Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


Cómo empiezan a caer los dominós
del delito en el Senado brasileño

Primero fue Roberto Arruda, que a comienzos de esta semana confesó su manipulación de los votos; hoy es el poderoso Antonio Carlos Magalhaes quien va a hablar, y nadie sabe hasta dónde llegará la crisis.

Fernando Henrique Cardoso preocupado por la cadena de revelaciones en el Senado.

Por Darío Pignotti
Desde San Pablo

En clave de melodrama, Brasil asiste al escándalo político del año. Con gran medición de audiencia el senador oficialista Roberto Arruda confesó el lunes en el Parlamento cómo violó el sistema informático de la Cámara alta: a través de un programa especialmente diseñado, el legislador manipulaba el panel electrónico, con lo cual violó un derecho constitucional. Desde entonces Brasilia hierve y nadie se arriesga a vaticinar cómo concluirá la historia ni quiénes serán alcanzados por su onda expansiva.
Arruda había sido designado directamente por el presidente Fernando Henrique Cardoso como presidente del bloque gubernamental, cargo que debió abandonar cuando las pruebas del delito lo cercaron, hace una semana. Entre lágrimas, Arruda echó mano de un pañuelo blanco y confesó: “El poder estaba llevándome por la vanidad exagerada, la ambición desmedida”. Luego de un respiro, el senador en vías de extinción se comparó con San Pedro “que después de negarse tres veces, arrepentido, volvió al camino de la verdad”.
Las palabras y el tono empleados por el senador el lunes contrastan con su intervención de una semana atrás, cuando desafió”a quien sea a presentar una coma de prueba en mi contra”. El giro del senador oficialista lleva a sospechar que actuó siguiendo una estrategia más que la voz de su conciencia: al saberse arrinconado por las evidencias y la prensa, eligió confesar todo para tratar de moderar la sanción que debería terminar con su mandato.
Pero la apelación emocional no consiguió sensibilizar ni a sus compañeros del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, que decidieron expulsarlo, algo que Arruda evitó anunciando su alejamiento del partido el martes. En su caída libre, el senador dejo una sugestiva frase en el aire: “Nadie vio otra salida que mentir”. Para algunos Arruda sugirió que la orden vino de arriba, muy arriba. ¿Desde el Palacio Presidencial? Lo cierto es que Arruda era recibido habitualmente en Palacio para elaborar la política parlamentaria.
Lejos del recinto, donde el senador caído en desgracia se confesaba, el presidente Cardoso siguió la exposición, por TV. Su vocero dijo que el presidente calificó de “corajudo” a Arruda, pero igual ordenó que dejara la jefatura del bloque e, informalmente, hizo saber que este problema es asunto que debe resolverse lejos del Planalto.
El escándalo ya fue calificado como el más serio del actual mandatoy amenaza la continuidad de la alianza que da sustento a Cardoso cuando todos se aprestan a las elecciones del 2002. Desde la oposición, el Partido de los Trabajadores relanzó la iniciativa en favor de una comisión investigadora de la corrupción abortada precisamente por Cardoso y Arruda antes de conocerse la violación del sello. Si lo hicieron una vez, en julio del 2000, ¿por qué no habrían violentado el tablero de votaciones otras veces? se preguntan los petistas. Y completan: “Si así fue: ¿cuántos senadores habrán sido chantajeadospara que voten según lo indicaba Arruda?”. Hace dos semanas,muchos senadores aceptaron los argumentos oficiales para rechazar esa comisión investigadora, pero ahora el cuadro podría cambiar y algunos legisladores aceptarían dar respaldo a la iniciativa opositora. En la lista de investigaciones hay otra que compromete al actual presidente del Senado, Jader Barbalho.
Arruda, según el propio interesado, fue “infantil e ingenuo”. Su vida política parece acabada después del affaire. No es el caso del otro involucrado en la violación del secreto, Antonio Carlos Magalhaes, a quiennadie calificaría de infantil ni de ingenuo. El cacique bahiano presidió el Senado por ocho años y fue artífice de la coalición que gobierna desde 1995. Aún más: Magalhaes declaró la guerra sin cuartel a su ex aliado Cardoso.
Después del capítulo Arruda, el culebrón brasileño tendrá hoy un momento de gran tensión cuando Magalhaes sea oído en el Senado. Es una incógnita cuál será la táctica del Magalhaes, herido y con sed de venganza. Se dice por allí que el bahiano también lloró entre sus íntimos. Nadie sabe si Cardoso también lo hizo en estos días, pero de lo que no hay dudas es que el Presidente seguirá con atención la intervención de Magalhaes.

 


 

HUGO BANZER ANUNCIO QUE REPRIMIRA A LOS COCALEROS
No protestarán, no dialogaré

“No cabe el diálogo”. Con estas palabras rotundas el presidente boliviano Hugo Banzer definió la posición del gobierno después de que el ejército disolviera los primeros cortes de ruta de campesinos y cocaleros. Una posición que enfatizó al repetir que reprimirá con firmeza al sindicato de cultivadores de coca del Chapare, antiguo emporio del narcotráfico.
Tras su retorno de Québec, Canadá, donde asistió a la III Cumbre de las Américas, Banzer insistió en que aplicará la ley para contrarrestar el corte de la principal carretera del país realizado por militantes del gremio de cocaleros. Al frente de la protesta está el diputado socialista, Evo Morales, que demanda el cese de su política antidrogas y comandó una marcha de protesta de 400 km que el lunes llegó a La Paz tras 14 días a pie. “Vamos a desbloquear” y “vamos a aplicar la ley” fueron las consignas del general septuagenario. También tenía declaraciones férreas que formular sobre el pedido de dimisión que busca gestionar la oposición en el Congreso: “No renunciaré, me quedaré hasta el último día de mi gestión”, sostuvo. También se mostró favorable a estudiar la adopción de la parte social del polémico Plan Colombia. La finalidad alegada es salvar de la ruina a los campesinos cultivadores de una coca cuya erradicación es una de las victorias de las que el gobierno se jacta en su lucha contra las drogas.
El ministro de Defensa de Bolivia, Oscar Vargas, dijo que las tropas irrumpieron en la carretera que une a los departamentos de Cochabamba y Santa Cruz, donde se instalaron en la madrugada los campesinos productores de coca para impedir el tráfico de vehículos. Por su parte, el dirigente de los cultivadores de coca Luis Cutipa advirtió que con o sin militarización de Cochabamba se procederá a partir de hoy al cierre de la carretera hacia Santa Cruz. Unos 8.000 efectivos entre soldados y policías los esperan.

 

PRINCIPAL