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ASESINARON A UN MINISTRO ISRAELI ENFRENTADO CON SHARON
A la hora justa para dinamitar la paz

Después de que el primer ministro israelí Ariel Sharon aceptara la idea de un Estado palestino y afirmara que él mismo encabezaría las negociaciones, una organización extremista laica palestina asesinó ayer a un ministro ultraderechista que había renunciado en protesta.

Dos guardias policiales de frontera frente al hotel Hyatt donde mataron al ministro Zeevi.

Fue el atentado de más alto perfil desde que un extremista judío mató al primer ministro israelí Yitzhak Rabin en 1995. Sólo que ahora el autor fue un extremista palestino y la víctima Rahavam Zeevi, dirigente del partido de derecha y ministro de Turismo. La organización extremista laica Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) reivindicó horas más tarde el atentado, afirmando que había actuado en venganza por el asesinato de su líder Abu Alí Mustafá, el pasado 27 de agosto. El primer ministro Ariel Sharon atribuyó “toda la responsabilidad” del ataque al presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, a la vez que afirmó que “una nueva era ha comenzado”. Tras enterarse de la muerte de Zeevi, Sharon anunció la cancelación de todos los contactos con la AP y el cierre del aeropuerto palestino del sur de la Franja de Gaza. Arafat, por su parte, comunicó sus condolencias telefónicamente al canciller israelí Shimon Peres y dijo que haría todo lo posible para detener a los responsables del atentado. La respuesta del pacifista Peres fue inusualmente fuerte: “Si Arafat no procede a la detención de activistas palestinos, el fuego va a asolarlo todo”. Y para completar un verdadero día de terror, hubo alertas de posible ántrax en la correspondencia del jefe del partido de iz-quierda Meretz, Yossi Sarid, y de una legisladora del mismo partido.
El ataque a Zeevi ocurrió por la mañana cuando el todavía ministro salía de su habitación del hotel Hyatt, situado cerca del sector palestino de Jerusalén. Allí fue alcanzado por tres balas, una de las que lo hirió en la cabeza. Zeevi fue trasladado al hospital Hadassah, donde se intentó reanimarlo aunque sin éxito. Ultranacionalista y jefe del partido de extrema derecha Unión Nacional, había presentado su renuncia el pasado lunes en protesta por la decisión del primer ministro Ariel Sharon de hacer algunos gestos de distensión hacia los palestinos. A su vez, era partidario de la transferencia “voluntaria” de los palestinos de Cisjordania y de la Franja de Gaza a los países árabes. Por su parte, Sharon se mostró decidido a “responder” lo que representa el primer asesinato de un funcionario de alto rango por parte de los palestinos desde la creación del Estado en 1948. “Lanzaremos una guerra sin cuartel contra los terroristas”, declaró el primer ministro en la Knesset (parlamento) durante una sesión extraordinaria en homenaje al ministro asesinado. “Sólo terroristas criminales pueden soñar con perpetrar el asesinato de funcionarios electos de un Estado democrático”, prosiguió Sharon. “Sólo un régimen que promueve la destrucción de Israel podría prestarse a ello y Arafat tiene toda la responsabilidad, ya que es él quien puso en marcha el terrorismo, aunque conocía sus consecuencias”, añadió.
El primer ministro convocó a los jefes de sus fuerzas armadas a una reunión de urgencia. Es que Israel había comenzado esta semana a levantar la prohibición de viaje a los palestinos de la zona y a flexibilizar los bloqueos en la Franja de Gaza y Cisjordania, tras un pedido de Estados Unidos. En sintonía con este mensaje, el ministro de Seguridad Interior israelí, Uzi Landau, afirmó que “si los asesinos no son entregados antes de esta noche (por ayer), todos los golpes estarán permitidos”. A esto se sumó Peres, quien en declaraciones radiales sostuvo que “si la Autoridad Palestina no actúa, toda la región corre el riesgo de ser afectada”. Y no es cualquier momento: este atentado se produjo cuando surgía una esperanza de diálogo, ya que el martes por la noche Sharon se refirió a la creación de un Estado palestino e indicó que él mismo encabezaría la delegación israelí en caso de que se reanudasen las negociaciones.
Para terminar de recalentar el clima de por sí ardiente de la región, un alerta acerca del bacilo del ántrax se declaró en el Parlamento israelí, a raíz del hallazgo en la oficina de una diputada de un polvo sospechoso, por lo que inmediatamente se llamó a la guardia y a especialistas de Salud, antes de aislar el lugar donde se produjo el incidente. A su vez, el jefe del Meretz (izquierda), Yossi Sarid, abrió un sobre con polvo de camino a su despacho en Tel Aviv, por lo que se dirigióal hospital Ichiolov de Tel Aviv para un control. El sobre sospechoso fue enviado a un laboratorio para ser analizado y la asistente fue trasladada al hospital Hadassa de Jerusalén.

