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NECESITA GANARLE AL CRUZ AZUL EN MEXICO
Qué manito te espera, River

Después del empate en el Monumental, sólo la victoria lo deja en semifinales de la Libertadores. Se complica lo de Saviola.

Ariel Ortega, una de las cartas de triunfo de River,
en el entrenamiento de ayer.

River enfrenta esta noche el partido más difícil de sus últimos tiempos. Debe vencer al Cruz Azul en el estadio Azteca de México si pretende clasificarse a las semifinales de la Copa Libertadores. La igualdad sin goles registrada en el partido de ida dejó al equipo argentino en una complicada posición para jugar esta tarde en el Azteca, dónde además deberá superar los efectos adversos de los 2400 metros de altitud del Distrito Federal.
El cotejo, programado para las 19.15, será el tercero entre los dos clubes desde 1985, cuando River Plate le ganó a Cruz Azul en serie de penales, luego de empatar 2-2 en tiempo regular, durante un partido disputado en Querétaro. La semana pasada ambos equipos empataron sin goles en el estadio Monumental, en un partido en el que River no pudo doblegar el inteligente planteo del conjunto cementero.
Por eso la noche podría pintarse mañana de azul en la capital mexicana, donde el efecto producido por la altura de la ciudad y los más de 100.000 aficionados que estarán presentes en el majestuoso Azteca, pueden resultar determinantes. La confianza mostrada por el equipo de Núñez es elocuente y deja entrever el oficio de un grupo encabezado por dos jugadores importantes: Ariel Ortega y Javier Saviola, cuya transferencia al Barcelona se trabó anoche.
Los enviados de la entidad catalana, Francesc Closa y Anton Parera, mantuvieron una prolongada reunión con el presidente de River, David Pintado y el vicepresidente, Alfredo Dávicce, quienes luego se unieron a un cónclave de comisión directiva que, entre otros temas, trataba la intrincada venta. Barcelona habría ofrecido 20 millones de dólares, mientras que River pretende 25 millones limpios.
La posible transferencia sigue provocando cortocircuitos en la CD de River. “Ya vendimos en cantidad y calidad –opinó el secretario José María Aguilar– Angel, Aimar y otras figuras más. Fue una sangría muy importante. Y esto no fue hace años sino en enero pasado, es muy reciente, y por ello River obtuvo ingresos superlativos. No advierto ningún motivo de exigencia de venta de esta naturaleza ni ánimo por parte de Pintado ni Dávicce al respecto. Sería un golpe muy duro”.
Saviola es, sin lugar a dudas, la carta de triunfo de River, que pugnará por llegar a las semifinales de la Copa Libertadores sobre el local aún cuando sufrirá las ausencias de hombres importantes como el zaguero paraguayo Celso Ayala, requerido por el seleccionado de su país lo mismo que su compatriota Pedro Sarabia, y el lesionado Eduardo Coudet.
El Cruz Azul no escatimó esfuerzos ni para llegar en su mejor forma física ni para volver a jugar en el estadio Azteca por primera vez desde 1996, con el fin de atraer un mayor número de seguidores. De hecho, las más de 100.000 localidades para el choque ya se vendieron. “Este es el partido más importante de mi carrera”, declaró el técnico mexicano José Luis Trejo.

 


 

