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�Con De la Rua, el país es un barco sin timón�

Eduardo Duhalde dice que no ha conspirado para armar un gobierno de cohabitación después de las elecciones. Estima que es politiquería del Gobierno, al que denuesta por no saber gobernar. Dice que con Alfonsín habla menos de lo que quisiera y que el PJ debe volver a sus raíces. También opina que Argentina debe actuar con EE.UU. luego de los atentados.


Duhalde habla bien de casi todos.
�Yo no me peleo con nadie�, dice.

 Por Mario Wainfeld y Diego Schurman

Son dos imágenes distintas. Puertas afuera, un comando de campaña alborotado: pasos acelerados, música de celulares, órdenes cruzadas y mucho, mucho calor. Dentro de la oficina de Eduardo Duhalde, una tranquilidad contagiosa, acompañada del sonido monocorde de un aire acondicionado.

  --¿Algo fresco?, ¿café? --ofrece gentil.

  El segundo piso de Avenida de Mayo 819, pared de por medio con el Café Tortoni, es su segunda casa. De sol a sol, desde un confortable cuarto, programa su salida al ruedo, esta vez para lograr una banca en el Senado. Un retrato de Perón, otro de Evita, una bandera de la provincia de Buenos Aires y su vocero José Pampuro suelen ser los testigos privilegiados de las negociaciones políticas del candidato bonaerense. También lo son del reportaje de Página/12, que se inicia apenas un colaborador reparte café y vasos de agua helada.

  --¿Todavía sueña con ser jefe de Gabinete?

  --Es otra de las tantas ridiculeces de este gobierno. No pueden ser más ridículos para gobernar.

  --Usted dice que fue una operación del Gobierno. ¿Para qué?

  --De qué le sirve todo lo que hace, no sé. Es parte de un desgobierno. Eso es un chismerío de comité. Al radicalismo le gusta hablar de estas cosas en campaña. Acusan a (Raúl) Alfonsín de un pacto, como si Alfonsín pudiera armar un gobierno paralelo. Es ridículo desde el origen. Acá el único que puede hacer un pacto es el presidente de la República. Todo lo demás es absurdo y es perder tiempo.

  --¿No es imaginable un escenario donde un peronista sea convocado como jefe de Gabinete como una salida institucional de un gobierno debilitado?

  --No.

  --¿Ni siquiera después de las elecciones?

  --No. El problema no es cambiar nombres sino que seguimos un camino equivocado. Einstein decía que la locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados distintos. Acá seguimos haciendo lo mismo. Pero el resultado es peor. Y el Gobierno no tiene liderazgo ni capacidad de conducción. Entonces tendremos que esperar dos años más.

  --Usted habló del Pacto de la Moncloa. Pero no parece posible lograrlo...

  --Para el 2003, sí. Hay que resignar cosas...

  --Duhalde o Ruckauf o De la Sota o Reutemann ¿pueden hacer un acuerdo en nombre de todo el PJ?

  --No, es verdad. El justicialismo no tiene conducción. Hace 15 o 20 años que hay una especie de confusión en las fuerzas políticas que tiene que ver con la irrupción del ultraliberalismo. Ahora que ha pasado esa oleada, los partidos deben recuperar su identidad, su esencia. Eso tiene que hacer el justicialismo. Y no como dicen otros en el PJ, que hay que seguir atados a la Internacional de Margaret Thatcher y Bush.

  --Pero usted, semanas atrás, ¿no negociaba con el cavallismo, que representa a sectores ultraliberales, para hacer un frente en la provincia de Buenos Aires?

  --Eso fue para las elecciones del '99.

  --No, no. Para las elecciones legislativas de octubre. Han sido negociaciones públicas. No se haga el distraído.

  --Bbbbbueno (hace un silencio). Pero jamás para sumarse a nuestras listas. Además, el acuerdo no prosperó porque el PJ tiene que definir su identidad.

  --También viajó a Washington para hacer un gesto de apoyo a Cavallo.

  --No a sus políticas, sino al pedido de auxilio económico de Argentina, aunque yo no creo que ésa sea la salida. Pero jamás voy a hablar mal fuera del país del Presidente y los políticos de Argentina.

  --Entonces, jamás incluiría en un gobierno suyo a Cavallo.

  --Por supuesto que no.

  --¿No hubiera integrado su gobierno si ganaba las elecciones del '99?

  --Mire (se inquieta), yo creo que el gobierno peronista tiene que tener sus políticas y los técnicos a utilizar pueden ser de cualquier partido político. El técnico es un técnico. Lo que pasa es que, al no haber conducción política, los técnicos se convierten en representantes del poder, del poder exógeno, detrás del trono.