 


 

QUE ES EL FRENTE POPULAR PALESTINO
La venganza anunciada

Los orígenes del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), que ayer asesinó al ministro israelí Rehavam Zeevi, pueden ser situados en 1948, el año en que nació el Estado de Israel. El fundador de FPLP George Habash era por entonces un estudiante de medicina y fue testigo de la remoción de los árabes de sus ciudades. “Desde entonces, sentí que tenía que sacrificar mi vida por esta causa”, dijo Habash. Desilusionado por el fallido intento de las naciones árabes de vencer a Israel en los años siguientes, Habash fundó su grupo marxista-leninista luego de la guerra de los Seis Días en 1967.
El FPLP fue responsable de muchos de los asesinatos y del pánico en los siguientes 20 años. Este grupo fue un pionero en los secuestros de aviones Con lo que ganó notoriedad en 1970, cuando llevó tres aviones a Jordania y los hizo estallar. También participó en la masacre del aeropuerto de Tel Aviv en 1972.
Habash era una persona carismática que rivalizó, por el liderazgo palestino, con Yasser Arafat, quien finalmente le ganó tras conseguir el apoyo de los países árabes. Como líder más extremista, Habash optó por el apoyo de la Unión Soviética, China y de Siria, Estado cliente de URSS en Medio Oriente. Este país fue el último en darle refugio y apoyo económico. Tanto es así que la sede del FPLP continúa hoy en Damasco. Cuando Arafat acordó el plan de paz con Israel en Oslo en 1993, Habash se opuso a él, sosteniendo que había que destruir Israel. Habash dejó de ser el líder en abril del año pasado, cuando fue reemplazado por Abu Ali Mustafá, su segundo desde hacía mucho tiempo. Por ser más moderado que Habash, los israelíes le permitieron volver de Damasco a Cisjordania.
Se estima que el PFLP tiene 800 miembros en Cisjordania y en la Franja de Gaza. Desde el levantamiento de los palestinos en septiembre del año pasado, estuvo involucrado en emboscadas y ataques mortales.
Mustafá fue asesinado en agosto cuando un helicóptero artillado israelí disparó un misil en su oficina en Cisjordania. El PFLP lo reemplazó por un líder más duro, Ahmed Saadat, y prometió venganza. Completó esa venganza ayer.

 

