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UN MAL DIA EN LA ROSADA SOLO ALIVIADO DESDE LA CASA BLANCA
Menos mal que llamó George Bush

En el Gobierno sospechan que
hay un ataque de algunos bancos y calificadoras de riesgo. Y Colombo reconoció que el recorte puede ser aún mayor. Sólo festejan la venida de Taylor y el telefonazo de Bush.

Colombo explicó en �Desayuno� que, si no mejora la recaudación, puede haber más tijeretazos.

Por José Natanson

Con el efecto de la ley de déficit cero totalmente licuado, en el Gobierno hablaban ayer de un ataque especulativo liderado por fondos de inversión norteamericanos, bancos brasileños y calificadoras de riesgo, que estarían apostando a una debacle argentina en el cortísimo plazo. “Lo único positivo fue el llamado de (George W.) Bush y la llegada de (el subsecretario del Tesoro norteamericano, John) Taylor. Al menos demuestran que tenemos apoyo del exterior”, señalaba un ministro anoche, luego de una crítica jornada financiera en la que el riesgo país alcanzó su pico histórico.
Los funcionarios de la Rosada, especialmente aquellos ajenos al equipo económico, hablaban ayer con sorpresa y preocupación. Es que todo salió al revés de lo previsto: el fin de semana pasado, el Gobierno intensificó la presión sobre el Congreso con el argumento de que si el sacrosanto principio del déficit cero no se convertía en ley antes del lunes la Argentina se exponía a una semana con final imprevisible.
El Senado votó el proyecto, pero el efecto positivo duró menos de un día: hubo un lunes tranquilo, un martes un poco más complicado y un miércoles (ayer) cercano a la catástrofe: el riesgo país tocó su récord histórico –1.715 puntos– y finalmente se clavó en 1.685; la Bolsa se desplomó 4,27 por ciento. Para colmo, la recaudación de julio cayó más de lo previsto: 8,7 por ciento.
¿Por qué, si el Gobierno y el Congreso hicieron los deberes, no sobrevino la calma financiera? En la Rosada lo atribuían a un ataque especulativo feroz, liderado por las calificadoras de riesgo (ayer en el Gobierno decían que Moody’s difundió datos muy negativos sobre el país desde temprano) y algunos sectores de las finanzas que habrían apostado sistemáticamente contra el Gobierno. “Hay muchos bancos brasileños jugando en contra”, precisaba ayer un funcionario.
Otro trazaba una diferenciación dentro del sector financiero. “Hay bancos que juegan en contra: algunos brasileros, los fondos de inversión norteamericanos, que hacen apuestas de corto plazo. Pero hay otros, como los bancos españoles, a los que no les conviene el caos: la fuga de depósitos es enorme y saben que si la economía real no arranca los bancos no resisten”, explicaba.
Más allá de los responsables, es innegable que el panorama se complica por cuestiones más políticas, como la debilidad crónica de la gestión y, últimamente, la depresión de Domingo Cavallo. Para colmo, la caída de la recaudación de julio en el contexto del déficit cero –que ajusta sueldos y jubilaciones a los ingresos fiscales– podría desembocar en un recorte aún más drástico para los próximos meses, lo que profundizaría el conflicto social y la resistencia política.
Algo de esto reconoció ayer el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, quien admitió “no tener certezas” sobre la magnitud de un nuevo ajuste. “La gente tiene que estar preparada para enfrentar esta crisis. Es una crisis muy profunda pero si recuperamos la confianza en nosotros mismos, va a ser muy corta. Tengo esperanzas de que no haya que hacer ajustes adicionales, pero no la certeza”, señaló. Más sincero, el secretario de Política Económica, Federico Sturzenegger, adelantó que el recorte podría llegar al 20 por ciento.
En medio de este panorama desolador, en el Gobierno rescataban ayer dos datos positivos. El primero, la llamada que Bush le hizo ayer a De la Rúa en la que –según informó Adalberto Rodríguez Giavarini– ratificó el respaldo a la argentina y le dijo que “es posible la anticipación de los fondos” del FMI “de septiembre a agosto”. La segunda, la visita del subsecretario del Tesoro norteamericano, John Taylor, que el viernes llegará a Buenos Aires para reunirse con Cavallo.
“Durante el día había algunas dudas sobre si Estados Unidos y el FMI iban a ayudarnos o no. Al final quedó claro que sí, lo que pasa es que lanoticia se conoció tarde. El escenario cambió, pero recién después de que cerraran los mercados”, se lamentaba una fuente de la Rosada. “Igual Estados Unidos y el Fondo dejaron en claro que no nos van a dejar caer. Es importante, porque el resto de los indicadores son negativos y el respaldo internacional es lo único que podemos mostrar”, agregaba. ¿Y si no con esto no alcanza? El funcionario prefirió no responder.

