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DOS DETENIDOS POR LLEVAR UNA BOMBA EN EL AUTO
“Caños” en el microcentro

Uno de ellos perdió el brazo al estallar el explosivo de bajo poder que transportaban.
Quedó detenido junto a un acompañante.

El artefacto de baja intensidad dañó el cartel de un local.
Para el Gobierno, el grupo está vinculado con las bombas en FIEL.

Por Raúl Kollmann

Iban a poner un artefacto explosivo, aparentemente en un cajero automático, ubicado en Sarmiento y Esmeralda. Manipularon los elementos y todo indica que el artefacto estalló cuando todavía estaban dentro del automóvil en el que se movían. Los protagonistas de esta historia fueron dos jóvenes de La Plata: Carlos Bértola, hijo de desaparecidos, integrante de la agrupación HIJOS cuando se conformó, pero alejado de esa organización de derechos humanos desde hace cuatro años, y Diego Quinteros, un joven que reconoció pertenecer a la agrupación Matreros, supuestamente escindida de Quebracho. Quinteros perdió un brazo y está en terapia intensiva, Bértola está preso. El Gobierno pretendía darle anoche gran envergadura a los hechos, señalando que tal vez tienen relación con otros artefactos similares colocados en las últimas semanas en las fundaciones FIEL y Nuevo Milenium, ligadas a Ricardo López Murphy y a Domingo Cavallo, y en un local de Acción para la República, el partido del actual ministro de Economía. De todas maneras, el artefacto no era de gran poder: produjo destrozos en el auto, que después se incendió, y roturas de vidrios en el edificio de Sarmiento 814. Si hubiera sido de cierta envergadura, el artefacto hubiera matado a Bértola y Quinteros.
El artefacto explosivo estalló a las 3 de la mañana en el interior de un Renault 11, aparentemente estacionado casi en la esquina de Sarmiento y Esmeralda. El primer efecto fue que a Quinteros le arrancó el brazo, pero igual todos los integrantes del grupo salieron a pie del vehículo e intentaron escapar. Las tremendas heridas que tenía Quinteros los llevaron a pedir una ambulancia, pero de inmediato se produjeron las detenciones. No queda claro si los que pudieron escapar fueron dos o uno, y si en el grupo había una mujer.
Según informaron fuentes policiales, dentro del automóvil se encontró un pilón de volantes del Movimiento Socialista de los Trabajadores convocando a la marcha que se hizo el viernes pasado contra el ALCA. Además, siempre según la policía, había algunas remeras de Izquierda Unida, la alianza electoral que integra el MST, un partido que a lo largo de décadas siempre rechazó el terrorismo como método de lucha política. Ripoll, en diálogo con Página/12, sostuvo que “obviamente no tenemos nada que ver con ese hecho. Nunca actuamos así y no sabemos nada de esas dos personas”. Horas más tardes, el comisario Tizao descartó también que los jóvenes pertenezcan al MST.
En principio, la hipótesis más probable es que hayan querido ponerle una bomba a un cajero automático, tal vez para lograr repercusión y emitir una proclama contra el plan económico. El lugar de la explosión es cercano al microcentro pero, en concreto, en la cuadra donde estaba parado el auto no hay ningún banco norteamericano o inglés, que suelen ser los objetivos típicos de un grupo de ese tipo. Podría ser que preparaban el artefacto para luego avanzar unas cuadras y ponerlo. La otra alternativa es que se dispusieran a atentar nuevamente contra algún local de Cavallo o de otra de las fundaciones económicas.
Si se acepta esa hipótesis, el antecedente inmediato a lo ocurrido ayer fue la actuación de la Organización Revolucionaria del Pueblo (ORP) que hace cuatro años también puso bombas de escaso poder en cajeros automáticos y en supermercados. Fue un grupito –sus cuatro principales integrantes terminaron presos– que además presionó a algún empresario para que les entregue dinero.
Una fuente que conoce perfectamente a Bértola lo describió de la siguiente manera: “Le angustiaban las discusiones políticas y para nada era el que tenía las posiciones más duras. Con esto le digo que más bien era un tierno, un buenazo. No me puedo explicar. Carlos es casado, tiene un bebé, vivió en Salto con los tíos porque a los padres los secuestraron, y después llegó a La Plata a estudiar en la universidad. Le decían Cascote, por una anécdota de la juventud”. Las miradas se dirigen entonces hacia La Plata, donde supuestamente existe la agrupación Matreros, de la que Quinteros dijo formar parte. Militantes universitarios le dijeron a este diario que esa organización existió hace un tiempo, con pintadas y carteles con consignas de izquierda, pero que últimamente parecen haber desaparecido. Siempre se dijo que eran un desprendimiento de la organización Quebracho, protagonista de bataholas en las marchas de protesta.
Funcionarios de la SIDE intentaban difundir la idea de que el artefacto explosivo estaba destinado al Ministerio de Economía. Según trascendió anoche, el secretario de Seguridad, Enrique Mathov, recibió reiterados llamados del Presidente, preocupado por lo que consideró la aparición de un grupo violento. “Acá hay alguien que sacó los pies del plato democrático. Quieren volver a usar el terror”, le dijo Mathov a Página/12.
–¿Se trata de un grupo grande?
–No, seguro que no. El único dato que tenemos es que en ese auto, aparentemente, había cuatro personas.
–¿El grupo tiene nombre?
–No, no lo sabemos.

