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ACUERDO NACION-CIUDAD POR LA CARCEL DE CASEROS
Un barrio con candado propio

De la Rúa e Ibarra están a punto de firmar un acuerdo para urbanizar el predio, en Parque Patricios. La condición: construir una oficina para el SPF en lo que denominan Edificio Candado.

Por Eduardo Videla

El Gobierno nacional y el de la ciudad de Buenos Aires se pusieron de acuerdo sobre el destino del predio donde aún se levanta la cárcel de Caseros: la Nación cederá las dos manzanas del predio a cambio de que se autorice la construcción de un edificio de ocho pisos, que será la sede central del Servicio Penitenciario Federal, al que las autoridades ya denominan Edificio Candado. También acordaron demoler casi en su totalidad los muros de la cárcel vieja, ubicada sobre la avenida Caseros, de la cual se preservará sólo una parte por su valor histórico. Con respecto a la torre de veinte pisos, ya estaba decidida su demolición y sólo resta saber qué método se utilizará, para ponerle fecha al derrumbe. En esas dos manzanas habrá edificios para viviendas, una plaza, una escuela y un centro cultural. Las propuestas se volcarán en la audiencia pública convocada para el 24 de agosto y quedarán selladas en una ley, que sancionará la Legislatura a fines de septiembre.
“Hay un acuerdo por el cual la ciudad cedería parte de la superficie que va a construir –escuela y centro cultural– para permitir que se levante un edificio para el Servicio Penitenciario, destinado exclusivamente a actividades administrativas”, anunció a Página/12 el secretario de Asuntos Penitenciarios, Alvaro Ruiz Moreno. Las negociaciones también contemplan que la ciudad se haga cargo de los costos de la demolición. El acuerdo, confirmado por funcionarios del Gobierno porteño, está a punto de cerrarse y sería firmado en los próximos días por el ministro de Justicia, Jorge de la Rúa, y el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra.
El futuro del predio donde hasta hace un año funcionó el penal de Caseros se originó en la pretensión del Gobierno nacional de obtener algún beneficio de la liquidación del predio. Las dos manzanas, propiedad de la Nación, serán puestas a la venta a la brevedad y el comprador deberá construir, además de edificios para viviendas que comercializará, una escuela, un centro cultural y una plaza. Así lo determina un proyecto generado a partir de propuestas de los vecinos, que tiene media sanción de la Legislatura.
En ese proyecto, la Nación sólo recibía el dinero de la venta del predio. La principal presión vino por parte del Servicio Penitenciario, que primero quiso preservar el viejo edificio (Unidad 16) para construir un centro de capacitación penitenciaria. Esa propuesta, finalmente, fue desestimada: la conservación de esa muralla, carente de atractivo estético, era rechazada por los vecinos de Parque de los Patricios. La última propuesta es la construcción de un edificio para el SPF. “Se trata de 8 mil metros cuadrados, en ocho pisos, donde se centralizarán todas las actividades administrativas que el Servicio Penitenciario tiene distribuidas en unos diez edificios, que serán desafectados. Queremos que tenga un edificio propio, como la Gendarmería tiene el Centinela y la Prefectura el Guardacostas. En las reuniones, ya lo denominamos como Edificio Candado”, adelantó Ruiz Moreno.
El secretario de Obras y Servicios Públicos del Gobierno porteño, Abel Fatala, confirmó que el jefe de Gobierno le envió la semana pasada un pedido al ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, “para que el Ejército dictamine cuál es la mejor técnica para demoler la torre de Caseros sin ocasionar perjuicios a los vecinos y a los hospitales de la zona”. “Previamente, hay que hacer todo el trabajo de desguace de rejas y de caños, así como extraer el asbestos, un material que es nocivo para la salud. Este trabajo demanda unos cuatro meses”, agregó el secretario de Planeamiento Urbano, Enrique García Espil.
El diputado Marcelo Vensentini (Alianza), titular de la comisión de Planeamiento de la Legislatura, estimó que el pedido del Ministerio de Justicia es “razonable”, aunque aclaró que “la propuesta debe discutirse con los vecinos en la audiencia pública”. El proyecto con media sanción espera su aprobación definitiva para después de la audiencia pública. La demolición de la ex “cárcel nueva” ya estaba decidida desde hace una año, cuando abandonó ese lugar el último preso. La preocupación de los médicos de los hospitales Garrahan y Udaondo por los posibles daños a los equipamientos que pudiera ocasionar una implosión hizo que el Ministerio de Justicia sugiriera utilizar el método tradicional de demolición, mucho más lento. Los ingenieros del Ejército –que intervinieron en las demoliciones del Albergue Warnes y Fuerte Apache– insisten en que la implosión no genera riesgos. Todavía no hay una decisión tomada.
Mientras tanto, el edificio viejo de Caseros (la U–16) aún está habitado por 25 detenidos, entre ellos, los policías procesados por el atentado a la AMIA, que serían trasladados en los próximos días a la cárcel de máxima seguridad de Ezeiza.

 

 

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