  --¿Quién iba a ser su ministro de Economía si hubieses sido presidente?

  --Jorge Remes Lenicov.

  --¿Hubiera sido muy distinto a Machinea?

  --El tema es si es distinto Duhalde a De la Rúa. Cuando Remes estuvo en la provincia hizo lo que yo quería que haga y no lo que Remes quiso. Yo sostengo que no debe haber más ministro de Economía por mucho tiempo en la Argentina. El día que se vaya Cavallo se tendrá que elegir a un hombre de la comunidad productiva. En muchos países no ponen técnicos de la economía.

  --¿Todavía considera, como alguna vez dijo, que Machinea es el peor ministro de Economía?

  --Ya no sé quién es el peor. La impresión es que todos llevan la misma política. Todos van a pedir plata y les dan el plan. Y esto pasa porque no tenemos plan. Los programas del Fondo al final terminan enfermando más al enfermo. La crítica viene de los propios sectores internos del poder central.

  --La UIA y las dos CGT hablan de un retraso en la paridad cambiaria.

  --El PJ tiene que tener un modelo de desarrollo. Hace quince días el PJ dio a conocer uno con el cual coincido. Pero no tengo uno propio ni mucho menos. Además, los aspectos económicos son tan dinámicos que lo que puede servir hoy quizá no sirva para dentro de tres meses. Lo que digo es que este gobierno convirtió la recesión en una depresión y esto se va a convertir en caos y anarquía. Caos y anarquía.

  --¿Y esto cómo se supera?

  --Tiene que reaccionar el Gobierno. Tiene que gobernar para los de adentro. Y para eso hay que acumular poder político y esta gente no es muy hábil para esto. Es grave. Pero hay países que vivieron una situación como la nuestra por mucho tiempo.

  --Ya dijo que De la Rúa estaba groggy y estresado. ¿Ahora cómo está?

  --Es un barco sin timón la Argentina. Le falta autoridad a De la Rúa. No tiene experiencia de gobierno. Sólo fue intendente de la Capital por dos años y la Capital se maneja con piloto automático: más que triplica el ingreso por cápita de la media nacional y por quince el de las provincias del norte. No se sale de la crisis sin liderazgo.

  --¿Nunca pensó en elecciones anticipadas?

  --No.

  --¿Aun si De la Rúa no cambia?

  --Eso es un acto de adivinación. No sé qué puede pasar. No sé. Una elección anticipada sería muy mala. Todas estas soluciones que están al margen de la Constitución. Ahora, si se va tendrá que haber una elección anticipada. Pero ya no depende de nosotros. Pero no estoy de acuerdo con algún gremialista amigo mío que dice que a De la Rúa hay que echarlo a patadas: sería peor el remedio que la enfermedad.

 

Padre nuestro

  --¿Le gana a Alfonsín?

  --En la elección sí.

  --¿Qué significa ganarle a Alfonsín?

  --Significa que Alfonsín va a pagar por ser el presidente del partido del gobierno.

  --¿Se reúne seguido con Alfonsín?

  --Menos de lo que me gustaría, porque yo tengo respeto por él. Hace tiempo largo que no me reúno.

  --¿Hay algún interés del PJ para perjudicar al Polo Social de Farinello?

  --Para nada. El PJ y el Polo son partidos en los que habrá una convergencia natural en el futuro.

  --Farinello dijo que nada más lejos que una alianza con el PJ.

  --No dijo eso. Le preguntaron si había una alianza en la Legislatura y naturalmente dijo que no, porque serán dos bloques distintos. Pero yo me siento muy cercano al pensamiento de Farinello. Lo conozco bien. Sé que es un hombre íntegro, que no sobreactúa. El Farinello que se ve en televisión es el auténtico. Muchos políticos se preocupan pero muy pocos hacen lo que Farinello. Con lluvia, frío o calor, siempre está con la gente.

  --Si existe tanta cercanía, ¿por qué Farinello no es candidato del PJ?

  --Porque tiene derecho a crear su partido. A mí me hubiese gustado que estuviera conmigo.

  --¿Cómo lo ve a Luis Patti?

  --No va a alterar los votos que tuvo en la última elección.

  --¿El ARI?

  --Es una incógnita. Es muy nuevo. Tendría más chance de progreso si se hubiese armado con más tiempo. El ARI es Elisa Carrió. No es una fuerza política que pueda medirla.

  --¿Siente que la lista de PJ conforma a todos los sectores internos?

