Por Carlos Rodríguez
El comisario Amadeo DAngelo,
de 50 años, un operativo al que se le adjudica una
vieja amistad con el mítico comisario retirado Mario Chorizo
Rodríguez figura estelar de la maldita policía,
asumirá el lunes como virtual jefe de la Policía Bonaerense
y ya cosechó críticas de parte de la Alianza bonaerense,
precisamente por esa vinculación. Como se suponía, el ministro
de Seguridad, Ramón Verón, designó a DAngelo
para suceder al comisario José María Gallina, a quien la
jefatura virtual le resultaba extraña, acostumbrado a cargos de
vuelo bajo a los que volverá ahora ya que fue nombrado subsecretario
de Formación y Capacitación policial. La cronología
precisa que se trata del tercer jefe en poco más de un año.
El ministro Verón le restó importancia al nuevo relevo diciendo
que se trata de una cuestión operativa, aunque flota
en el ambiente, como causas reales, la reiteración de casos de
corrupción y las críticas por la falta de seguridad en el
conurbano.
Además de DAngelo, fueron designados otros seis nuevos jefes,
todos con cargo de director general y vinculados con la seguridad y la
lucha contra la corrupción. Se trata de los directores de Seguridad,
comisario Carmelo Impari; Investigaciones, comisario Ricardo De Gastaldi,
quien ocupará el cargo que deja DAngelo; de Evaluación
de la Información para Prevención del Delito, comisario
Juan Barragán; de Sumarios Administrativos, comisario Carlos Couso;
de Prevención y Control, Corrupción y Abuso Funcional, comisario
Jorge Fernández, y el nuevo secretario general de la fuerza, comisario
Raúl Marcelo Cheves.
También hubo designaciones en el Ministerio de Seguridad: son las
de los nuevos subsecretarios de Formación y Capacitación,
el ya nombrado Gallina; de Relaciones Institucionales y Políticas,
a cargo desde el lunes del doctor Juan Manuel García Blanco, y
de Planificación, en la que fue nombrado el licenciado Roberto
Juan Patricio Meade.
Gallina había asumido en diciembre pasado, en reemplazo del comisario
Eduardo Martínez, quien había sido puesto en funciones el
5 de abril de 2000. En el caso de Martínez, la debacle fue por
su pasado con acusaciones por torturas, la reiteración de casos
de apremios ilegales en comisarías y sus palabras proponiendo apagar
el incendio con nafta: Fusilaría por la espalda a los policías
que torturen detenidos, amenazó antes de entregar su renuncia.
Lo de Gallina, en cambio, estuvo teñido por un anonimato que para
la oposición aliancista parecía intrascendencia,
comentaron ayer legisladores consultados por Página/12.
Gallina, un policía de escritorio, según la
jerga interna, tendrá una nueva función más acorde
con su personalidad, pero no por eso tranquila: como subsecretario tendrá
que lidiar con los cadetes de la escuela Juan Vucetich, los
mismos que hace poco generaron un escándalo durante una fiesta
de egresados que terminó con desmanes y robos de poca monta.
En el currículum oficial del comisario DAngelo se destacan
una carrera de 31 años, su espíritu de sacrificio,
capacidad operativa y firmeza en la toma de decisiones, y su especialización
en materia de seguridad e investigaciones. Estuvo al frente
de las direcciones de Investigación de Mercedes y San Nicolás,
y las departamentales de Dolores, Morón y San Isidro. Esos antecedentes
parecen no conformar al jefe del Bloque de Senadores del Frepaso, Eduardo
Sigal, para quien el nombramiento puede significar volver a los
vicios de la maldita policía.
Sigal sostuvo que DAngelo es sindicado como un hombre muy
cercano al nefasto Mario Chorizo Rodríguez. El
nuevo jefe virtual es mencionado en el libro La Bonaerense, de Ricardo
Ragendorfer y Carlos Dutil. Allí se dice que la afinidad
de DAngelo con Rodríguez no es un secreto para nadie
en La Bonaerense. También se lo menciona, cuando estuvo en
San Nicolás, como salpicado por maniobras de dos de sus subordinados
acusados por graves irregularidades en la investigación de
una causa por narcotráfico. Esos subordinados eran Alberto
La Liebre Gómez y Antonio Gerace, dueños de
un abono eterno al banquillo de los acusados.
Sigal criticó también el ascenso de De Gastaldi. Parece
un premio a la ineficacia, puntualizó aludiendo a su fallida
actuación en Mar del Plata, donde investigó una serie de
asesinatos que siguen sin resolución. También hizo críticas
la diputada Graciela Podestá, quien sostuvo que la mentada
autodepuración policial es otro artilugio mediático
del gobernador Carlos Ruckauf, aludiendo a las amenazas sufridas por suboficiales
que denunciaron a sus jefes del Comando de Patrullas de Vicente López.
PABLO
SCHOKLENDER SALE A TRABAJAR
De la cárcel al estudio
Pablo Schoklender, condenado
a prisión perpetua por el crimen de sus padres, obtuvo el beneficio
de las salidas laborales. Aunque vuelve al penal a pasar las noches, el
menor de los hermanos Schoklender sale cinco días a trabajar en
un estudio jurídico del centro. La disposición fue ordenada
por el juez de ejecución de sentencia Néstor Narizzano,
a partir de los informes psiquiátricos elevados por el Cuerpo Médico
Forense. Aunque desde abril se sabía que Pablo podía obtener
el beneficio, Narizzano confirmó ayer la medida.
De acuerdo con los trascendidos, Pablo estaría trabajando desde
el lunes pasado en el estudio jurídico de Sergio Gandolfo, uno
de sus abogados. El beneficio fue pedido por el fiscal Oscar Hermelo como
atenuación de la condena, de la que lleva cumplidas dos terceras
partes. En el estudio incluido en el dictamen del fiscal, los psiquiatras
aseguraron que Pablo Schoklender no tiene rasgos psicóticos
ni psicopáticos y que no representa peligro para sí
ni para terceros. A las pericias, el Servicio Penitenciario Federal
(SPF) sumó un informe de buena conducta sobre el condenado.
Sergio y Pablo Schoklender fueron sentenciados a reclusión perpetua
por el crimen de sus padres, Mauricio Schoklender y Cristina Silva, ocurrido
el 30 de mayo del 81. El doble homicidio se conoció cuando
el matrimonio apareció muerto en el baúl del Dodge Polara
de la familia estacionado en Coronel Díaz. Sergio tenía
entonces 23 años, tres más que su hermano. Fue el único
de los hermanos que se responsabilizó por el crimen. Pablo nunca
habló. Por decisión de la Justicia, el menor dejó
la cárcel en el 85. Y aunque tres años después
fue nuevamente convocado cuando la Corte Suprema confirmó el fallo,
no regresó. Estuvo prófugo hasta el 94. Ese año
fue encontrado en Bolivia con documentos falsos y terminó extraditado.
Pablo había formado allí una familia, en la que tuvo un
hijo.
Ninguno de los dos habló sobre la nueva disposición judicial.
Desde el estudio de abogados de Gandolfo, Pablo seguirá en el mismo
hermetismo que lo ha caracterizado, incluso desde que su hermano quedó
en libertad.
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