
ALMA
Viviendo
prácticamente al lado de esta gente, gracias a Dios me salvé.
Me salvé porque condené mi cuerpo en la cárcel pero
si hubiera estado con ellos hubiera condenado mi alma por los grandes
negociados y los grandes robos que han cometido. O sea: estoy condenado
desde hace 11 años, pero sólo en mi cuerpo. (De Mohamed
Alí Seineldín con Martín Pitton, por Radio América,
sobre el menemismo.)
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