Por Romina Calderaro

“Estamos preparados para que vengan a reprimir y nos vamos a defender. Le dijimos al secretario privado del Presidente, Leonardo Aiello, que no se les ocurra hacer esa locura porque va a haber muertos de los dos lados”, dijo a Página/12 Juan Carlos Alderete, líder de la Corriente Clasista y Combativa y uno de los representantes de los piqueteros que cortan la ruta 3 de La Matanza desde hace trece días. Los manifestantes quieren que se reanude el pago de los planes Trabajar que les habían otorgado en febrero, pero ayer las negociaciones volvieron a fracasar. En una asamblea, los piqueteros rechazaron punto por punto la propuesta que les mandó por fax Aiello, al considerarla “menor a la del viernes”. A partir de ahora sólo negociarán con los ministros de Trabajo, Desarrollo Social o Salud. Mientras tanto, en el gobierno reiteraron su estrategia de designar funcionarios de segunda y no enviar a ninguna primera figura a negociar.
“La nueva propuesta ha causado más bronca, más odio. No se habla del compañero Emilio Alí, cuando el viernes nos habían prometido otorgarle la prisión domiciliaria, y nos ofrecieron 7500 planes, cuando saben perfectamente que acá había 8400. Causó risa en la gente de la asamblea porque es un chiste”, dijo a este diario Alderete ayer a las ocho de la noche. Acababa de terminar la asamblea de una hora en la que los hombres y mujeres que cortan desde hace 13 días la ruta 3 de La Matanza decidieron rechazar “por unanimidad” la nueva propuesta de Aiello, esta vez enviada por fax. Los piqueteros decidieron también, ante el fracaso de la gestión del secretario privado para Asuntos Especiales del Presidente Fernando de la Rúa, que no negociarán sino con los ministros de Trabajo, de Salud, o de Desarrollo Social y se mostraron “indignados” por la ausencia de representantes de la cartera que conduce Patricia Bullrich.
La ausencia en la negociación con los piqueteros de funcionarios de primera línea del gobierno no es casual, responde a una estrategia del gobierno. En tiendas del Presidente consideran que si algún ministro se sentara a negociar con los manifestantes de La Matanza sería como legitimar la idea de que todo aquel que se ponga al frente de un reclamo en cualquier lugar del país va a conseguir lo que pida con sólo cortar una ruta. Por eso es que, ante el fracaso de la gestión del secretario privadísimo del Presidente, el ministro del Interior, Ramón Mestre, el secretario de Seguridad, Enrique Mathov, la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich y el propio Aiello se reunieron ayer para intercambiar opiniones y ratificar el plan: mientras los ministros seguirán con un discurso duro, funcionarios de bajo perfil mantendrán las negociaciones. Si es que los piqueteros aceptan.
Ayer, el clima en la ruta no era el mejor. “Estamos preparados para que vengan a reprimir”, dijo Alderete a Página/12. Ante la consulta de este diario, el hombre especificó qué quiso decir exactamente con esa frase. “Que nos vamos a defender. Si reprimen nos vamos a defender. Ya le dije a Aiello que no se les ocurra hacer esa locura porque va a haber muertos de los dos lados”, sostuvo.
Al margen de los reclamos económicos, un punto que enojó a los piqueteros fue que el fax que envió Aiello en un nuevo intento por lograr el levantamiento del corte no contenía ninguna referencia a la libertad de Emilio Alí. “El viernes estábamos hablando de que le den por lo menos prisión domiciliaria”, explicó Alderete. Emilio Alí es un piquetero que el mes pasado fue condenado en Mar del Plata a cinco años y medio de prisión por exigir comida en un supermercado. Alderete y el concejal Luis D’Elía, las dos cabezas de la protesta, quieren asegurarse de que no va a ocurrir lo mismo con los manifestantes de La Matanza, ya que el proceso contra Alí comenzó mucho tiempo después del incidente y no porque el supermercado ni alguno de sus clientes haya iniciado acciones legales, sino porque un fiscal presentó una denuncia de oficio que dio inicio a la causa.
Alderete dijo a este diario que ayer hubo en la asamblea unas seis mil personas. “Estuvo muy concurrida porque todos querían saber qué iba apasar, si nos iban a dar lo que pedíamos, pero cuando leímos el fax todos se reían”, afirmó. Mientras tanto, en el gobierno se lamentan de que la negociación de Aiello, que se suponía tenía que ser secreta, haya salido en los diarios con foto y todo (la foto fue exclusiva de Página/12) Ahora deberán decidir quién continúa el diálogo.

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