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�Progresos� por fuera, discusiones por dentro

El presidente norteamericano George Bush dijo que hay �progresos� en los contactos con China por el caso del avión espía. Pero en la Casa Blanca ya hay rumores de peleas entre duros y blandos.

El embajador norteamericano en Pekín, Joseph Prueher, asediado
por periodistas chinos.

Por John Gittings y Martin Kettle *
Desde Shanghai y Washington

Los funcionarios de Estados Unidos tuvieron ayer una segunda reunión con los 24 miembros de la tripulación del avión espía norteamericano EP-3, detenidos por China en la isla de Hainan, mientras se renovaba la actividad diplomática entre Washington y Pekín. El presidente Bush les dijo a los norteamericanos que la tripulación se encontraba “bien” y añadió: “Creemos que estamos haciendo progresos”. Pero Pekín informó que hubo otro choque entre aviones chinos y norteamericanos fuera de sus costas hace sólo dos días, y había rumores en Washington de tensiones entre sectores duros y blandos, dentro del gobierno, a medida que la crisis continuaba.
“La tripulación está muy bien de ánimo. Están todos juntos y esperando ser liberados para regresar a casa”, dijo el brigadier Neal Sealock, agregado militar de Estados Unidos en Pekín, después de estar una hora con los 24 detenidos. Sealock habló con Bush poco después de finalizar la reunión. A diferencia del encuentro del martes entre los diplomáticos de Estados Unidos y la tripulación, los funcionarios chinos no estuvieron presentes ayer. Se espera una nueva reunión hoy.
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, dijo que la tripulación estaba recibiendo “un buen trato” y que se estaban haciendo los arreglos para poder verlos “regularmente hasta que este asunto se resuelva”. Hizo una declaración optimista del progreso de las reuniones que se llevan a cabo durante las 24 horas en las dos capitales. “Hubo avances en las discusiones y las negociaciones. Y en este punto estamos animados y esas discusiones continúan”, dijo.
Públicamente, la administración se mantuvo unida detrás de la senda diplomática de esta semana. Pero según el diario conservador Washington Times, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, conocido como un duro entre los duros, criticó el “suave tono de la Casa Blanca hacia Pekín”. “Rumsfeld está agotado por los diplomáticos y por todas las declaraciones que incluyen la palabra ‘lamentar’”, informó el diario, citando a una fuente de Defensa. “El y Powell están en desacuerdo sobre esto.”
El presidente chino Jiang Zemin, que está de gira por Latinoamérica, reiteró su exigencia de una disculpa de Estados Unidos, pero en un tono más relajado. Dijo: “Es normal que la gente pida perdón o diga ‘discúlpeme’ cuando choca en la calle. Pero los aviones norteamericanos llegan a la frontera de nuestro país y no piden disculpas. ¿Es aceptable esta conducta?”. Anteriormente, el embajador de Estados Unidos, Joseph Prueher, dijo en Pekín que la visita era “una buena señal y estamos teniendo un buen contacto”. Más tarde describió las conversaciones con los funcionarios chinos como “bastante intensas”. Mientras tanto, en China se informó que 10 cazas chinos habían tenido que “alejar a cinco aviones espías de Estados Unidos” el miércoles. “Bajo la vigilancia de nuestra nave aérea –dijo una fuente no identificada en Pekín–, los aviones espías de Estados Unidos se alejaron de las áreas costeras de China.”
El diario Wen Wei Po, de Hong Kong, que apoya a Pekín, declaró que 63 aviones de observación de Estados Unidos habían sido detectados “en áreas costeras chinas” desde el comienzo del año, y dijo que Estados Unidos había mandado 950 de esos aviones el año pasado. El China Daily, dijo que el reconocimiento de Estados Unidos de la isla de Hainan comenzó en 1970. Y agregó que Estados Unidos se negaba a pedir disculpas porque no quería sentar un precedente.

* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère

 


 

LA SITUACION DE MILOSEVIC
Slobo es nuestro, nuestro

Lo quieren en La Haya, pero más lo quieren en Belgrado. El secretario del Tribunal Penal Internacional (TPI) de La Haya, Hans Holthuis, entregó ayer al ministro de Justicia yugoslavo, Momcilo Grubac, el acta de acusación y la orden de detención contra el ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, detenido el domingo por la Justicia serbia. Pero la revista yugoslava Nin publicó ayer que el presidente yugoslavo, Vojislav Kostunica, el de Serbia (principal república yugoslava), Milan Milutinovic, y el premier serbio Zoran Djindjic, firmaron una declaración la noche de la detención de Milosevic para garantizarle que será procesado por sus delitos en Yugoslavia y no (por el momento) por las acusaciones de La Haya.
Grubac aseguró a Holthuis que él en persona entregaría a Milosevic la acusación del Tribunal Penal Internacional. Además, el ministro yugoslavo le mostró al secretario del TPI una documentación sobre las reformas legales en marcha en Yugoslavia para permitir la extradición de sus ciudadanos. Sin embargo, a la luz del largo proceso que queda pendiente dentro de Yugoslavia, La Haya tendrá que esperar.

 

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