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Los piqueteros desconfían y Trabajo no quiere cortes

Las negociaciones entre los piqueteros que exigen el cumplimiento de la entrega de planes Trabajar y el Ministerio de Trabajo se estancaron. Hoy continuará el tire y afloje.

Padres e hijos se concentraron sobre la Ruta 3.

En punto muerto. Así se encuentran las negociaciones entre el Ministerio de Trabajo y los piqueteros que mantienen cortada la Ruta 3, a la altura de Isidro Casanova. “Quieren que nos vayamos a casa sólo con promesas; no podemos tirar por la borda el esfuerzo de toda la gente que está en el piquete”, dijo el concejal frepasista de La Matanza Luis D’Elía, uno de los líderes de la protesta. El desencuentro surgió porque desde el Ministerio que conduce Patricia Bullrich les hicieron llegar a los manifestantes la postura de que “si no levantan totalmente el corte de ruta, no se fija ninguna fecha para una reunión con la ministra”; pero D’ Elía contraatacó diciendo que “la propuesta nuestra es despejar la ruta y que la gente se quede en la banquina mientras se hace la reunión”. Y ahí se empantanó todo.
Los cortes de ruta en La Matanza ya estuvieron en el centro de la escena en noviembre pasado, cuando cientos de desocupados mantuvieron cortada la Ruta 3 durante varios días, en reclamo de ayuda social para la zona, una de las más empobrecidas del país. El Gobierno y los piqueteros firmaron un acta de compromiso el 4 de noviembre, en donde el Poder Ejecutivo se comprometía a incrementar los planes Trabajar y mantenerlos hasta diciembre de este año, además de enviar dos millones de pesos en remedios y herramientas, y de realizar una serie de obras públicas.
Como el jueves último, según los piqueteros, el Ministerio de Trabajo canceló anticipadamente 4600 planes, y de los fondos prometidos sólo se enviaron 28 mil pesos en medicamentos, “vencidos”, según denunció Juan Carlos Alderete, jefe del Movimiento de Desocupados de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y otro de los líderes de la protesta, el conflicto volvió a recalentarse. Por su parte, el gobernador bonaerense Carlos Ruckauf tampoco cumplió lo prometido, que consistía en instalar hospitales móviles y regularizar la situación de los asentamientos; ante ese panorama, el lunes pasado volvieron los cortes en la ruta, en el kilómetro 22, y también cortaron las vías del ferrocarril Belgrano.
En Trabajo aseguran que no se canceló ningún plan Trabajar, sino que de los 8 mil beneficiarios originales sólo se reempadronaron 5200; “el Ministerio está dispuesto a negociar, a abrir una mesa de diálogo, y a corregir los errores que puedan haber pasado, pero siempre si abandonan totalmente el corte”, informó Guido Lorenzino, gerente de Empleo para el Conurbano, y encargado de las gestiones con los piqueteros. Por otro lado, en la cartera laboral se desentendieron de las otras promesas incumplidas, asignándolas “a otras áreas del Gobierno”.
“No entiendo la estrategia de Bullrich; primero nos dicen que aceptan nuestra propuesta de retirarnos a la banquina, pero después nos enteramos que insisten con eso de que levantemos el corte definitivamente”, sostuvo D’Elía, y agregó: “O están apostando a la represión o están apostando al desgaste”. Por lo pronto, hoy el corte de la Ruta 3 y de las vías del Belgrano entra en su quinto día, y La Matanza se pone cada vez más al rojo vivo.

Informe: Alejandro Cánepa. Informe: Alejandro Cánepa.