 

Mestre y el facilismo

“Los que están acostumbrados al facilismo dicen que la actitud de acompañar los egresos con los ingresos es una actitud despiadada. Si hoy no lo hacemos (al recorte), no tendremos una buena salud, una educación, ni facilidades para la inversión y terminaremos postergando el desarrollo de las futuras generaciones”, aseguró ayer el ministro del Interior, Ramón Mestre, que ayer rompió su habitual silencio para defender el último ajuste y la ley de déficit cero sancionada por el Congreso en la madrugada del lunes. “Las dificultades no se superan cortando rutas sino con trabajo Eso es lo que no debemos hacer si queremos un país con futuro. Esto empezó como un reclamo en busca de Planes Trabajar y termina siendo un movimiento político, incorporando ideologías que en el país ya conocemos porque tienen un discurso vetusto, que no reconoce una sola muestra en el mundo de lo que ellos proclaman”, completó el ministro de Salud, Héctor Lombardo. Los funcionarios realizaron estas declaraciones ayer, durante una visita a San Juan donde lanzaron el Programa Médicos de Cabecera.

 

CLARO APOYO AL PAIS EN UN EDITORIAL DEL “TIMES”
“Argentina necesita tiempo”

Es tentador pensar que fue el editorial de ayer del muy influyente diario The New York Times lo que terminó de impulsar al presidente George W. Bush a levantar el teléfono y hablar con su par argentino (ver nota principal y páginas 2 y 3). Con claridad absoluta y con una determinación que no es rutinaria, el periódico pidió al presidente norteamericano que se una “al apoyo a las reformas económicas argentinas” ya expresado por Tony Blair y por un alto funcionario del Tesoro de EE.UU. El pedido del Times, que Bush atendió el mismo día, cierra una fuerte declaración de apoyo al país, un elogio al Senado por aprobar la ley de déficit cero y dos advertencias: a las provincias argentinas, para que no hagan fracasar el ajuste gastando de más, y al Gobierno para que no cree “puntos de crisis” reprimiendo las protestas sociales. En el camino, hay un claro pedido a las “potencias económicas” y al FMI para que apoyen de inmediato a la Argentina, con otro canje de deuda y con declaraciones. El detalle de la “agenda” que se describe en el texto completo del editorial llama la atención por asertiva y por un nivel de detalle poco habitual en este tipo de piezas:
“Este lunes, Argentina dio un paso importante en su lucha por evitar el colapso financiero. El Senado de ese país aprobó una ley comprometiéndose con un presupuesto balanceado que abrió el camino a los recortes salariales para empleados estatales y a una suba de impuestos. Queda por ver si las provincias atenderán las órdenes del gobierno federal para ser prudentes en lo fiscal. Pero en el ínterin, los líderes de las potencias económicas del mundo deberían ayudar a la Argentina acelerando su ayuda y expresando confianza en sus recientes esfuerzos.
“Más que nada, la recesiva Argentina necesita tiempo. Varios meses de servir en silencio su deuda de 130.000 millones de dólares sin incurrir en nuevos compromisos podrían llamar de vuelta a los inversores extranjeros. Un segundo canje de deuda, ahora bajo consideración, podría ayudar al reemplazar una cantidad relativamente baja de bonos a tres y seis meses, que se venden cada dos semanas, con bonos a 18 meses vendidos a plazos mayores. La nueva ley de ‘déficit cero’ pretende evitar más endeudamiento, pero sólo tendrá éxito si las provincias cooperan bajando su gasto. Argentina necesita responsabilidad fiscal para garantizar un futuro que eventualmente incluirá menos deuda y una cotización de divisas determinada por el mercado.
“Durante la pausa que logre, Argentina deberá evitar una corrida bancaria. Los depósitos ya están descendiendo. La inquietud social orquestada por miles de trabajadores desempleados puede aumentar el miedo a la crisis financiera. El gobierno deberá ser cuidadoso de no crear puntos de crisis con una reacción autoritaria.
“Una corrida bancaria sería un problema no sólo para Argentina sino para otros mercados financieros de América Latina, para el Banco Mundial y para el Fondo Monetario Internacional. También amenazaría la estabilidad de un país que comienza a florecer como una democracia multipartidaria.
“Las grandes economías del mundo tienen un fuerte interés en que Argentina pase esta tormenta. Los comentarios de Tony Blair, el premier británico, elogiando al Senado argentino, ayudarán a reasegurar a los depositantes. John Taylor, subsecretario del Tesoro de EE.UU. para asuntos internacionales, también sugirió que el FMI acelere su ayuda en reconocimiento de los recientes progresos argentinos. Para apoyar aun más la confianza, el presidente Bush debería unirse al apoyo a las reformas económicas argentinas.”

 

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