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CAVALLO QUERELLO A CARRIO Y LA CRITICO DURAMENTE
“Imagen vulgar y desprolija”

El ministro denunció penalmente a la líder del ARI. El escrito también acusa a la diputada de esconderse tras un crucifijo.

El ministro de Economía, Domingo Cavallo, está decidido a continuar y profundizar la polémica que mantiene con la líder del ARI, Elisa Carrió. Ayer la querelló por “falso testimonio agravado” y “utilización de documento falso”. La denuncia no se limita a cuestiones jurídicas. En el escrito el funcionario destaca que la legisladora cultiva una “imagen vulgar y desprolija”. Carrió, desde Neuquén, arremetió contra el ministro y su candidato a senador porteño, Horacio Liendo (h.). Los acusó de ser “dos criminales y tienen que estar presos como Menem, aunque sin quinta de Don Torcuato sino en una cárcel común”.
La querella del ministro marca el fin de una etapa en su actual gestión. Todo indica que atrás quedó aquella frase que pronunció poco después de asumir, al reunirse con los senadores del PJ: “No hay que judicializar la política”, dijo mientras negociaba la ley de Superpoderes. La frase le rindió frutos, tanto el senador Carlos Corach como el secretario General del Gobierno bonaerense, Esteban “Cacho” Caselli, desistieron de sendas querellas que le habían iniciado años atrás.
La demanda se gestó a partir de la documentación que la diputada presentó ante la justicia, que daba cuenta de la existencia de una cuenta bancaria compartida entre Cavallo y el banquero David Mulford en el paraíso fiscal de Bahamas. Durante la semana pasada, Liendo aseguró, en una conferencia de prensa, que los papeles aportados por Carrió eran falsos. Enterada de ello, la radical disidente primero dijo que entregó la documentación para que la justicia determinara su autenticidad. Luego aseguró a este diario que “los papeles pueden ser falso, pero de los datos, de los movimientos de fondos, no estoy tan segura”.
En el escrito de unas veinte carillas, Cavallo consideró que la denuncia que realizó Carrió ante la jueza María Romilda Servini de Cubría es “simplemente una parodia”. Pero fue un poco más allá. Acusó a la legisladora de esconderse “detrás de un enorme crucifijo” y con una “imagen vulgar y desprolija” pretende “ofender a la clase política a la que pertenece (...) presentando ante la justicia falsos papeles”.
Con un discurso muy parecido al de su delfín Liendo, días atrás el ministro acusó a la diputada de ser la “principal responsable de la búsqueda del caos” en el país y entendió que ella “se cree el Ave Fénix y no mide las consecuencias de sus actos porque quiere ser la próxima presidenta”. A su turno, desde Neuquén mientras hacía campaña, Carrió respondió que “Cavallo es el máximo delincuente de este país”, adelantó que “se viene la batalla mayor” contra el funcionario y dijo tener “la certeza de que el ministro o sus familiares tienen más cuentas en el extranjero que las declaradas oficialmente”.

Sin imagen de Lilita
Los comicios se acercan y en el ARI, el partido que lidera Elisa Carrió, continúan sin poder resolver uno de los principales problemas: que los electores relacionen a los candidatos del partido con la diputada. Una respuesta a este dilema fue el intento por parte de los apoderados de incorporar la foto de Carrió en la boleta. Sólo lo consiguieron en Córdoba.
El diputado del ARI, Oscar González, uno de los responsables del armado de la campaña electoral, aseguró a este diario que “hemos sufrido una ofensiva general en todo el país”. El legislador hacía referencia a una serie de impugnaciones que sufrió la fuerza política en varios distritos electorales. En algunos, como en Santa Fe, Neuquén y Tierra del Fuego, no les permiten competir con la sigla del ARI en la boleta, mucho menos incorporar la foto de Carrió. El justificativo es que “se puede estimular el culto por una persona”. Sólo en Córdoba aceptaron incluir la foto de la radical disidente pero no la sigla partidaria. Pero para González, el caso paradigmático es la provincia de Buenos, donde sólo permiten la incorporación de la sigla ARI en las boletas para senadores y diputados nacionales, en las que corresponden a cargos provinciales compiten con el nombre de Socialismo Democrático. “Es una estrategia que demuestra el temor que sienten por nuestra fuerza”, indicó.

 

 

 

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