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El alivio es que el riesgo país se mantiene en los 1200 puntos

El mercado sigue sin dar tregua, manteniendo el índice maldito en niveles record. Pero para Economía que no siga subiendo es recibido con entusiasmo.

Los financistas temen a una reestructuración de la deuda y, por tal motivo, se desprenden
de bonos.

Por Claudio Zlotnik

Los mercados volvieron a darle un leve respiro a Domingo Cavallo. Ayer, el riesgo país declinó 39 puntos y se situó en los 1156. Por su parte, el índice de acciones líderes MerVal tuvo un alza del 0,1 por ciento. Que el riesgo país se mantenga en niveles record refleja el persistente temor de los financistas a que la Argentina declare su insolvencia y deje de pagar su deuda. Todas las expectativas de los inversores están puestas en el resultado de las negociaciones entre Economía y el Fondo Monetario. Y en la confirmación de un megacanje de la deuda. Una medida que, tal cual lo anticipado por Página/12, están analizando en el Palacio de Hacienda.
No bien empezaron los negocios, los títulos de la deuda mostraron una importante caída. A media mañana, el riesgo país trepaba a los 1268 puntos (73 puntos más que el día anterior) y los informes de los bancos de inversiones alarmaban a los financistas. Goldman Sachs, por caso, concluyó que el pedido de citación a indagatoria en el tema de las armas a Carlos Menem podían reavivar las tensiones políticas, dejando a la Argentina con serios problemas de gobernabilidad.
La calma llegó al mercado en las primeras horas de la tarde cuando Cavallo desmintió a Alfredo Castañón, su secretario de Legal y Administrativo, quien había asegurado que “no habrá nuevos recortes en el gasto público. Las medidas de ajuste ya están tomadas” (ver aparte). Justamente, en la city están convencidos de que Cavallo deberá ampliar la poda ya anunciada de 700 millones de dólares en el gasto, de manera de poder cumplir con las metas fiscales pautadas con el Fondo. En medio de las negociaciones con la misión técnica del FMI, el ministro optó por desacreditar a su estrecho colaborador y calmar las agitadas aguas en el mercado dejando las puertas abiertas a un recorte adicional de las erogaciones públicas.
De alguna manera, el ministro está cambiando de estrategia. Ya no se enrojece de bronca calificando a los operadores de “miopes que no entienden nada”. Por el contrario, ahora se decidió por enviar una clara señal a los corredores.
La especulación de los financistas es que el próximo fin de semana habrá anuncios. De hecho, Cavallo viajará a Washington con la intención de abrochar un nuevo acuerdo con el FMI. Con el arreglo debajo del brazo, podrá probar que no habrá sorpresas para los inversores (léase, reestructuración compulsiva de la deuda). Otra versión que recorrió el microcentro tuvo que ver con lo adelantado por este diario: la posibilidad de un megacanje voluntario de bonos de al menos 20.000 millones de dólares, de manera tal de aliviar los vencimientos de los próximos cuatro años. Según Economía, esta operación –que ayudaría a regenerar la confianza de los inversores extranjeros– recién podría concretarse cuando los nubarrones se hayan despejado.
Mientras tanto, con el riesgo país en los 1200 puntos, la Argentina se mantiene alejado del mercado de crédito voluntario. Según comentaron agentes de la city, buena parte de los negocios de ayer se relacionaron con operaciones en descubierto, a través de las cuales los inversores “alquilan” bonos, los venden en el mercado aguardando su depreciación y, cuando ello ocurre, recompran el título para devolvérselo a su dueño original. Los analistas más optimistas apuestan a que Cavallo les torcerá el brazo en los próximos días cuando brinde las novedades. Y ponen como ejemplo lo que está sucediendo con el Brady FRB, que “resiste” en torno de los 75 dólares. Los especuladores, atentos a que el título mantiene ese valor y no retrocedió más en las últimas dos jornadas, empezaron a comprarlos. Antes de que sea tarde y, como predijo el ministro, pierdan mucha plata.

 

La canasta se guardó

La reacción corporativa de los legisladores justicialistas frente al pedido de indagatoria a Carlos Menem provocó la postergación hasta el 2 de mayo del tratamiento de la ley de ampliación de la convertibilidad. El titular de la Cámara, Rafael Pascual (UCR), dijo que el levantamiento de la sesión respondió a un pedido del bloque justicialista al que caracterizó como “en situación de convulsión interna”. No obstante, Pascual aseguró que todos los bloques se comprometieron a sesionar el próximo miércoles. De haber habido sesión, la situación judicial de Menem se habría tratado en el recinto y tanto el oficialismo como la oposición prefirieron evitar que el debate se saliese de cauce.

 

DOCUMENTO DEL GRUPO PRODUCTIVO
Contra el fundamentalismo

El Grupo Productivo, integrado por la Unión Industrial Argentina, la Cámara Argentina de la Construcción y las Confederaciones Rurales Argentinas, emitió ayer un comunicado de apoyo a la gestión de Domingo Cavallo y de dura crítica “a los voceros del fundamentalismo de mercado”, a los que califica de “responsables de la crisis económica y social actual”.
Aunque no los menciona el documento, los dirigentes del Grupo Productivo señalan al “CEMA y FIEL, con Roque Fernández a la cabeza”, como responsables de una campaña de desestabilización de los mercados. El texto sólo habla de “voceros del fundamentalismo de mercado que insisten con recomendaciones de política económica que nos han conducido a la situación actual”.
Según el GP, que le presentará en breve un documento de propuestas a Cavallo, “los actuales niveles de riesgo país no se corresponden con la potencialidad productiva de la economía nacional”. En tanto, “apoya fuertemente el cambio de diagnóstico económico y espera que se materialice en un efectivo cambio de política económica favorable a la producción nacional y el empleo”. Así, sostiene que el desequilibrio fiscal es consecuencia de la depresión económica, por la caída de la recaudación, y afirma que sólo se logrará a través del crecimiento. Por otro lado, en el GP dicen que nuevos ajustes no harían más que profundizar la recesión.

 

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