
ANGUSTIA
Cuando
recibió los diarios no fijó la atención en el riesgo
país ni en los mercados ni en funcionario alguno. Simplemente paseó
la mirada una y otra vez sobre la repetida imagen de Alfonsín.
Un ex presidente en el centro de la crisis. Un ex presidente que encima
se fue antes de cumplir un simple mandato cuando él, tanto o más
ex presidente que el radical, había cumplido cómoda y completamente
dos. La angustia de Carlos Menem creció aún más cuando
notó que ayer era 13 de julio, el día en que el juez Urso
lo había citado originalmente para su declaración indagatoria,
y se dio cuenta de que aún estaría libre y, como Alfonsín,
opinando en la tapa de todos los diarios si no hubiese insistido
con el absurdo pedido de permiso para pasar su luna de miel en Siria.
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