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OPINION
Crónicas marx(c)ianas
Por Alfredo Zaiat

Daniel Marx afirmó que quienes hablan de que Argentina reprogramará la deuda �parece que vivieran en Marte�. Si bien todavía no se comprobó el origen marx(c)iano del secretario de Finanzas, su reacción hace recordar a la que tenía el equipo económico de Machinea, en el cual también militó, desmintiendo las negociaciones para el salvataje de los acreedores, que luego se concretó y se propagandizó como blindaje financiero. Pero Marx sabe, aunque esté rodeado de marcianos, que existen razones financieras objetivas para una inminente reestructuración de pasivos:
Argentina no accede al mercado voluntario de crédito internacional desde septiembre del año pasado.
Y en el local sólo le prestan a tasas �ruinosas� para la economía.
Los vencimientos de deuda de estas últimas semanas fueron cancelados apelando a mecanismos no tradicionales. Cavallo tomó reservas del Banco Central (500 millones de dólares), colocó bonos en los encajes de los bancos (2000 millones), obligó a las AFJP a suscribir títulos (760 millones) y pasó la gorra entre las empresas líderes (1000 millones).
Casi no quedan otros manotazos financieros de ahogado para cubrir los futuros vencimientos.
Marx está al tanto también que hay motivos económicos subjetivos para esperar una cercana refinanciación de la deuda:
La economía no muestra signos de crecimiento con el consiguiente deterioro de las cuentas fiscales, que agranda el déficit a financiar en un escenario en el cual nadie quiere prestarle a Argentina. 
Los intereses de la deuda representan el 20 por ciento de los recursos del Presupuesto (11.500 millones de dólares), monto que actúa como un pie enorme que aplasta a la economía sin permitirle crecer.
Como los inversores de deuda no son marcianos, sino que tienen los pies sobre la tierra, se desprenden de bonos argentinos provocando el derrumbe de precios y la consiguiente disparada del riesgo país. Esta corrida, paradójicamente, beneficia a Domingo Cavallo en su estrategia financiera. Aunque parezca un tanto conspirativo, ante la desesperación por la cesación de pagos, que es lo que se está descontando en el mercado, los acreedores de Argentina estarán más predispuestos a sentarse a negociar nuevas reglas de juego con la deuda.
Ya otros países (México, Corea, Rusia, Brasil, entre los más importantes) reestructuraron sus deudas, algunos en forma compulsiva yotros ordenadamente, para salir de sus respectivas crisis en los últimos años. Argentina no será la excepción.


 

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