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Cavallo se guarda una Sonia como as en la manga

La mujer del ministro de Economía se niega aún a ser candidata a senadora porteña por AR. Pero si Cavallo lo decide, Sonia irá.

Sonia senadora fue idea, hace varios meses, de Antonio de laRúa, cuando imaginaba otra Alianza.

Por José Natanson

El hombre es ministro de Economía, pero también funciona como canciller, como jefe de Gabinete, a veces como ministro del Interior y, según ha dicho más de un aliancista, como virtual primer ministro. Lamentablemente (para él) no puede también ser candidato en las elecciones de octubre. Sin embargo, Domingo Cavallo ya tiene en mente una solución: aún no está decidido, pero analiza la posibilidad de lanzar a su esposa, Sonia Abrazian, como candidata a senadora en la Capital por Acción por la República. Hasta ahora, Sonia no quiere saber nada con su postulación, pero en el partido de Cavallo están convencidos de que, si el ministro se decide, su mujer terminará aceptando.
Aunque suene extraño, la idea no fue de ningún cavallista sino de Antonio de la Rúa. Un mes y medio atrás, cuando los radicales comenzaban a acostumbrarse a la presencia de Cavallo en el Gobierno, el joven recomendó integrar a los dirigentes de Acción por la República a las listas de la Alianza. El razonamiento tenía su lógica: la incorporación del cavallismo consolidaría la idea de gobierno de coalición, obligaría al ministro a hacer campaña a favor de la Alianza y, sobre todo, bloquearía sus negociaciones con el peronismo. La fórmula era para los dos distritos más importantes: en la provincia, los candidatos serían Raúl Alfonsín y Alejandra Sturzzenegger; en la Capital, Carlos “Chacho” Alvarez y Sonia Cavallo, con un radical como primer diputado.
La idea se fue extendiendo entre algunos integrantes del grupo sushi. Uno de ellos se la comentó al pasar a un importante funcionario cavallista, que a su vez se la transmitió al ministro. También llegó a oídos de los dirigentes del Frepaso, que empezaron a evaluar la propuesta.
Pero no hubo tiempo para empezar las negociaciones. Alertado sobre el objetivo de Antonio, Alfonsín salió como un rayo a aclarar que no estaba dispuesto a compartir listas con el cavallismo. Tres semanas después, Chacho Alvarez abandonaba la “actividad partidaria”, descartando las posibilidades de una candidatura (al menos dentro de la Alianza). Poco después, el Frepaso cerraba filas en torno al rechazo a la incorporación de Cavallo. Unos días más tarde, un sector del radicalismo porteño –que lideran Jesús Rodríguez y Rodolfo Terragno– se sumó a esta postura. Y, finalmente, el delarruista Rafael Pascual –que al principio había defendido el acuerdo con Cavallo– aceptó la negativa.
La posibilidad de que los dirigentes de Acción por la República se sumen a las listas aliancistas, al menos en los dos distritos más importantes, quedaba definitivamente descartada.
Sin embargo, la idea prendió en un sector del cavallismo. Hay otros candidatos –el ex diputado Guillermo Francos y la legisladora porteña Martha Oyhanarte– pero algunos integrantes del entorno del mediterráneo creen que Sonia los supera en perfil y presencia. “Necesitamos un candidato fuerte y creemos que ella es la representante perfecta de Cavallo”, aseguró a Página/12 un hombre cercano al economista. Y enumeró los posibles adversarios: el postulante de la Alianza, que seguramente será Rodolfo Terragno; el socialista Alfredo Bravo; y el candidato del PJ, Gustavo Beliz, cuyo electorado suele superponerse con el de Cavallo.
Frente a quienes le achacan inexperiencia, los defensores de la idea argumentan que Sonia viene acumulando antecedentes desde hace años. Contadora y cordobesa como Cavallo, Sonia se ha ido metiendo de a poco en la política. El año pasado, en la elección para jefe de Gobierno, recorrió –sola– casi toda ciudad en busca de votos. Se dedicó también a caza de fiscales y asumió la conducción de Mujeres en Acción, la rama femenina del partido que nuclea a unas dos mil mujeres. Aunque su objetivo –ayer y hoy– es ayudar a su marido, y aunque nunca lo contradice en público, todos conocen su influencia (y su carácter).
Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría y hombre cercano a Cavallo, dio su opinión sobre la idea de lanzar a Sonia. “Se asemeja a la experiencia realizada por el matrimonio Duhalde en la provincia de Buenos Aires en 1997. Al no poder ser candidato la figura principal y sin candidaturas alternativas indiscutibles, se busca a través de la figura de la mujer generar una suerte de voto reflejo. Este tipo de candidatura se inserta en la tradición justicialista en la cual la mujer del líder juega un rol político, pero también coincide con fenómenos más novedosos, como el de Hilary Clinton en la política norteamericana”.
De todos modos, Fraga agregó que “el partido debe analizar detenidamente si este tipo de candidatura resulta más eficaz que otras, como pueden ser las de Oyhanarte o Francos”. En definitiva, se trata de evaluar si los votos del ministro (a quien las encuestas señalan como una de las figuras más taquilleras) se trasladarían en forma automática a su mujer.
En cualquier caso, las elecciones de octubre se acercan y, ante la imposibilidad de presentarse con la Alianza, el cavallismo debe definir sus candidaturas en los distritos claves. En la provincia ya está casi cerrado un acuerdo con Duhalde; la Capital, en cambio, aparece como un escollo que sólo podría salvarse con el lanzamiento de Sonia. Ella no quiere saber nada, pero los hombres del ministro aseguran que, si Cavallo se lo pide, no podrá decir que no.

 

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