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DE LA RUA SE REUNE CON MENEM Y ALFONSIN
Diálogo sin Chacho

El Presidente decidió retomar el diálogo político invitando a los presidentes de la UCR y el PJ, con quienes se verá por separado. Pero a su viejo socio no lo convocó. El efecto Cavallo.

De la Rúa recibirá a Menem
después de verse con Alfonsín.
Quiere convencerlo de que no
hable más de dolarización.

Primero se reunirá con Raúl Alfonsín. Después con Carlos Menem y finalmente con un grupo de sindicalistas y empresarios. En la nueva etapa del diálogo político, Fernando de la Rúa decidió excluir a Carlos “Chacho” Alvarez, jefe del partido que supuestamente sigue siendo su socio dentro de la Alianza. El dato no sólo refleja la pésima relación entre los dos ex compañeros de fórmula: la sola decisión de convocar a una ronda de consultas –algo que ya hizo en otras oportunidades y que nunca le dio demasiados resultados– demuestra que De la Rúa no quiere quedar al margen de un escenario político dominado por el hiperkinético Domingo Cavallo.
El enfrentamiento entre los dos líderes de la vieja Alianza, que comenzó con el escándalo del Senado, se mantuvo vigente a lo largo de los meses. El último desencuentro ocurrió hace un par de semanas: en el marco de la crisis y de la convocatoria a un gobierno de unidad nacional, Alvarez consiguió el respaldo de Cavallo y se ofreció para reincorporarse al Gobierno como jefe de Gabinete. Sin embargo, De la Rúa no quiso saber nada y contraofertó otros cargos, que el Frepaso no aceptó, quedándose afuera de los lugares claves del gabinete.
Aunque no convocó a Chacho, De la Rúa no quiso ignorar totalmente a sus socios y ayer se reunió con la conducción del bloque de diputados. Pero lo central ocurrirá hoy. A las 9.45 recibirá a Alfonsín, con quien mantuvo un encuentro la semana pasada. Desde que se desató la crisis, el ex presidente eligió un tono cauto y decidió evitar una ruptura total con el Gobierno. En el encuentro de hoy, De la Rúa intentará garantizar un apoyo más explícito del radicalismo a su gestión, algo que, a juzgar por las últimas declaraciones de Alfonsín, parece bastante posible (ver recuadro).
La reunión con Menem comenzará a las once. En los últimos días, los dos dirigentes conversaron por teléfono en más de una oportunidad y ayer terminaron de cerrar el encuentro a través de Alberto Kohan. Con el gesto, De la Rúa desanda su política de conversar básicamente con los gobernadores y de ignorar al ex presidente como interlocutor dentro del PJ. Es que, aunque ocupa la jefatura formal del partido, el poder interno del riojano está bastante debilitado, repartido entre un puñado de caciques provinciales.
Por eso, la decisión de incluir a Menem en la ronda de contactos provocó la sorpresa de algunos sectores del Gobierno. Un legislador que dialogó ayer con De la Rúa tenía una explicación. “En primer lugar, el Presidente quiere reconocerle el respaldo que nos dio en los últimos días”, explicaba, en referencia al alineamiento de muchos legisladores menemistas con el oficialismo. “Pero hay otro motivo: Menem es el adalid de la dolarización y De la Rúa quiere que no siga agitando esa teoría, por lo menos hasta que se aplaque la crisis”, completaba el legislador.
Para Menem, la cumbre es una buena oportunidad para recuperar el alto perfil y ubicarse al nivel de sus adversarios internos. Por eso, ayer no perdió un segundo y salió a hablar del encuentro. “La reunión hace a una de las posibilidades que tiene la Argentina de salir con el esfuerzo de todos de una difícil situación. Vamos a conversar sobre temas generales, ya que no hay temario determinado”, explicó.
Más allá de las declaraciones del riojano, la decisión de De la Rúa de reeditar el diálogo político responde a una necesidad inmediata. Desde que desembarcó en el Ministerio de Economía, la voracidad y la hiperkinesia de Cavallo han acaparado el espacio político: negocia con la oposición, convence a los legisladores, presenta medidas, lanza planes, viaja al exterior. Con la ronda de conversaciones, De la Rúa busca evitar que su flamante ministro lo relegue al eclipse total, en el preanuncio de una disputa por poder y protagonismo que recién ha comenzado.

 

“Van en buen sentido”

Los intendentes radicales, tras reunirse ayer con el ex presidente Raúl Alfonsín y dirigentes nacionales de la UCR (Horacio Pernasetti y Federico Storani entre ellos), apoyaron “en principio” las medidas de Domingo Cavallo pero reclamaron mayor presencia de hombres de su partido y el Frepaso en el Gobierno. Alfonsín consideró que las iniciativas económicas de Cavallo “van en el buen sentido”. Ante los jefes comunales Alfonsín explicó punto por punto el documento de la Mesa Directiva de la UCR que respaldó al presidente Fernando de la Rúa y presentó la convocatoria de Cavallo y las nuevas medidas económicas como la “única alternativa” que le quedaba al Gobierno. Al término de la reunión el presidente del Foro de Intendentes, Abel Miguel, remarcó “el apoyo al documento del Comité Nacional” pero condicionaron ese respaldo a una mayor presencia de dirigentes de la Alianza en el gabinete nacional. “Seguimos insistiendo en que este gobierno de unidad nacional debe comprender una base de sustentación más amplia”, aseguraron.