 

OPINION
Por Rubén Berguier *

El ingreso a los profesorados

Al ajuste planteado para la Universidad, el ministro de Educación Andrés Delich suma ahora a los institutos de formación docente, para los que propone incorporar este año el examen de ingreso. El ministro sólo parece preocupado en bajar el presupuesto de la Educación Superior, desconociendo la realidad.
La Ciudad de Buenos Aires carece, por ejemplo, de profesores de inglés e informática. En un país con altos índices de desocupación, resulta paradójico que los alumnos, muchas veces, se pasen todo un trimestre sin clases, por falta de docentes. Tan grave es la situación que se ha instrumentado una prueba de idoneidad de inglés, para que puedan ingresar a dar clase todos aquellos que han estudiado en forma particular, fuera de los profesorados o universidades.
La ciudad tampoco cuenta con suficientes profesores para las materias de las especialidades técnicas y contables, que se dictan en las escuelas de comercio o en las escuelas técnicas. Esta situación se termina resolviendo con arquitectos, ingenieros, contadores, abogados, técnicos y peritos mercantiles dando clases en las escuelas secundarias. Muchos de ellos lo hacen con una auténtica vocación por la docencia y otros porque no consiguen trabajo en las profesiones para las que se formaron. Resulta imprescindible, primero, una inversión presupuestaria para garantizar la formación pedagógica de todos aquellos profesionales y técnicos que ya se encuentran en el ejercicio de la docencia y, en una política a largo plazo, promover entre los más jóvenes estas carreras, abrir más cursos donde se puedan estudiar estas especialidades docentes y realizar convenios con las universidades para la formación pedagógica de los profesionales interesados en la enseñanza de nivel medio. Hay aspirantes a los profesorados de idioma que no pueden ingresar pues no aprueban la evaluación de nivel que se exige. Con una mayor inversión económica, se podrían armar cursos intensivos para estos alumnos o que éstos tengan más años de carrera, pero sin rechazar a los desaprobados.
Por otro lado, es cierto que hay exceso de profesores de psicología, filosofía, plástica y muy especialmente de educación física, en relación a las pocas horas de actividad deportiva previstas en la escuela media. Para peor, cada vez se autorizan más profesorados privados de educación física, de donde egresan miles de jóvenes que luego no podrán insertarse laboralmente. En cambio, hay pocos docentes en otra materia del área expresiva, como cultura musical. En síntesis, se necesita más inversión en la formación docente, una reorientación de la matrícula y políticas de Estado que promueven la orientación vocacional, becas, información y promoción de nuevas carreras. Todo lo contrario a la obsesión del ministro de limitar el ingreso.

* Miembro de la Junta de Clasificación Docente de Nivel Medio del GCBA.

 

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