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IBARRA EXPLICO COMO CRITICAR SIN ROMPER
El gran dilema del Frepaso

En una reunión con De la Rúa,
el jefe porteño dijo que el Frepaso no se propone una ruptura. �Tampoco esperen que seamos hiperoficialistas�, le dijo, mientras Cafiero aseguraba que se queda. Qué se juega.

Fernando de la Rúa y Aníbal Ibarra, interlocutores a la fuerza haya o no ruptura.

Por Martín Granovsky

Hay dos cosas que Fernando de la Rúa no hizo ayer, en su reunión con Aníbal Ibarra: pasarle una factura por la votación frepasista en contra del ajuste en la Cámara de Diputados y echar al Frepaso como socio de la Alianza (si es que existe). Hay una cosa que no hizo Aníbal Ibarra: anunciar a De la Rúa que el Frepaso romperá con la Alianza (si es que existe). Durante un encuentro a solas, matizado con la presencia de Chrystian Colombo, el Presidente y el jefe del Gobierno porteño coincidieron, cada uno por sus propias razones, en tratar de quitarles dramatismo a las elecciones de octubre.
Funcionarios de la Presidencia y del Gobierno de Buenos Aires informaron que la reunión estaba convenida desde hacía tiempo y que De la Rúa tomó la iniciativa para pulsar el ánimo del único interlocutor del Frepaso con quien seguro deberá convivir hasta el 2003, 100 o 300 pasos mediante, salvo error u omisión. Juan Pablo Cafiero es, constitucionalmente, un auxiliar del Presidente, y Darío Alessandro dejó de cumplir su papel como mensajero del oficialismo en Diputados. Pero aunque el Frepaso rompiese con De la Rúa, Ibarra seguirá siendo el jefe porteño.
–Somos críticos, pero no rupturistas –definió el frepasista.
Explicó que no podía esperarse una actitud hiperoficialista y dijo que, en su caso, no cambiaría de posición porque tampoco la había cambiado antes.
–Los entiendo –dijo De la Rúa.
No hubo insultos ni críticas abiertas, y tampoco reproches presidenciales. La gran coincidencia de diagnóstico entre ambos fue la desdramatización de las elecciones, lo cual en traducción al castellano significa que la Alianza (si es que existe) las perderá seguro frente al peronismo o, en la ciudad de Buenos Aires, frente a la posible candidatura de Elisa Carrió y Alfredo Bravo.
Para De la Rúa las elecciones están jugadas. La derrota es inevitable y todas sus fichas, o sus velas, apuntan a que el último trimestre marque, cuando menos, un freno en el proceso de deterioro económico. Esa es la aspiración más modesta. Si hay reactivación, champagne.
En el caso de Ibarra, las elecciones no significan nada bueno, y por eso quiere despegarse de ellas. Funcionarios de una y otra administración dijeron que el jefe de Gobierno no se lo planteó así al Presidente, pero Página/12 pudo trazar este cuadro a partir de las reuniones políticas que mantuvo Ibarra en estos días, la última de ellas con Alessandro y Cafiero:
u El ibarrismo sostiene que el 14 de octubre no puede encerrar en una única fecha el drama político actual.
u En el caso de la gestión porteña, confía en su percepción de que las elecciones no podrán ser leídas como un plebiscito local.
u Aseguran los ibarristas que su jefe sufre menos desgaste personal que algunos funcionarios nacionales. “Hasta va a la cancha”, informan, hablando del gran test de los políticos.
u Y agregan que ninguna opción es excelente. No lo es, en términos electorales, continuar con la sociedad Frepaso-UCR-delarruismo porque si, finalmente, Carrió decide presentarse, la victoria del espacio de centroizquierda será de ella. Y no lo es un compromiso desde ya con Carrió porque, en principio, la diputada radical aún no tomó ninguna resolución sobre octubre y, además, porque ninguno de sus operadores, y tampoco los socialistas democráticos, están tejiendo una nueva alianza. En todo caso, lo que hacen es esperar el desgranamiento de las otras fuerzas, en primer lugar del Frepaso, y acogerlos luego en su seno, si es posible como desgajamientos individuales. El último caso se produjo ayer, con el anuncio del frepasista antichachista Eduardo Jozami de que su sector apoyará a la agrupación Argentinos por una República de Iguales de Carrió (ver aparte). De cualquier manera, los análisis en el Frepaso y en la UCR dan por segura una victoria del ARI en la Capital Federal pero, aunque admiten que un resultado en Buenos Aires se nacionalizará, no ven un panorama igualmente certero a escala de todo el país. “Puede pasar, eso sí, que Carrió repita el fenómeno de la Constituyente de 1994, cuando el Frente Grande triunfó en la Capital Federal y eso marcó el comienzo de una gran ola”, dijo un frepasista que pidió reserva de su nombre.
Cuando este diario preguntó a un dirigente del Frepaso si era cierto que, como circuló ayer, Cafiero se apresta a renunciar, la respuesta fue que “esa decisión está muy lejos” y que “lo cercano es que se diferenciará cada vez más en la acción y en la concepción”.
–¿Qué hará el bloque de diputados tras su votación en contra de la semana pasada? –preguntó Página/12 a un legislador nacional del Frepaso.
–Honestamente, yo no quiero minimizar las elecciones porque nos va a ir mal –fue la respuesta–. Pero le pido que me crea si le digo que ojalá nuestro problema mayor sean las elecciones de octubre.
–¿Habla de la política?
–Hablo de la economía. Me parece que ningún análisis puede dejar de lado la salida de depósitos del sistema. Incluso si hubiera acuerdo del Senado al plan del Gobierno, puede ocurrir que el programa de déficit cero, al margen de que sea malo, ni siquiera les alcance a los mercados.

