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LA CONSTRUCCION SE DESMORONO A SU NIVEL MAS BAJO DESDE 1996
El largo invierno recesivo de 2001

No sólo la construcción muestra que,
en materia de recesión, todavía no
pasó lo peor. También cae la venta de combustibles.

De 265 mil trabajadores hace
tres años, hoy hay menos de 200 mil.
Las empresas reducen personal aun antes
de prever caída de actividad.

El nivel de actividad en el sector de la construcción perforó en agosto el piso. La caída de más del 11 por ciento respecto del mismo mes del año pasado ubicó el índice de actividad en su punto más bajo desde febrero de 1996, en términos desestacionalizados. Respecto de los niveles previos al inicio de la recesión, agosto de 1998, el descenso de actividad llega a un nivel del 33 por ciento. La ocupación en el sector fue uno de los que soportó en forma directa las consecuencias, ya que la construcción llegó a registrar a fines de 1998 casi 265 mil trabajadores formales y hoy ya descendió por debajo de los 200 mil. Estos datos de la evolución económica, elaborados por el Indec, se agregan a los conocidos 24 horas antes respecto de las ventas en supermercados y shoppings, y a los divulgados ayer por la Cámara de la Industria del Petróleo en cuanto al descenso en las ventas de naftas, gasoil y lubricantes.
El seguimiento que realiza el Indec mes a mes revela que en agosto no se produjo el esperado repunte estacional en la actividad con respecto a julio, a la salida de las vacaciones de invierno. El nivel de actividad –o concreción de obras– se redujo en un 2,5 por ciento en términos absolutos en agosto con respecto al mes anterior, pero en la medición desestacionalizada –tomando en cuenta la recuperación esperada– la caída trepa al 13,4 por ciento.
Más allá de las meras consecuencias estadísticas, lo palpable es que la crisis del sector se transmite con un efecto dominó hacia otros sectores. La falta de obras también arrastra a la baja la demanda de los principales insumos. Ello se verifica en las bajas generalizadas en las ventas acumuladas durante los primeros 8 meses del año en los principales rubros: pisos y revestimientos cerámicos, hierro redondo para hormigón, cemento Portland, asfalto, pinturas para construcción y ladrillos huecos.
Las perspectivas no son menos desfavorables. La superficie a construir registrada por los permisos de edificación para obras privadas en municipios del área metropolitana observó, durante el mes de agosto último, una baja del 29,4 por ciento con respecto a igual mes del 2000. Comparando las cifras acumuladas durante los primeros ocho meses de este año con respecto a igual período del año anterior, se registra una baja del 3 por ciento.
Por otra parte, las respuestas de los empresarios a la encuesta cualitativa que realiza mensualmente el Indec revela un tipo de comportamiento que realimenta la crisis. Ello se manifiesta, principalmente, en las empresas que trabajan principalmente con obras públicas, que son los principales grupos empresarios del sector y, en algunos casos, los núcleos más poderosos de la economía argentina. Entre las empresas que realizan principalmente obras públicas, la encuesta revela que un 30,4 por ciento estima que la actividad de su empresa disminuirá en el próximo mes, pero el 40,9 por ciento estima que reducirá la cantidad de personal ocupado. Es decir, aun entre aquellas empresas que no esperan una disminución de su actividad, se está pensando en reducir la cantidad de personal.
Por otra parte, un día después de conocerse las estimaciones oficiales sobre caída en las ventas en supermercados en agosto (5 por ciento contra agosto del año pasado), el titular de la cámara que agrupa a dichos megacomercios, Ovidio Bolo, estimó que este mes se repetiría la performance, con una baja del 7 por ciento en las ventas contra septiembre del 2000. El empresario señaló que los más afectados son los productos “no comestibles”, como artículos de tocador e higiene. En tanto, el presidente de la Cámara de la Industria del Petróleo, Juan José Aranguren, señaló que las ventas en estaciones de servicio siguen cayendo, como sucede desde hace tres años. Comparando los datos de julio de 2001 contra julio del año pasado, estimó que la baja en el consumo de naftas alcanzó al 5,3 por ciento, al 6,7 en las de gasoil y a 11 en lubricantes. Aunque sin contar con datos finales, apuntó que la caída anualizada al mes de agosto casi duplica a la del mes anterior.

