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Diego Maradona piensa en volver
mientras preparan su homenaje

Se entrena en Cuba, ya bajó ocho kilos y sueña con regresar, después del partido en la Boca, a jugar oficialmente al fútbol.

Parado: Maradona no juega
un partido desde que participó en noviembre pasado de un encuentro homenaje, en Córdoba, a José Daniel Valencia.

Diego ya bajó ocho kilos
en La Habana, preparándose.
La meta es bajar otros ocho
kilos antes de noviembre.

Diego Armando Maradona inició en Cuba un severo tratamiento físico para participar de su partido homenaje-despedida, que se jugará el 11 de noviembre en el estadio de Boca, pero su representante Guillermo Cóppola adelantó que después de ese encuentro podría volver a jugar al fútbol profesional. “Diego ahora está enfocado en este proyecto de homenaje que le van a realizar y que lo queremos llamar así, y no despedida, porque hace algunos días me dijo que si todo sale bien, no está dicha la última palabra en el fútbol”, dijo el representante en declaraciones radiales desde La Habana.
Esas palabras del ex capitán de la selección argentina –según Cóppola– “inducen a pensar que razona esta posibilidad de seguir jugando al fútbol, porque no se pueden analizar de otra manera”.
En el partido homenaje, Maradona vestirá la 10 de la Selección Argentina dirigida por Marcelo Bielsa, ya clasificada para el Mundial 2002, que se enfrentará con un conjunto de estrellas del fútbol internacional, amigas de Diego, que será dirigido en conjunto por Carlos Bilardo y Alfio Basile, dos de los tres entrenadores que dirigieron a Maradona en campeonatos mundiales.
Desde hace más de un año que el astro realiza en Cuba un tratamiento de desintoxicación por droga, cuyo consumo le provocó una seria crisis cardíaca en enero del año pasado. El ex futbolista de Boca, Barcelona y Napoli inició hace dos semanas una exigente terapia física en La Habana con el especialista Mauricio Vergara Castillo. Según el profesional, Maradona ya redujo ocho kilogramos y la meta es que baje otros ocho.
“Vamos a trabajar en tres etapas para que Maradona llegue en óptimas condiciones a noviembre, pero lo importante es que Diego está muy motivado y trabaja en tres turnos diarios para lograr el objetivo”, dijo el médico cubano a una radio de Buenos Aires.
Maradona no juega un partido desde que participó en noviembre pasado de un encuentro homenaje, en Córdoba, a José Daniel Valencia, ex compañero de la Selección Argentina en 1978. En esa ocasión, convirtió un tanto en la segunda mitad. Unos meses antes, había participado de un encuentro homenaje a Lothar Matthaeus, el alemán que lo marcó en la final del Mundial de México 1986, en Munich; allí no convirtió goles y fue reemplazado antes del final del primer tiempo. Su último partido oficial data de octubre en 1997, un Boca-River que el equipo de Maradona ganó 2-1. A punto de cumplir 41 años –lo hará el 30 de octubre– el astro sueña con el regreso a la competencia oficial, en la que debutó hace casi un cuarto de siglo, el 20 de octubre de 1976, cuando entró en el segundo tiempo del partido que Argentinos perdió 1-0 con Talleres en la vieja cancha de La Paternal.

 


 

KEMPES DIRIGE EL EXPERIMENTO FIORENZUOLA
Un equipo argentino en Italia

Mario Kempes se puso a la cabeza del denominado Experimento Fiorenzuola y conducirá a ese equipo que militará esta temporada en la cuarta división del fútbol italiano, en el que actuarán trece jugadores argentinos. Kempes aceptó la propuesta de la empresa que gerencia el club mencionado, llamada Global Foot Sport, que es conducida por dos empresarios argentinos llamados Gerardo Zembrino y Claudio Minitti.
Con experiencia anterior como entrenador en Albania, Indonesia, Venezuela y Bolivia, dónde últimamente condujo al The Strongest, el ex goleador del Mundial 1978 aceptó la proposición y ya se puso al frente de un conjunto que tendrá casi con exclusividad a jugadores nacidos en Sudamérica.
El plantel del Fiorenzuola se compondrá de 10 uruguayos, además de los mencionados 13 futbolistas argentinos que fueron seleccionados en la cancha del club Claypole, de la Primera D, por el entrenador Eugenio López de Armentía (ex Brown de Adrogué). Inclusive, un jugador de Claypole, Tomás Gutiérrez, quien había jugado anteriormente en Brown, fue elegido para formar parte de ese grupo. Todos estos futbolistas cuentan con pasaportes comunitarios y vivirán juntos en una pensión de Fiorenzuola, ciudad cercana a Parma.
La mayoría de los futbolistas argentinos elegidos jugaron en distintas entidades de ascenso del fútbol local. Así fueron fichados para el modesto conjunto de la Serie C2 de Italia los arqueros Guillermo Gagliardi (ex Defensa y Justicia) y Eduardo Morfú (ex Cipolletti y Almirante Brown) y el lateral Gastón Romancikas (ex Español).
Además también integrarán el plantel los volantes Pablo Traba (ex Dock Sud), Gutiérrez, Pablo Quiñónez (ex Atlanta), Cristian Sablich (ex Dock Sud y Almirante Brown), Martín Sosa (ex Español), Mariano Padula (ex El Porvenir) y Juan Pablo Suárez (ex Huracán), y los atacantes Roberto Jerez (ex Estudiantes de Buenos Aires y Atlanta), Leonardo Beutler (ex River) y Pablo Jazgevicius (ex Riestra).

 


 

Leonas, por el zarpazo

Con un empate esta mañana ante Nueva Zelanda (televisa TyC Sports desde las 10), el Seleccionado Argentino Femenino de Hockey sobre césped se asegurará un lugar en la final de la Champions Trophy. De todas maneras, una derrota no impediría la clasificación aunque dependería de los otros resultados.
La victoria 3-1 que Holanda consiguió en Amstelveen sobre el campeón olímpico, Australia, benefició a las Leonas, que quedaron a un paso de adueñarse de un lugar en la final del torneo, ya que gracias a este resultado ahora dependen de sí mismas.
Un triunfo o un empate en el partido ante Nueva Zelanda le asegurará uno de los dos primeros puestos a las argentinas que, de no mediar sorpresas, definirán el título con las chicas locales.
Sin embargo, una derrota ante Nueva Zelanda no significará necesariamente la marginación de la final, pues en ese caso Argentina dependerá del resultado que las australianas consigan ante España: un triunfo de las campeonas olímpicas dejará fuera de la final al equipo argentino. De todas maneras, las neocelandesas no ganaron aún en la Champions Trophy, ya que de los cuatro partidos que jugaron, empataron dos y perdieron los dos restantes. Si Argentina y Australia igualan en puntos, la definición se resolverá primero por el número de partidos ganados (los dos tendrían tres) y luego por diferencia de gol (por ahora ambos tienen +4).
En consecuencia, la eventual derrota argentina y un triunfo australiano ante España dejará a las campeones olímpicas con mejor diferencia de gol y, por ello, con el pase a la final.

 

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