Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Un inexplicable horror en la tranquila Unquillo

Sin que se sepa por qué, un albañil degolló a sus cuatro pequeños hijos mientras dormían. La tragedia ocurrió en la pequeña villa cordobesa de Unquillo. La policía busca a la madre de los chicos, para saber si también murió.

Avallay, detenido por el
crimen en la comisaría local.

Por razones que se investigan, aunque nunca podrán darle una explicación racional a la tragedia, un hombre de 39 años degolló a sus cuatro hijos, de entre 2 y 7 años, utilizando un cuchillo del tipo Tramontina, un clásico de los dramas que se desarrollan en la intimidad familiar. El episodio policial tuvo como escenario una vivienda de la habitualmente tranquila localidad serrana de Unquillo, en la provincia de Córdoba, a sólo 20 kilómetros de la capital. El único acusado es el padre de los chicos, Rafael Avallay, cuyo segundo nombre es Arcángel. Una paradoja si se tiene en cuenta que los arcángeles son, según la religión, espíritus celestes que tienen una jerarquía superior a la de los ángeles.
El director de Operaciones de la Policía de Córdoba, comisario mayor Gustavo Moyano, informó sobre lo ocurrido en una modesta vivienda de la calle Las Totoras, sin número, de Villa Forchieri, en Unquillo, una localidad ubicada a mitad de camino entre la ciudad de Córdoba y Río Ceballos. La intervención policial respondió a un llamado anónimo, de un vecino del barrio, que aseguró haber escuchado “ruidos extraños” en la casa.
Cuando los policías llegaron al lugar, se encontraron con escenas que “nunca habían visto en su vida”, como confió una fuente de la comisaría local. Todos los niños habían sido asesinados mientras dormían, dos en una cama y los otros dos en otra. En las habitaciones no había desorden alguno, como si los chicos ni siquiera hubieran tenido ocasión de reaccionar frente al ataque. La casa había quedado manchada de rojo, como anticipando los anuncios de un canal especializado en hechos policiales. Cuando fue detenido, Avallay también estaba sangrando de sus muñecas, lo que indicaría que luego de desencadenar el drama, trató de quitarse la vida, aunque esta vez falló y lo sacaron caminando de la casa.
El comisario Moyano hizo saber que la madre de los pequeños, Rosa Picco, de 30 años, no se encontraba en la casa y todavía se ignoraba su paradero. Los investigadores suponen que la mujer estaba ausente “por lo menos desde la noche anterior al crimen”, que habría ocurrido entre las 7.30 y las 8.30 del sábado. Según versiones que circularon en el vecindario y que fueron recogidas por la policía, la esposa de Avallay se habría ido a casa de unos amigos porque su marido la golpeaba.
Los policías a cargo de la investigación anticiparon que las pericias indican que el filicida “se encontraba totalmente sobrio” a la hora de cometer el cuádruple crimen. Avallay trabajaba como albañil o como contratista de obra, según comentaron sus vecinos. El hombre fue detenido por personal de la División Homicidios y al parecer, no respondió a las preguntas y parecía encontrarse, todavía, en estado de shock. Sobre la posibilidad de que la madre también haya sido víctima, en otro lugar, de la locura de Avallay, la policía se abstuvo de opinar. Es que de ella “no hay ningún rastro, como si no hubiese estado en la casa en las últimas 24 horas”.

 

PRINCIPAL