. Los pacientes llegaron a movilizarse ante el Ministerio de Salud para exigir un adecuado control de los medicamentos.
El punto de partida del problema fue un decreto del Poder Ejecutivo que, en 1992, aseguró aprobación prácticamente automática para las drogas que hubieran sido aprobadas en países “de alta vigilancia sanitaria” como Estados Unidos, el Reino Unido, Israel, Canadá y Australia. Bastaba con que el laboratorio –fuese una filial del que producía la droga original u otro que la copiara– presentase una certificación de que su producto contenía la misma droga en la misma cantidad. “Pero hay múltiples ejemplos, y no sólo en medicamentos contra el VIH, en los que la manera de fabricación y las sustancias que acompañan a la droga (los excipientes) afectan su absorción en el organismo –explicó Moguilevsky a este diario-. Por eso, en todo el mundo, se exige a las copias de medicamentos estudios ‘de biodisponibilidad’: se administra el producto a voluntarios y se toman muestras de sangre y orina para determinar si efectivamente la droga va adonde debe actuar y en el momento requerido.”
Estos exámenes deberán ser efectuados por los laboratorios mismos, que “deben presentar a la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica) los proyectos de estudios y después sus resultados, que deberán ser controlados por la Anmat”, precisó el funcionario. El organismo, aclaró, “cuenta con los inspectores necesarios” para esta supervisión.
Eso en cuanto a los remedios contra el sida, pero, ¿y todos los demás? “El 60 o 70 por ciento de los medicamentos que existen en las farmacias del país no tienen estudios de biodisponibilidad, o sea que nadie sabe realmente sus efectos en el ser vivo”, contesta Moguilevsky, y anuncia que “ahora hemos decidido emprender la política de asegurar la calidad de los medicamentos mediante la realización de este tipo de estudios”.
El funcionario señaló que la falta de control no se refiere sólo a las copias efectuadas por laboratorios nacionales sino también a “laboratorios multinacionales que, aquí, alteran el proceso de fabricación de sus propios medicamentos originales”, y citó el caso de la droga “piridostigmina, que se usa para tratar la miastenia gravis, enfermedad que puede llevar a la muerte: por denuncias de organizaciones de enfermos supimos que, para obtener los mismos efectos, necesitaban duplicar la dosis de medicación habitual: citamos al laboratorio, hicimos el análisis de biodisponibilidad y encontramos que, aunque era la misma droga, por el método de elaboración que usaban acá sólo el 50 por ciento estabadisponible en la sangre del enfermo. Entonces, retiramos el medicamento del mercado y obligamos al laboratorio a traerlo de Canadá”.
Los próximos medicamentos en ser sometidos a control serán, según Moguilevsky, las drogas oncológicas.
–¿Hay fecha prevista para que empiecen estos controles?
–Todavía no –contestó el secretario de Políticas y Regulación Sanitarias del Ministerio de Salud.

 

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