   --Es muy difícil que una lista represente a todos porque es muy grande el PJ. El justicialismo va a sacar 3 millones o 2,5 millones de votos. Y afiliados, tiene 2 millones. Para mí es lo mejor en este momento.

 

Caras y caretas

  --¿Qué pasa si usted gana por muchos votos?

  --Me voy a poner contentísimo (se ríe a carcajadas).

  --¿Qué sería, para usted, hacer una mala elección?

  --Si el Presidente va a sacar el 15 por ciento de los votos, sacar el 12 por ciento estaría bien (guiña el ojo, sonríe).

  --¿Descarta definitivamente ser candidato a presidente?

  --Sería un gravísimo error. Los partidos no sólo necesitan tener ideas renovadas sino también nuevos dirigentes. Caras nuevas. Yo goberné... (mira al techo como si tuviera que calcular) dos intendencias y dos gobernaciones. Fueron 16 años. Y la candidatura a la Presidencia fue un calvario. Desde que decidí ser candidato a presidente, yo no sabía que Menem también quería serlo, fue un calvario. Fue un calvario. Fue un cal--va--rio. Trataron de matarme... moralmente. Trataron de destruirme. Pero, por suerte, no pudieron.

  --¿Con esto de caras nuevas significa que para el PJ sería mejor que De la Sota o Reutemann no fueran candidatos?

  --No. Cuando menciono "nuevo" me refiero en la pelea nacional. No me refiero a la edad.

  --Entonces el único que se queda afuera es usted.

  --(Se ríe) Esta crisis los pone a todos afuera. Es como si el de arriba (señala al cielo) dice "a ver: saquen una hoja que hay prueba".

   --¿Usted qué hará?

   --Me siento responsable de presidir el máximo organismo que tiene el PJ, que es el Congreso Nacional Justicialista, y estoy obsesionado por recuperar al justicialismo que es la única herramienta apta --yo sé que cuando digo esto no les gusta a los antiperonistas-- para la liberación del pueblo argentino. Este no es sólo un país injusto, es un país dominado, sin soberanía, que ni siquiera puede restaurar los aportes patronales a las empresas de servicios públicos.

  --¿Por qué no se puede hacer?

  --No se puede hacer. Y no porque no esté de acuerdo De la Rúa. Yo fui representando al sector productivo para restaurar los aportes patronales a los sectores de servicios públicos y De la Rúa me dijo que estaba de acuerdo. Todos estábamos de acuerdo. Pero no pueden. Los que mandan dicen "con los amigos no". Nuestro país es muy injusto, muy dependiente. Las luchas por la recuperación de la independencia son las que han movilizado a generaciones enteras. Los nombres de los mártires tienen que ver con estas luchas, que tienen que reinstalarse en la Argentina.

  --¿Por qué no lo hizo el PJ durante sus recientes diez años de gobierno?   --En los últimos 20 años hubo una avance ultraliberal que confundió a todos los partidos políticos. El que mejor apuntó a este tema concreto es Alain Touraine en el libro ¿Podemos vivir juntos?, en el cual plantea que la Europa socialista y socialdemócrata también hizo una reforma ultraliberal. Pero lo entendieron como una medida transitoria para hacer reformas estructurales. Como decía Felipe (González) cuando le preguntaron si esto era socialismo. Y él dijo: "El socialismo viene después". Esa es la idea.

 

Matrimonios y algo más

  --¿Le dejó una provincia destruida a Ruckauf?

  --No se pueden inventar cosas que no sean números. Eso es charlatanería. Vean en internet, en la página del Ministerio de Economía. En 1991 asume Duhalde, 2500 millones de deuda, sobre un presupuesto de 4000. En 1999, se va Duhalde, 2000 millones de deuda, sobre un presupuesto de 11.000.

La provincia de Buenos Aires, que es el 40 por ciento del país, incide en el 2,8 de la deuda pública, que no es nada. Es ínfima. La provincia es sólida económicamente. Que tenga problemas financieros es otra historia.     --Que una provincia emita bonos no habla bien de ella.

  --Es que no hay un mango. Pero no es el gobernador quien maneja la política nacional. Y, ojo, que además del Patacón ya hay otras provincias que van a pagar con bonos. No hay plata. Y lo que a mí me molesta es lo de la "provincia refundida" que dice Alfonsín, no porque la gente se lo vaya a creer sino porque es un mensaje muy malo para los que quieran invertir en la provincia.

  --Hay una convivencia demasiado pacífica entre el PJ y la oposición en la provincia de Buenos Aires. Un funcionario del gobierno nacional dijo que en la provincia ni los radicales son tan radicales, ni los peronistas son tan peronistas ni los frepasistas son tan frepasistas. El propio Chacho Alvarez...

