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un mundo nuevo


LOS CANALES DE TV ARGENTINOS LEVANTARON CASI TODA SU PROGRAMACION
El infierno retratado en las pantallas

Canal 7 fue el primero en dar cuenta de los atentados, y el 13 contó con el aporte de Nelson Castro en Nueva York. Telefé se tomó una pausa para emitir una telenovela, y Samuel Gelblung anunció la Tercera Guerra Mundial.


Canal 13 emitió en dúplex con TN, y con Nelson Castro por teléfono.
Todas las emisoras dispusieron programas especiales para la noche.

Las emisoras de TV suspendieron todo para una virtual cadena planetaria.
Señales como ESPN, MTV y VH1 también cancelaron su programación. 


Por Roque Casciero

Los canales de televisión de aire de la Argentina reaccionaron con un despliegue inusitado ante el atentado terrorista que destruyó las Torres Gemelas de Nueva York y parte del Pentágono. Salvo Telefé, que cortó su programación de emergencia a las 16 para emitir la telenovela �Terra nostra� (y que retomó con un noticiero tres horas y media después), los canales transmitieron sin pausas hasta bien entrada la noche. Los recursos repetidos fueron las imágenes de los choques de los aviones, los festejos de los palestinos, las comunicaciones con argentinos residentes en Nueva York y Washington, los discursos de los funcionarios estadounidenses y argentinos, y reportajes a diplomáticos de esos países y de los de Medio Oriente.
El primero en poner la información en el aire fue el 7, que corría con ventaja porque era el único en tener programación a la hora del atentado. Desde las 10, el canal estatal transmitió sin pausas con Antonio Fernández Llorente, a quien luego se sumaron Lana Montalbán y Franco Salomone. Por su velocidad en comenzar a emitir las imágenes de las cadenas internacionales, el canal estatal tuvo en directo el primer mensaje del presidente norteamericano George W. Bush. A la noche, el 7 tomó en exclusiva la emisión de la cadena ABC.
El segundo en establecer una programación especial fue el 13, que puso en el aire lo que emitía su señal noticiosa Todo Noticias desde las 11.15. Los conductores fueron los habituales del canal: Santo Biasatti, Mónica Cahen D�Anvers y César Mascetti. En todo momento estuvo en conexión telefónica Nelson Castro, quien estaba en Nueva York para recibir un premio por su programa �Puntos de vista� en la radio La Red. La presencia del periodista fue un rasgo distintivo de la transmisión del 13, porque tenía acceso a todas las señales estadounidenses y a las radios locales. Eso provocó que fuera el primero en decir que se hablaba de diez mil muertos. Esa emisora también tomó urgentemente la imagen de CNN de las bombas sobre Kabul, y ofreció tomas desde distintos ángulos del choque del segundo avión contra las Torres Gemelas y la caída de la Torre 7; el resto de los canales las dio mucho después.
Con escasos minutos de diferencia, Telefé, América y Azul empezaron a emitir programas especiales alrededor de las 11.30. El primero, con Jorge Jacobson y Paula Trapani a cargo, transmitió a pantalla completa el discurso del alcalde neoyorquino Rudolph Giuliani (los demás la dividían con imágenes del atentado). Y también llevó un móvil a hablar con el embajador palestino, quien repitió las palabras de Yasser Arafat.
América comenzó con Mauro Viale, luego con Mónica Gutiérrez y Roberto Maidana, y más tarde con Daniel Hadad (que habló de una investigación judicial por un túnel en la embajada palestina en Buenos Aires). Un clip con imágenes en negativo y �Carmina Burana� como fondo apareció varias veces. A la noche, Jorge Lanata condujo una emisión especial de dos horas de �Detrás de las noticias� y Luis Majul dedicó �La cornisa� a los atentados.
Azul tuvo a Juan Carlos Pérez Loiseau y Cristina Pérez, y luego una mesa con Raúl Kollmann, Mariano Grondona y analistas invitados. Uno de ellos, Pedro Brieguel, discutió con Grondona por las ideas de éste sobre el Islam, referidas particularmente a los ataques suicidas. Chiche Gelblung condujo más tarde una emisión especial de �Memoria�. Fiel a su estilo, el conductor hizo poner una placa con la leyenda �Estalló la tercera guerra mundial�; presentó a Osama Bin Laden como �¿El nuevo Hitler?� y �el nuevo demonio�; y dijo que el avión que cayó en Pittsburgh �aparentemente se dirigía al Empire State�. Sobre qué base hizo esa afirmación, nadie lo sabe.


