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HABLA RAUL PONT, DEL PARTIDO DE LOS TRABAJADORES
“Estamos como la Argentina”

El brasileño Raúl Pont cree que el modelo neoliberal en América latina está agotado y propone una democracia participativa.

Ficticio: �Hoy, con el control de la moneda, no tenemos la indexación al dólar como ustedes, pero por mucho tiempo Cardoso intentó tener un tipo de cambio ficticio�.

“Hay que impedir que
se siga el camino privatizador.”
“El gobierno de Cardoso intentó
tener un tipo de cambio ficticio.”

“Pensar a nuestros países sin la intervención constructiva del Estado es crear condiciones para permanecer en el subdesarrollo. Las burguesías argentinas o brasileñas no tienen capacidad política de hacer un proyecto nacional de integración regional”, dice el brasileño Raúl Pont, miembro fundador del Partido de los Trabajadores (PT) y candidato a presidente del mismo. Pont estuvo de paso por Buenos Aires en una jornada organizada por el Gobierno de la Ciudad en torno de las experiencias desarrolladas por el PT al frente de Porto Alegre, y dialogó con Página/12 sobre las crisis argentina y brasileña y las posiciones de su partido con vistas a las elecciones de 2002.
–¿Cuáles son las posiciones actuales del PT?
–Hay un debate en el partido sobre las decisiones que vamos a enfrentar el próximo año. Por lo pronto, vamos a heredar un país absolutamente quebrado; la situación de Brasil es igual o peor que la de la Argentina, el gobierno federal hoy está totalmente sometido y toda su política gira en torno de su deuda externa. Pero el PT y otros partidos de la izquierda y los movimientos sindicales no aceptan esta política. Tenemos que hacer algo distinto porque es imposible repetir este modelo neoliberal, que compromete más de la mitad del presupuesto nacional con los servicios de la deuda pública, interna y externa; toda la capacidad de prestación de servicios y manutención de los servicios públicos está agotada. Las carreteras y las autopistas están siendo privatizadas y nuestra idea es impedir que se siga por este camino, resguardando la propiedad del Estado sobre lo que queda, como parte del sector eléctrico, de Petrogas y los servicios de agua y saneamiento básico.
–¿Proponen restringir los capitales externos?
–Hay que cambiar radicalmente la relación que tenemos con el Fondo Monetario, que vigila la totalidad de la política económica brasileña. Hoy, con el control de la moneda, no tenemos la indexación al dólar como ustedes, pero durante mucho tiempo el gobierno de Cardoso intentó tener un tipo de cambio ficticio, y el mercado fue suficientemente fuerte para derrumbar la situación. Hoy tenemos una flexibilidad cambiaria que posibilita al país mejorar las exportaciones, mantener un parque industrial fabril; en nuestro estado todo el sector de cuero y calzado estaba casi liquidado y es un sector que para Rio Grande So Sul era importante.
–¿Qué pasa que no pueden hacer nada con el real, en constante devaluación?
–El gobierno no logra mantener un equilibrio fiscal de sus propias cuentas, pero también, como la paridad que se hizo entre dólar y real era falsa, llegaron a la conclusión que la moneda no correspondía a la economía ni a las relaciones internacionales ni a la capacidad productiva del país. Entonces durante un período esto se mantuvo bajo el poder del Estado en nombre de una estabilidad monetaria que era el gran triunfo de Cardoso. Pero una cosa es tener equilibrio fiscal y otra muy distinta es que el único fin sea la estabilidad monetaria.
–¿Qué hay del Mercosur?
–Actualmente tiene políticas que son contradictorias. Nosotros creemos que hay que apostar por la integración de las regiones, para lo que precisamos de un acuerdo entre los países. Los países de América se parecen, en la deuda, un desempleo estructural y una dependencia tecnológica. Pero un bloque como este no debe tratarse de la integración sólo de los capitales, sino también de la gente, de la democracia. Hoy en Porto Alegre practicamos un presupuesto participativo cuyo resultado es muy positivo en el combate a la corrupción, en la mejor distribución del gasto público y todo por la participación, la democracia. Y esto se da en contra de la orientación neoliberal del actual gobierno.
–¿Plantean un Estado regulador?
–Sí, que controle un presupuesto participativo, que ofrezca un mecanismo para ampliar la toma de decisiones, para la gestión social. Mantener lo público y aparte democratizar.
–¿Qué opinan de la crisis en Argentina?
–Acá hubo una pérdida de la moneda –que no sucedió en Brasil–, lo que significa perder la soberanía nacional, perder la capacidad de hacer políticas industriales, de pedir iniciativas. Con el neoliberalismo se perdió lo ganado antaño en materia de avances de la industria. Pensar a nuestros países sin la intervención constructiva del Estado es crear condiciones para permanecer en el subdesarrollo. Las burguesías argentinas o brasileñas no tienen capacidad política de hacer un proyecto nacional de integración regional. El subdesarrollo nuestro es el mismo que era denunciado en los ‘60: no tenemos control de la informática, ni del sector aeroespacial, ni de la biotecnología. Ese es el desafío para el socialismo.

Entrevista: Mercedes López San Migue

 

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