  --(Interrumpe) Es una política. En 1991, con mayoría absoluta en ambas cámaras, le ofrecí un cargo a (Juan Manuel) Casella, presidente de la UCR. Me dijo: "Yo preferiría mantener los organismos de control". Perfecto. A Jorge Barracchia, el radical que es candidato a senador por el ARI, en su momento le ofrecimos el ministerio de Salud. No es muy conocido pero es trabajador, honesto, excelente persona, muy buen Intendente también. Es una política. Yo jamás me peleo con nadie. 

  --Se dice que la Fiscalía de Estado provincial no cumplió con su rol, que fue demasiado piadosa.

  --No es así. Cuando renunció el segundo de la Fiscalía no se lo reemplazó con un justicialista sino con un radical. El Tribunal de Cuentas, que también es un organismo constitucional que revisa todas las cuentas, tiene 6 directores y un presidente. Todos son de la UCR. Y yo no lo hago porque soy bueno sino porque estoy convencido que es la forma de gobernar.

 --¿Hay un matrimonio por conveniencia con Ruckauf?

 --No. Lo que pasa es que yo estaba convencido que con Ruckauf ganábamos en la provincia y sin él perdíamos. Ahora Ruckauf está pasando por un momento dificilísimo. Está gobernando en depresión económica y estoy convencido que la va a superar con una muy buena calificación.

  --¿Sigue siendo Ruckauf para usted el mejor candidato el PJ para el 2003

  --Sí. Es lo que dicen las encuestas hoy. No lo dice Duhalde, lo dice la gente.

  --Le preguntamos a Duhalde, no a la encuesta.

  --Uno no se puede manejar por lo que uno piensa sino por la capacidad de interpretar a la gente. Los que no la tenemos, la mayoría no la tiene, lo mejor es preguntarle a la gente lo que piensa. Todo el mundo ve bien a Carrió porque la gente la ve bien.

  --No sé si lo notó, pero hace una hora que hablamos y no le preguntamos nada de Menem.

  --...mejor.

  --Es casi una pregunta obligada cuando se habla con usted.

  --El tema de Menem es un tema que en el justicialismo no importa.

  --¿Se acuerda que dijo que iba a dejar la política para dedicarse a la inmobiliaria?

  --(Se ruboriza un poco) Fue un desastre. Si así como está el país no se vende nada (ríe).

 

"Carrió es un fenómeno"

 --¿Qué opina de Elisa Carrió?
 
--Es como tituló Página/12: una especie de huracán. Una mujer muy interesante, valiente. Es un fenómeno. Muchos amigos míos, amigos en serio, que siguen siendo amigos míos, han quedado como enamorados de ella.    
--¿Por qué?
--Porque es una mujer con muchos valores.
--¿Por eso solo atrapa a la gente?
--La gente está podrida de la dirigencia política, que ha mentido permanentemente, que no resuelve sus problemas.
 
--¿Sigue creyendo que la dirigencia política es una mierda, como dijo alguna vez?

--Cuando dije eso fui magnánimo con la clase que integro. La gente dice algo mucho peor: vendepatrias, corruptos, hijos de puta. Lo que yo dije es benigno. Pero Carrió es una mujer que escapa a esto.

¿Qué opina de...?

  Carlos "Chacho" Alvarez: "Me caben las generales de la ley porque tengo un afecto personal por Chacho. Yo creo que se equivocó, pero bueh... El tiene posibilidades de volver. Sólo tiene que decirlo. Yo creo que se equivocó fiero, pero todos nos equivocamos".

Aldo Rico: "Tengo un agradecimiento por Aldo. Se comió toda esta historia... Lo hizo por motivos ideológicos. Pero se ha equivocado. Se ha enfrentado mucho con la Alianza desde su inicio. Eso lo motivó a hacer una alianza conmigo y le destrozó el partido. Desde el punto de vista económico es un hombre honorable. Yo le estoy agradecido y a veces me siento como culpable de lo que le pasó en su vida política personal. Conmigo tuvo una actitud muy honesta. Ruckauf lo llevó como ministro de Seguridad para dar una imagen de orden. Pero anduvo mal, tuvo problemas... pero no quiero hablar de esos temas".

Chrystian Colombo:
"Es un hombre que tiene una gran capacidad de decisión y de diálogo. Conmigo habla muy pocas veces. Pero en un gobierno que no se destaca por tener ministros activos, él lo es".

Hugo Moyano: "El negro es un luchador, un peleador".