CON EL VASCO DA GAMA, ESTA NOCHE EN LA BOMBONERA
A Boca le alcanza con el empate

Boca buscará esta noche asegurar su pasaje a las semifinales de la Copa Libertadores de América cuando reciba en su estadio al Vasco da Gama. Al equipo de Carlos Bianchi le alcanza con el empate, ya que en el partido de ida en Río de Janeiro venció 1–0 con un tanto de Guillermo Barros Schelotto. En el conjunto brasileño volverá a estar ausente el goleador Romario, que sigue afectado por una lesión en su pierna derecha.
Con el mismo equipo que logró la victoria en el Sao Januario, Boca intentará definir con tranquilidad una serie que muchos consideraban una final anticipada. El buen resultado que le dio el mediocampo con Javier Villarreal, Mauricio Serna y Cristian Traverso convenció a Bianchi para repetir el modelo para la revancha, más allá de la especulación que indicaba que pararía una formación algo más ofensiva.
En tanto, la situación de Juan Román Riquelme parece que tiende a solucionarse. En principio, el representante del jugador, Marcos Franchi, llegó a un acuerdo contractual con el Barcelona, y ahora resta que las autoridades de ambas instituciones confirmen la operación que habían concretado el pasado 29 de marzo. Con ese motivo llegaron a Buenos Aires los dirigentes catalanes Francesc Closa y Anton Parera, aunque sus intenciones pasan por conseguir una rebaja en el precio que habían pactado en su momento. Lejos de las negociaciones, Riquelme volverá a conducir a su equipo ante los brasileños.
Más allá de la ventaja que tiene Boca, los integrantes del plantel están convencidos de que la serie todavía no está definida. El respeto por el Vasco tiene que ver con que el conjunto que dirige Joel Santana ganó los cuatro partidos que disputó como visitante en lo que va de la Copa. Además, todavía está fresco el recuerdo del partido ante Junior, que en el primer minuto del juego ya había perdido la diferencia que había obtenido en Barranquilla. El ganador de esta eliminatoria se enfrentará en las semifinales con el que pase de ronda entre los brasileños Cruzeiro y Palmeiras, que se enfrentarán esta noche en Belo Horizonte. En el partido de ida jugado en San Pablo igualaron 3–3.

 

OPINION
Por Pablo Vignone

Corporación futbolística

Durante la emisión del lunes de “El equipo de Primera”, los futbolistas-panelistas realizaron una vergonzosa, deleznable defensa de la incentivación. Ignorando olímpicamente posibles ramificaciones legales, minimizaron las implicancias éticas de recibir dinero por no hacer más que lo que se debe hacer, y en algunos casos, como el del volante de Racing, José Chatruc, equiparando el dinero de la incentivación con los premios que paga el presidente del club, como si diera lo mismo aceptar dinero de la empresa para la cual uno trabaja que de cualquier otra compañía o particular. Peor aún, con su actitud suficiente, los futbolistas aceptaron tácitamente la existencia real de la incentivación. No la negaron de plano, ni se rasgaron las vestiduras. Nadie tiene por qué elogiar semejante brote de honestidad, porque lo que esconde raya lo delictuoso.
Tan objetable como ésa fue la actitud del ex árbitro hundido a periodista Juan Bava que, al grito de “el fútbol es lo más puro que tiene este país”, criticó al periodismo por difundir rumores sobre incentivación; no porque los rumores fueran incomprobables sino por “atentar contra aquello que les da de comer”. Bava responde fiel al mandato de su empleador, de no sacar los pies del plato. Que la gilada siga creyendo en la inmaculada pureza del fútbol en la que ya, por supuesto, no creen ni las vírgenes.
En definitiva, la actitud de Bava (“al final, yo defiendo el trabajo de estos muchachos que ganan fortunas”, dijo, refiriéndose a los jugadores) destila el mismo tufillo corporativista con que los futbolistas manejan sus temas privados, que dejan de serlo cuando se exponen en público. ¿O acaso los jugadores van a la TV por amor a la camiseta?
Hace algunas semanas, cuando Agremiados fue a la huelga, los futbolistas se quejaban en privado de que no se sentían acompañados por la gente, siendo que, según ellos, llevaban adelante una lucha reivindicatoria de los derechos del trabajador. A los jugadores les dolía ser ellos, y no los dirigentes del fútbol argentino, los apuntados por la bronca del hincha quejumbroso ante la falta de competencia.
Sin embargo, con actitudes como las que toman en casos como éstos, mostrando la hilacha, mostrándole al hincha el ávido tamaño de su profesionalismo, no se ganan la predilección del público. Y ni siquiera les resulta útil para ganar otros partidos.

 

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