 

Alvarez y Chiernajowsky

Una de las dudas de ayer en el Frepaso era si Carlos “Chacho” Alvarez había cambiado de posición en las últimas dos semanas. Tal como informó este diario, en una cena privada con Darío Alessandro, Juan Pablo Cafiero y José Vitar, Alvarez recomendó que el Frepaso no dejara el Gobierno ni rompiera. Su postura fue que, en todo caso, fuese De la Rúa y no el Frepaso el que tomara una iniciativa. Dirigentes frepasistas aseguraron a Página/12 que Chacho sigue pensando lo mismo. La confusión surgió ayer, en parte, porque la vicejefa de gabinete del gobierno porteño, Liliana Chiernajowsky, convocó a un encuentro de dirigentes y militantes del Frente Grande para realizar, dijo, “una autocrítica sobre la actuación del Frepaso, reagrupar fuerzas y debatir una nueva configuración política”. Chiernajowsky anunció dos semanas atrás su alejamiento de la Alianza y su permanencia en el gobierno de Aníbal Ibarra, convocó a sus compañeros a reunirse el sábado a las 13 en el Centro Armenio para discutir “el sentido del voto de 1999, el fracaso de la Alianza y la relación de la crisis económico-social con la crisis del sistema político”.

 

Jozami, con Elisa Carrió

Aunque se mantendrá en el gobierno porteño, el subsecretario de Vivienda Eduardo Jozami anunció que la Corriente Participación Popular que lidera en el Frepaso apoyará a Elisa Carrió y Alfredo Bravo “como senadores nacionales por la ciudad de Buenos Aires”. Las candidaturas aún no están decididas ni, menos, oficializadas, pero Jozami, a quien acompañan Dora Barrancos, Armando Ledesma, Nina Brugo y Alberto Berazategui, dijo que “quienes participamos en el gobierno de la ciudad, entendiendo que busca mantener la identidad de nuestra fuerza y los compromisos asumidos frente al electorado, creemos que ya no es posible ningún acuerdo electoral para octubre con quienes insistan en apoyar al gobierno nacional”. Jozami llamó a reagrupar “todo el espacio progresista frente a la crisis de la Alianza y el proceso de dispersión que sufre el Frepaso como consecuencia de su acompañamiento a las políticas del gobierno nacional”. Para los críticos, De la Rúa demuestra “obcecación” en “mantener una acción de gobierno que agrede a la mayoría de los argentinos”.

 

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