 

Avanzada de Hugo Moyano

El secretario general de la CGT disidente, Hugo Moyano, aseguró que su sector convocará para la próxima semana al Comité Central Confederal para definir la fecha y la modalidad de “un plan de lucha” en contra del actual modelo. En tanto, el secretario gremial de los disidentes, el colectivero Juan Manuel Palacios, afirmó que “el plan de lucha es en respuesta a toda esta situación, que no da para más, porque no se avizora ningún tipo de mejora para los trabajadores.”
La reunión del Confederal analizará la idea de Moyano de profundizar las medidas contra el Gobierno, luego de que la CGT disidente cancelara un paro de 36 horas para el 5 y 6 de abril pasados, a la expectativa de los anuncios económicos de Domingo Cavallo. Pero el 30 de abril último el líder camionero declaró en el Congreso que “la tregua terminó”.

 

OPINION
Por Marta Oyhanarte

Viejas prácticas políticas

L os nuevos roles laborales son subsidios que forman parte de un programa del Gobierno de la Ciudad, cuyo objetivo es “aumentar los niveles de empleo a partir de ampliar el espectro de empleabilidad, insertando en el mercado de trabajo a personas desocupadas que residan en la ciudad, mediante su capacitación en el desarrollo de roles que cubren necesidades aún no satisfechas por la oferta actual de servicios, en cuya identificación y aprovechamiento participa un entramado de organizaciones no gubernamentales”. Para los años 1999 y 2000, el presupuesto destinado a este propósito fue de 9 millones. Para el 2001, el Poder Ejecutivo pidió una reducción de presupuesto, destinando sólo 1.3 millones. ¿Las causas? Después de la denuncia penal efectuada por la Defensora del Pueblo y del exhaustivo informe que presentara ante la Legislatura, sólo cabe una: la deficiente instrumentación del programa y su ineficacia de resultados.
Lo que debía constituir un servicio social destinado a luchar contra un problema tan grave como el desempleo, se convirtió en un circuito de recaudación y reparto de prebendas, de pago de favores y compensaciones; en síntesis: de financiamiento perverso de la política en el que están involucradas corporaciones políticas, agrupaciones universitarias, ONG truchas hechas a medida para el programa y funcionarios porteños.
Desde el Poder Ejecutivo declararon que los hechos que se investigan se cometieron durante la gestión anterior y que estaban revisando todos los subsidios vigentes como único camino para saber si los casos detectados respondían a un patrón más extenso. Dos meses después de estas declaraciones y cinco después de decidirse el recorte presupuestario del Programa Nuevos Roles Laborales, la Defensora del Pueblo, con pruebas contundentes presenta una denuncia penal por malversación de caudales públicos. ¿Qué hizo el Poder Ejecutivo con los funcionarios involucrados? Algunos están bajo sumario administrativo, otros fueron separados de sus cargos, a otros simplemente no se les renovó contrato. Unos siguen siendo funcionarios de la Ciudad, otros pasaron al Gobierno Nacional.
Es vergonzoso que los fondos que debieran destinarse a la ayuda de personas necesitadas sean desviados hacia punteros políticos. Es lamentable que los artífices de estos desvíos sean funcionarios que ya han sido denunciados en el pasado por manejos poco claros de fondos públicos, apareciendo reciclados en otras funciones y cada vez con más poder. Es indignante que las responsabilidades políticas siempre queden impunes.
La Ciudad de Buenos Aires tiene 140.000 desocupados de los cuales 28.000 viven bajo la línea de pobreza. La meta proyectada del Programa era la atención de 2100 desocupados. La realidad es que durante 1999 y 2000, hubieron 3000 beneficiados con los nuevos roles laborales. La justicia determinará cuántos de ellos fueron entregados en forma irregular –a través de viejas prácticas políticas que están lejos de caer en desuso–, y cuántos llegaron a manos de desocupados en situación de vulnerabilidad social, según lo establecían los objetivos y metas del programa. Estamos nuevamente ante un caso de corrupción, de malversación de fondos públicos, de reciclado de funcionarios. Una vez más la cara clientelística de la política desdibuja y hace peligrar a las demás, las que pretendemos recuperar, las que tanto nos cuesta defender en medio de tanto descrédito y tanta decadencia. Una razón más para producir la tan ansiada reforma política.

 

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