Por Darío Pignotti
Desde San Pablo

“Son tiempos difíciles.” El canciller de Brasil, Celso Lafer, analizó la coyuntura regional y el enfriamiento de la relación con Argentina luego de que el presidente Fernando Henrique Cardoso anunciara la “postergación” de su visita a Buenos Aires prevista para el 16 de abril. El canciller recordó su “amistad de 30 años con el presidente Fernando de la Rúa, desde que nos presentó mi amigo Natalio Botana”. Lafer dialogó con Página/12 a bordo del automóvil oficial que lo llevó al Aeropuerto de Congonhas, San Pablo. A pesar de las tempestades, el canciller lucía tranquilo mientras se alisaba la barba y encendía su pipa al subrayar que “deberán negociarse los plazos durante los que rijan las reducciones tarifarias” aplicadas por el ministro Cavallo.
–¿El Mercosur es capaz de sobrevivir al ALCA?
–Entiendo que mantener el Mercosur, aun en el contexto de la negociación del ALCA, es fundamental. Lo que se firmó en la reunión ALCA de 1997 (Belo Horizonte) fue mantener en pie los acuerdos regionales, como el Mercosur, que no es un acuerdo económico sino también político. Además, contiene una cláusula democrática y supone la coordinación de políticas macroeconómicas. Es importante y necesario converger con la Argentina en responsabilidad fiscal, déficit e inflación. Nosotros no podemos coordinar políticas macroeconómicas con los Estados Unidos, ¿no?
–Pero Cardoso no irá el 16 de abril a Buenos Aires.
–No lo hará.
–¿Por qué?
–Hemos conversado con la cancillería argentina. En este contexto se requiere más tiempo. Pero los presidentes se verán en Canadá.
–¿Cuando dice “contexto” habla de la reducción de tarifas para terceros países?
–Subrayo que esta hipótesis no significa de forma alguna una crítica al gobierno argentino o a cualquiera de sus ministros. Brasil entiende que la Argentina precisa ser apoyada para lidiar con los problemas que tiene. Para resolver su ecuación política como lo hizo, con apoyo del Congreso, necesita tratar con los mercados internacionales. Brasil comprende y apoya a la Argentina. Es claro que discutiremos otros temas, como el límite temporal para las excepciones a la tarifa externa común, lo que significa analizar bien qué se incluye en la lista de bienes de capital.
–Se dijo que Cardoso no viaja a Buenos Aires irritado por las nuevas exenciones tarifarias decididas por Cavallo.
–De eso ya vamos a negociar. Pero no fue un dato importante para decidir postergar la visita.
–¿Qué considera Brasil como bienes de capital?
–Tomaremos como base aquello que dijo el ministro Cavallo cuando nos visitó. El dijo “bienes de capital”, y para ello existe una nomenclatura. La resolución, después, incluyó bienes de informática. Digamos que hay items que pueden legítimamente ser considerados bienes de capital, pero hay otros que son bienes de consumo durable.
–¿Está superado el conflicto por la aftosa?
–Tuvimos una situación complicada, pero ya salió una decisión conjunta. Nos interesa preservar no solo la carne brasileña o argentina, sino la carne Mercosur.
–En estos días la agenda de Cardoso incluyó a George Bush, Lionel Jospin y Hugo Chávez. ¿La exclusión de De la Rúa es una señal de desunión regional frente al ALCA?
–Brasil ha dado reiteradas manifestaciones de la importancia de la asociación estratégica. Nosotros recibimos a los ministros (Adalberto Rodríguez) Giavarini y (Domingo) Cavallo, luego de que nos lo solicitaran, en apenas 24 horas. La Argentina fue el único país al que me referí en mi discurso de asunción y el primer país al que viajé como canciller.
–Usted manifestó que no hay obligación de ingresar al ALCA. ¿Es posible que Brasil tome ese camino?
–Depende de lo que ocurra en las negociaciones. Por el momento estamos en un ensayo general en los demás países y también tenemos nuestras prioridades. Para nosotros la negociación del ALCA no es un asunto arancelario, como lo es para los Estados Unidos. Porque nuestros aranceles son más altos que los americanos. Pero hay que discutir otras formas de restricción no arancelaria para nuestras exportaciones.
–Usted declaró que un acuerdo diferente con la Unión Europea puede ser un Plan B, si fracasa la opción por el ALCA.
–No es exactamente así. Nosotros no hacemos opción preferencial. Nos gustaría encarar una buena negociación con el ALCA, con la UE, con la OMC. No tenemos una visión excluyente, sino arquitectónica. Estamos negociando con la UE como Mercosur y creo que es inteligente llevar adelante ambas negociaciones. Quedó claro que los europeos apuraron sus negociaciones cuando vieron que avanzaba el ALCA.
–¿Descarta que la Argentina negocie unilateralmente su ingreso al ALCA?
–Observo que para la Argentina negociar junto a Brasil es más interesante que hacerlo aisladamente. Para nosotros el Mercosur es un destino, no una opción como el ALCA, y estoy convencido de que esto también vale para la Argentina, que de esa forma defenderá mejor sus intereses.
–Es posible que la opción chilena tenga sus seguidores.
–Cuando se habla de negociaciones bilaterales es bueno recordar que hasta ahora Chile no ha podido avanzar en sus negociaciones bilaterales con los Estados Unidos. Hasta los chilenos han reconocido que todo depende de una trade promotion authority (nueva denominación del fast track).
–¿Entonces la Argentina debiera aprender de la lección chilena?
–Esa es su conclusión.
–Se dijo mucho que los Estados Unidos y Brasil solicitarían el lugar de Ecuador para copresidir el ALCA hasta el fin de las negociaciones.
–Puedo asegurarle que nosotros no tomaremos ninguna iniciativa para cambiar estas fechas.
–¿Brasil disputa el liderazgo latinoamericano con México?
–No. México hizo una opción natural por América del Norte. Tiene fronteras, sinergias e inmigración de los Estados Unidos. Esa no es nuestra geografía. Tampoco la de la Argentina.
–¿México es hoy un poco menos latinoamericano?
–México está intentando latinoamericanizar los Estados Unidos.

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