 

La amenaza de recortes

El secretario de Política Económica, Federico Sturzenegger advirtió ayer que en lo que resta del año “habrá que hacer nuevos recortes” si la recaudación “no mejora lo suficiente”. El funcionario precisó, al respecto, que en el cuarto trimestre de este año “habrá que mantener la rebaja de 13 por ciento en los salarios, hacer un recorte adicional del gasto de 900 millones de pesos, y si la recaudación no mejora lo suficiente, habrá que hacer otros recortes”. En ese sentido, en Economía están evaluando, tal como anticipó en su momento Página/12, pagar en cuotas el aguinaldo de diciembre y hasta anularlo para alcanzar el objetivo de déficit cero. Sturzenegger arriesgó que “si en octubre y noviembre demostramos que fuimos capaces de mantener la regla del déficit cero sin dudas mejorarán las expectativas externas para la Argentina, y con ello, también las posibilidades de reactivación y crecimiento en el 2002”. En tal sentido, sostuvo que “la política económica hoy es el déficit cero, y tras este objetivo está todo el gobierno nacional, en la convicción de que no hay alternativas viables”.

 

DANIEL MARX SE ENTREVISTO CON JOHN TAYLOR POR EL CANJE DE DEUDA
Un trueque que tendrá varias etapas

Daniel Marx se vuelve con las manos vacías desde los Estados Unidos, sin poder anunciar los detalles de la próxima reestructuración de la deuda. Como toda definición, el gobierno de George W. Bush aseguró que mantendrá en su agenda el “caso argentino”, a pesar del giro dramático en las prioridades de la administración americana después de los atentados en Nueva York y en el Pentágono. Pero todavía no se sabe el monto que aportarán Estados Unidos ni los demás integrantes del Grupo de los Siete. Ayer, el último encuentro de la gira fue en Washington con John Taylor, subsecretario del Tesoro. Durante la reunión, Marx planteó distintas opciones para aliviar el peso de la deuda y sus impactos en la economía argentina. Anoche, el viceministro tomó el avión de regreso a Buenos Aires. La operación “no tiene fecha”, señaló Marx antes de emprender la vuelta.
El objetivo principal de la gira de Marx, que empezó la semana pasada en Europa y se extendió a Washington y Nueva York, fue dar inicio a las conversaciones que desembocarán en el otorgamiento de fondos adicionales que garanticen nueva emisión de deuda a costos más bajos. La idea de Domingo Cavallo es conseguir en total 10 mil millones de dólares y utilizarlos para reestructurar la deuda. Por ahora, Economía tiene seguros únicamente a los 3 mil millones que enviará el Fondo Monetario.
De todas formas, al menos en este viaje, más que el monto final de la asistencia lo que se discutió fue sobre los distintos mecanismos que podrían ponerse en práctica para aliviar la deuda. Por ahora, lo único seguro es que –sin importar cuál sea la alternativa elegida– la reestructuración será voluntaria. También se sabe que la operación contendrá dos tramos, uno local y otro internacional. Respecto del primero, Marx aseguró que no se obligará a las AFJP a comprar los nuevos bonos.
En sus encuentros con la primera plana del Fondo y del Tesoro, el viceministro planteó distintas alternativas para garantizar los nuevos bonos: a través de la recaudación de la DGI y de la Aduana para el tramo local. O directamente con préstamos extraordinarios de Estados Unidos y de los socios del G-7 para atraer a los inversores internacionales. A su vez, dejó en claro que las dos primeras opciones requerirán de la aprobación del Congreso.
Por otra parte, en el Palacio de Hacienda analizan concretar la reestructuración mediante dos mecanismos: el canje directo de títulos nuevos garantizados por los que ya están en el mercado y la recompra directa de bonos. Tal como anticipó Página/12, en este último caso se intentaría adquirir títulos de corto plazo, como el Bonte 2002, con dinero en efectivo. Esta operación se pondría en marcha en noviembre como forma de dar una señal fuerte a los mercados de que la Argentina va camino a solucionar el problema de la deuda. A diferencia del megacanje, en el Palacio de Hacienda están pensando en una reestructuración a través de pequeños tramos sucesivos.

 

No tocar los depósitos

La Ley de Intangibilidad de los depósitos bancarios rige a partir de ayer, norma que veda al Estado prorrogar el pago de los fondos, canjearlos por títulos de la deuda pública, o alterar en otro orden las pautas establecidas por el banco y su cliente. Esa ley, de difícil cumplimiento en caso de una persistente corrida y, por lo tanto, inútil, fue sancionada el pasado 29 de agosto con el objetivo de tranquilizar a los ahorristas. Vale recordar que, cuando se impulsó esa iniciativa, apoyada por Domingo Cavallo y las cámaras que agrupan a los bancos que operan en la plaza local, la fuga de depósitos se estaba desarrollando en toda su intensidad.

 

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