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Por
Romina Calderaro
 Una
corbata y un saco descansan en una silla de la oficina hasta que empieza
la sesión de fotos. En ese momento, Antonio Rattín, “El
Rata”, termina de vestirse, saca un peine de su bolsillo y se retoca
el peinado mientras cuenta cómo vive desde que dejó el fútbol.
Desde 1980 vende seguros, y está convencido de que le va bien por
el simple hecho de que la gente lo conoce. “Por eso estoy siempre
actualizado de lo que está pasando en el fútbol. Con cualquier
cliente, después de las cosas del trabajo nos pasamos media hora
hablando de ese tema”, dice Rattín, que desde hace un tiempo
incursionó en política de la mano de Luis Patti. Ahora,
“El Rata” es el primer candidato a diputado en la provincia
de Buenos Aires por el Partido Unidad Federalista (PAUFE). “Si hubiese
un curso para ser diputado yo ya lo hubiese hecho. Pero no hay. A lo mejor
no tengo universidad, pero tengo calle, tengo potrero, tengo mundo”,
se presenta.
–Usted dejó de jugar al fútbol en 1970 ¿Qué
hizo después?
–Seguí seis años más de coordinador en Boca.
En 1976 me fui a dirigir a Estudiantes de Río Cuarto, luego vino
el Mundial de 1978 y ahí me fui a dirigir a Ecuador. Dirigí
a Gimnasia Esgrima de La Plata dos veces, a Boca en el año ‘80
y ahí nunca más.
–¿Y cuándo decidió lanzarse a la política?
–Hace cuatro años que me llamó Luis Patti y me ofreció
trabajar con él. Y yo siento una gran admiración por él.
Siempre recuerdo cuando el pueblo de Pilar salió a la calle para
que no le lleven al comisario, que en ese momento era él, porque
había mermado la delincuencia en un ochenta por ciento. Todo eso
me quedó grabado. Además yo ya sabía que Patti era
hincha de Boca. Cuando me convocó no titubeé. Fui candidato
provincial en el ‘89 ahí y fui candidato a intendente de Tigre.
–¿Pero usted sabe que Patti está denunciado por haber
torturado gente durante la dictadura militar y también como comisario,
en 1990?
–Pero nunca fue condenado por la justicia. Cualquier comisario tiene
siempre denuncias por torturas porque los abogados de los presos lo primero
que hacen es decir que torturaron a sus clientes para hacerlos salir.
Yo tengo plena confianza en Patti.
–¿En qué consiste su campaña electoral?
–Esta semana me voy a vivir a La Matanza, por ejemplo. Vamos a nuestra
casa partidaria, salimos a entregar folletos de Patti a la estación,
donde hay multitudes. Hacemos reuniones en casas de familia. Cincuenta
personas, ochenta.
–¿Y usted cómo se presenta ante la gente?
–Yo primero me doy a conocer, aunque todo el mundo me conoce. Y empezamos
explicándole a la gente que no somos políticos, que no venimos
a vivir de la política. Porque la desgracia nuestra es que la mayoría
de los políticos usan la política como negocio.
–¿Y les habla de fútbol también?
–Si, si...una vez que termino el acto que quedo quince o veinte minutos
firmando autógrafos. Y he firmado por lo menos ocho o diez camisetas
de River. Yo trato de firmarla en la banda roja, para que no se vea la
leyenda “Rata Rattín”. Y me piden que firme en la parte
blanca para que se note. Ayer casualmente estuve en San Miguel y ya terminando
cuando voy a cerrar el acto les digo “escúchenme una cosa,
todos ustedes ¿nadie me preguntó por qué perdió
River el domingo? River no había perdido, yo lo dije a propósito.
Y saltaron enseguida. A lo mejor, es que uno ahora cosecha lo que sembró
durante tantos años.
–Su caso es parecido al de Daniel Scioli: fue deportista, pasó
a la actividad privada y después a la política ¿Qué
opinión tiene de él?
–Yo estoy con Scioli en el Congreso. Voy tres veces por semana a
la Comisión de Deportes. Estoy de asesor del diputado nuestro.
Es capaz, se las rebusca bien Daniel. Pero yo soy un arquitecto frustrado:
mi sueño es hacer obras para la gente. Si vos entrás a un
asentamiento de la zona deSan Martín te da asco como vive la gente.
Y yo menos hambre pasé de todo. Sé lo que es dormir bajo
un techo de zinc y que a la mañana te cae la gota de rocío
y tenés que taparte con una frazada.
–¿Le contó Scioli los trucos del oficio?
–No es tan difícil. En casa no se llama al plomero, no se
llama al electricista, no se llama al pintor. “El Rata” hace
todo. Y si no sé cómo se arregla algo, lo desarmo para saber
cómo está hecho.
–Además de Patti, ¿Qué referentes tiene en política?
–Yo fui por lo general independiente. Mi padre era muy peronista.
Yo recuerdo que una vez lo echó al que ahora es mi cuñado
porque era radical y estaban discutiendo. Se casó lo mismo con
mi hermana.
–¿Y no lo dejó entrar más?
–Sí, cuando se casaron volvió a entrar.
–¿Por qué hay tanta gente “famosa” que viene
de otros ámbitos e incursiona en política?
–Te voy a ser sincero: yo pienso que si nosotros estamos en política
es porque los que nos han gobernado en los últimos 18 años
lo han hecho muy mal. Entonces ningún político se tiene
que quejar si viene gente nueva. Porque ellos han hecho las cosas pésimamente:
la desocupación, la deuda, no son culpa mía. El problema
de este país es que están siempre los mismos. Agarrá
la lista de Duhalde. O la de Alfonsín, que tiene a Leopoldo Moreau
como primer candidato a diputado. ¿Y Moreau cuántos años
hace que está? ¿Qué hizo Moreau? ¿Cuándo
hizo algo? Cada vez que hablan él o habla Alfonsín el riesgo
país se pianta.
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