
Paranoia
Ayer,
domingo, los empleados llegaron temprano para abrir el local de Avenida
La Plata y Rivadavia. Y se encontraron con un móvil de la Ciudad
en la puerta, escoltado por policías. Nerviosos, con un toque de
paranoia, fueron a preguntar: ¿Vienen a clausurarnos?
Los inspectores municipales entendieron, sonrieron y explicaron: No,
estamos haciendo un control de alcoholemia. No vinimos a inspeccionar
el McDonalds. Los empleados, aliviados, sirvieron café
y medialunas para todos.
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