"¿Y Rodolfo Daer?" "Pelea un poco menos" (carcajadas).

Nacional y popular

 --¿En qué momento histórico dejó Argentina de tener un proyecto nacional?
--Cuarto de siglo. La decadencia empieza en la época del golpe. Ya veníamos a los tumbos. Frondizi fue el último presidente argentino que tuvo la idea cabal de lo que significa la producción, el trabajo y el desarrollo. Pero después el Estado argentino fue antagónico a los intereses productivos argentinos. En las estadísticas del PNUD, en el '76 y '77, en la categoría nuevos pobres, Argentina empieza a registrar esos índices. En esa época el sector trabajo participaba en la mitad de la renta nacional. A partir de allí se empieza a desintegrar el modelo de bienestar y toda Latinoamérica comienza a tener problemas de administración. En la década del '90 la brecha se hizo tremenda: un millón de argentinos se incorporaron en la pobreza. El año pasado fue un récord absoluto ya que fueron como 700 mil. Y este año vamos a superar ese triste récord. Y ya aparece la categoría "pobres con trabajo", por el bajo nivel de ingresos.

--¿Hay propuestas económico--político--sociales distintas de la dirigencia argentina?

--Sí. Pero no se consensuó el modelo de desarrollo externo que el país necesita. Hay gente que se asusta cuando se habla de protección, cuando nosotros somos los únicos que abrimos la economía de par en par y no protegemos para nada lo nuestro. Nosotros decimos que los chilenos, los brasileños y los uruguayos son más nacionalistas que nosotros. Claro, son los que están cerca y conocemos. Pero, en el mundo, todos son nacionalistas y defienden sus intereses. 

 

"Estamos involucrados en el conflicto"

--¿Dónde se enteró de los atentados a las Torres Gemelas?
--Estaba acá y me dijeron que había pasado algo. Pensaba que era una medida de gobierno, que nos tiene acostumbrados... En ese momento me dijeron del choque de un avión a las Torres. Se creía entonces que era un accidente. Prendimos la televisión y de repente vimos el segundo choque. Parecía lo de la transmisión radial de Orson Welles. Eso hasta conmocionaría en el cine, imagínense en la vida real.

--¿Y qué hizo?

--Yo me iba al interior. Y suspendimos todo. Nos quedamos viendo televisión todo el día. No podíamos dejar de verlo. Era conmocionante.

--¿Piensa que va a cambiar el mundo?

--No. Creo que no. Es la misma sensación cuando pasó aquí lo del '92 o el '94 (por los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA). Son episodios lógicos ante este proceso de deshumanización tan tremendo que vivimos en estas últimas décadas, apuntalado por el avance espectacular de toda la ciencia y la tecnología. Todo eso destila deshumanización.
--Mucha gente dice que Estados Unidos está cosechando lo que sembró ¿Coincide?
--No, no coincido El tema del fundamentalismo tiene razones más profundas. Mire el caso vasco, en una de las zonas más progresistas de Europa. Hay gente que se inmola. No está tan vinculado con otras actitudes que podemos condenar de Estados Unidos. Esto es fundamentalismo. Esta gente está convencida por su religión de que va a tener un lugar especial al lado de su Dios cometiendo este tipo de atrocidades.

--¿De qué manera debería involucrase Argentina en este conflicto?

--Nosotros estamos involucrados, porque fuimos los primeros en sufrir atentados. Este tipo de delitos son transnacionales, no son nacionales. Son delitos internacionales y la respuesta debería ser de la misma categoría. Y Argentina está involucrada. Cuando resolvamos quién hizo los atentados aquí vamos a resolver el tema Estados Unidos. No es nada descabellado. Me cuesta creer que no tengan el mismo origen estos dos acontecimientos pese a que este último fue mucho más grave que el nuestro.
--Si se llega a pedir que Argentina participe militarmente, ¿debería hacerlo?
--Yo no soy un experto para nada pero creo que Argentina está involucrada en esto, porque es una víctima directa, estoy convencido. Yo no creo que las invitaciones sean para decidir nada. La participación es delicada: uno va de corista o haciendo el marco. De todas maneras el caso especial de Argentina, por sus antecedentes en el '92 o el '94, amerita una participación.
--Si el Gobierno decidiera participar en una misión militar, ¿tendría apoyo o sería rechazado por la gente?
--No creo realmente que nos necesiten para nada. Estados Unidos necesita otro apoyo, que no tiene que ver con lo bélico. La verdad, hasta cuando vendimos municiones las vendimos falladas (se ríe).

 

  

 

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