COMO SE VIO EN LAS CADENAS ESTADOUNIDENSES DE NOTICIAS
�El gobierno no censura las imágenes�

Por Eduardo Fabregat

�Absolutamente no. Definitivamente no.� Desde Atlanta, en el cuartel central de CNN, Caroline Rittenberry, encargada de relaciones públicas de la cadena, negó enfáticamente a Página/12 que el gobierno norteamericano esté ejerciendo alguna influencia en el material a emitir, filtrando imágenes que puedan desatar aún más pavor. �Acercarse a la zona del desastre es algo extremadamente difícil, la policía está desarrollando una actividad muy fuerte, hay edificios en constante riesgo de derrumbe y no hay manera de realizar un trabajo normal. Pero no creo que CNN haya ocultado nada, hemos desarrollado el tema paso a paso y en la medida de las posibilidades�, especificó. 
A pesar de esas palabras, a medida que avanzaba el día la ausencia de imágenes que dieran cuenta de lo que estaba sucediendo minuto a minuto en el WTC se hizo evidente: las repeticiones �desde todos los ángulos� se sucedían, pero parecía existir una barrera que impedía actualizar el reporte, ocultando el doloroso testimonio de la recolección de cuerpos o gente herida. Promediando la tarde y antes de los bombardeos sobre Kabul, se sucedían escenas de conferencias de prensa e imágenes tomadas desde terrazas con la columna de humo que seguía sin disiparse. 
Si la imagen de la Guerra del Golfo pareció en un momento reducirse a un ave empetrolada, el desastre de Manhattan estuvo ayer representado en las cadenas estadounidenses por los aviones estrellándose en las moles gemelas, imágenes de escombros y alguna toma amateur no del todo clara. El periodista de Canal 7 Franco Salomone, quien trabajó en 1987 para la CNN, contó ayer que en la redacción de �Noticiero 7� estaba viendo �imágenes de sangre todo el tiempo, de la BBC y de Associated Press Network�. El conductor del informativo del canal estatal indicó que �por mi experiencia en CNN no me consta que haya censura, pero sí me parece significativo que vea esto en los monitores, comparado con lo que sale al aire. Ellos tienen una tradición de no generar caos, de no confundir sus imágenes con amarillismo, y quizá pase por ahí y no por una presión gubernamental�. En diálogo con este diario, Andrés Gay, integrante de la redacción de Telenoticias CBS, coincidió con el análisis de CNN y negó que el gobierno haya dado alguna indicación a los medios de prensa. �Estamos trabajando en medio del estupor, con sensaciones difíciles de describir y en condiciones extremadamente difíciles�, dijo. �El gobierno no ha intervenido en absoluto en el material que estamos emitiendo, y que no se vean mayores escenas de pánico o de la labor de los equipos de rescate tiene que ver con la magnitud del suceso.�
El espanto por los atentados superó largamente a la actividad de las cadenas informativas. En Estados Unidos se suspendió de inmediato todo evento deportivo o artístico, la entrega de los premios Grammy a la música latina que iba a realizarse anoche y la de los Emmy a la televisión, programada para el próximo domingo, y los estudios de Hollywood quedaron virtualmente desiertos. Mientras los canales especializados se clavaban en la frase breaking news, las cadenas musicales MTV y VH1 suspendieron su transmisión y pasaron a oficiar de repetidoras de la señal estadounidense de CBS. La señal de CNN, en tanto, ocupó también a TNT, un canal dedicado al cine que suele publicitarse con escenas de films y la frase �pasa en las películas, pasa en la vida, pasa en TNT�. Otro giro siniestro de un día en que todos los canales pasaron una de terror.


LA VIEJA OBSESION DE HOLLYWOOD SE HIZO REALIDAD
Una escena sin efectos especiales


�Día de la Independencia�.

Por J. I. B.

Durante casi 70 años, los norteamericanos soñaron con la destrucción de Nueva York. De sus miedos dependía el monstruo. En la década del 30, cuando el mundo todavía tenía zonas vírgenes, oscuras, porciones de mapa sin conquistar, de ahí salía una bestia primitiva, oscura, pero importada por ellos mismos, que arrasaba por primera vez con la ciudad: King Kong (1933).
La Guerra Fría llevó al cine la metáfora marciana: seres del Planeta Rojo que supuraban una ira inexplicable contra la ciudad. Pero trajo, también, un raro paréntesis dentro del que no había demasiado margen para otro eufemismo más que el marciano, lo que, a su manera, delataba que no era sólo Nueva York la que estaba en peligro, sino el planeta entero. Fue recién con la caída del Muro, con la derrota absoluta de los marcianos y la indiscutida alineación de Occidente tras la Pax Americana, que Hollywood quedó por primera vez desconcertado. Durante más de diez años buscó y probó monstruos de todo tipo, adentro y afuera: un lider mesiánico europeo (Duro de matar III); una red fundamentalista dentro de la comunidad árabe en Nueva York (Contra el enemigo); una confabulación planetaria (Armageddon, Impacto profundo); sus propios experimentos genéticos yéndoseles de las manos (Jurassic Park II); la vieja épica marciana (Día de la Independencia, Marte ataca!); la amenaza virósica (Epidemia); y hasta Godzilla, bestia primitiva producto de sus propias pruebas nucleares en el Pacífico. Si ninguno de estos monstruos que llenaron era verdad, todos eran posibles.
En 1996, Tom Clancy publicó Executive Orders, un libro por el que Hollywood le pagó una cifra millonaria y por el que el escritor tuvo que salir ayer a dar explicaciones. En la primera página, un avión japonés piloteado por un kamikaze se lanza en picada sobre el Congreso, matando al presidente, al poder legislativo y a la Corte Suprema. El vicepresidente ve la masacre desde los estudios de la CNN, donde está siendo entrevistado. �¿Esto quiere decir que ahora el presidente soy yo?�, pregunta atónito. La respuesta es seca y a la cabeza: �Yes, Míster President�. Hollywood no llegó a filmar la película, pero el libro está dedicado a Ronald Reagan, que era actor.

 

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