 

CRUCES ENTRE ROZAS Y STORANI
La pelea por el Comité

“No se puede hacer radicalismo desde la especulación.” El vicepresidente de la UCR y gobernador del Chaco, Angel Rozas, salió así al cruce del ex ministro del Interior, Federico Storani, quien sin embargo desmintió haber hecho las críticas contra el Gobierno que motivaron la réplica del chaqueño. Lo que quedó claro es que entre ambos se centrará la pelea por la sucesión de Raúl Alfonsín al frente del radicalismo, una aspiración que Rozas admitió ayer y que Storani había adelantado a Página/12.
“Yo también aspiro a ser el presidente del futuro Comité Nacional de la UCR, si Alfonsín decide no buscar la reelección. Pero estoy jugando en positiva”, disparó Rozas a propósito del reportaje a Storani que apareció ayer en Ambito Financiero. Allí, el ex ministro decía haber pedido “a mis diputados que se pongan duros, que metan todas las trabas posibles a la ley que da poderes a (Domingo) Cavallo” y también que estaba “en la vereda de enfrente (al Gobierno). Esto no da para más. De la Rúa licuó de un plumazo todo el poder que le dio la Alianza y se lo regaló a Cavallo”.
“Desmiento total y categóricamente haber realizado alguna entrevista con algún periodista de ese medio”, aseguró más tarde Storani y atribuyó la publicación a “una minicampaña de invento o tergiversación para desacreditar a quienes luchamos por la construcción de un verdadero gobierno de unidad nacional”. Además destacó su posición de que “al existir un estado de emergencia es imprescindible que todos los sectores apoyen para salir de la crisis”.

 


 

EL FREPASO PIDE MEDIDAS SOCIALES
Tarifas y salario mínimo

Por José Natanson

La conducción del bloque del Frepaso encabezada por Darío Alessandro se reunió ayer con Fernando de la Rúa y Chrystian Colombo en Olivos. En el encuentro, los legisladores aseguraron que la sanción de la ley de Competitividad abriría el camino para acelerar dos cuestiones básicas: la creación de un “salario mínimo ciudadano” para los jefes de hogar desocupados a través de la unificación de los planes sociales y la rediscusión de las tarifas de las empresas de servicios públicos. Y, aunque no hablaron sobre la incorporación de frepasistas al Gobierno, a la salida de la reunión Colombo dijo que el tema no está cerrado del todo.
De la Rúa los había invitado junto a los diputados radicales, a quienes ayer agasajó con un asado por la sanción de la ley. Sin embargo, los frepasistas rehusaron la invitación con el argumento de que habían aprobado la norma por la situación de emergencia, pero que no tenían muchas ganas de festejar. Igual aceptaron encontrarse después con el Presidente y Colombo. Además de Alessandro, se acercaron Rodolfo Rodil, Juan Pablo Cafiero y Rubén Giustiniani, quienes llevaron dos propuestas concretas:
u La primera es el salario mínimo ciudadano, un tema que el Frepaso viene impulsando desde hace tiempo. Según explicaron los diputados, la nueva ley habilita al Gobierno a reformar ministerios y a modificar las estructuras administrativas sin la necesidad de pasar por el Congreso. Esto permitiría acelerar la unificación de los planes sociales, apurar la creación de la famosa Agencia Social y, en un plazo no muy lejano, garantizar un salario mínimo para los jefes de hogar desocupados. “Hay que aprovechar que la nueva ley sirve para vencer las resistencias burocráticas”, dijeron.
u La segunda propuesta, la más delicada, es la modificación de las cláusulas de indexación automática en las tarifas de las empresas de servicios públicos. Un tema complicado, que puede disparar juicios millonarios contra el Estado, pero que los frepasistas sostienen que es posible modificar. Según explicaron ayer, la nueva ley transforma el marco legal y permite rediscutir la estructura tarifaria. “Es como una situación de emergencia”, dijeron. Y agregaron un argumento: la baja de las tarifas es una de las claves para mejorar la competitividad de la economía, el objetivo máximo de la ley de Domingo Cavallo. Después, analizaron los contratos de las empresas y quedaron en seguir estudiando el asunto. “Ocupate de esto”, le pidió De la Rúa a Colombo.
En diálogo con Página/12, uno de los legisladores que participó del encuentro aseguró que tanto De la Rúa como Colombo se mostraron permeables a los dos proyectos. “Estaban bastante entusiasmados”, comentó. Y, aunque no se conversó sobre la posible incorporación de frepasistas al Gabinete, luego de la reunión Colombo aseguró que todavía hay posibilidades. ¿Por qué van a estar cerradas las negociaciones?”, dicen que se preguntó el jefe de Gabinete.

 

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