EL NACIONALISTA REHAVAM ZEEVI
Un líder del movimiento de colonos

Por Ferrán Sales*
Desde Jerusalén

Todos lo llamaban “Gan- dhi”, pero en realidad Rehavam Zeevi, de 75 años, era el símbolo de los sectores más intransigentes y belicosos del sionismo judío. Partidario a ultranza de un Gran Israel, cuyas fronteras debían según él coincidir con la Biblia, propugnaba transferir “voluntariamente” a todos los palestinos a los países árabes vecinos y reconquistar para el pueblo elegido cada uno de los rincones de Gaza y Cisjordania.
El discurso político de Rehavam Zeevi no tenía fisuras, ni contradicciones; violentamente hostil a los acuerdos de Oslo de 1993, enemigo declarado de cualquier negociación de paz con los palestinos, había defendido en los últimos meses actuar con dureza contra el presidente Arafat, al que acusaba de ser un “asesino terrorista” y “nuestro Bin Laden local”. Había llegado a sugerir públicamente que Israel debía bombardear la represa de Asuán en Egipto y Teherán, para frenar la “amenaza islámica”.
Zeevi era sobre todo el gran líder del movimiento colono, especialmente de los sectores más intransigentes, que lo consideraban, más que un aliado, el mejor y más fiel amigo. Hace exactamente diez días acudió por última vez a pecho descubierto a visitar los siete asentamientos de Hebrón. Lo hizo sin chaleco antibalas, sin pistolas en el cinto, para apoyar con su gesto a la resistencia de esa comunidad judía. No fue un gesto publicitario: despreciaba a la prensa, especialmente la occidental.
Paradójicamente, el apodo por el que todo Israel conocía a este hombre era Gandhi, el pacifista indio. Zeevi fue bautizado con este sobrenombre durante su juventud, a causa de su delgadez, cuando militaba en las filas del Palmah, la unidad de elite de la Haganah, el ejército clandestino que luchó contra la ocupación británica hasta la proclamación del Estado de Israel en 1948. Zeevi mantuvo este mismo apodo después, cuando –declarada la independencia– formó parte del ejército regular de Israel, en el que permaneció cerca de tres décadas y en el que alcanzó el grado de general. La carrera militar de Zeevi estuvo forjada en la lucha contra los palestinos y en un esfuerzo constante por evitar las infiltraciones de los comandos guerrilleros de la OLP a los territorios de Cisjordania.
Zeevi empezó una nueva vida en 1974, cuando era ya un hombre maduro, había cumplido los 48 años de edad y decidió abandonar el ejército; Yitzhak Rabin, el paladín del proceso de paz, lo ayudó a dar el salto al nombrarlo asesor especial para los temas de terrorismo, cargo en el que permaneció durante tres años. Pero su entronización como dirigente político llegó sin embargo mucho después, en plena vejez, a los 63 años, cuando consiguió su primer escaño en el Parlamento al frente de su propio partido, Modelet, que había fundado aquel mismo año de 1988 y al que rebautizó como Unión Nacional en las elecciones de 1999. Tras haber sido ministro sin cartera de 1991 a 1992 durante el gobierno de Yitzhak Shamir, se convirtió en responsable de Turismo en la actual Legislatura. Desde hacia trece años era diputado en la Knesset.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

 

BENJAMIN ORON
“Se van a tomar medidas”

“Significa una escalada de violencia muy seria... hoy quedamos en una situación mucho peor”, dijo el embajador de Israel en Argentina, Benjamín Orón, tras el asesinato al ministro israelí Rehaman Zeevi, en entrevista con Página/12.
–¿Por qué Israel culpa a Arafat?
–Porque hace tiempo que viene comprometiéndose a arrestar a los terroristas y evitar que más actos de este tipo se produzcan y por lo visto hay sólo expresiones de tentativas que quedan en nada y la resultante es que la violencia continúa.
–¿Qué podría estar haciendo Arafat que no hace?
–Tiene una lista de gente terrorista y aún no ha hecho nada, a pesar del acuerdo Tenet y el informe Mitchell. Se ha hablado de bajar la violencia, facilitar la vida cotidiana, sacar los controles de la carretera, esos son ejemplos de lo que debería cumplir.
–¿A qué cree usted que juega Arafat con esto?
–No sé, tiene que decidirse: o bien evita que asesinatos de este tipo ocurran, o bien vamos a retroceder en el tiempo...
–¿A qué?
–A una menor confianza, una mayor enemistad, y sobre todo, más escepticismo.
–¿Arafat tiene verdadero dominio sobre las facciones de su movimiento?
–Claro, demostró que cuando quiere parar la violencia, como por ejemplo en Biet-jala, pudo hacerlo. Hace semanas se habla del Hamas, del Frente Popular de Liberación, del propio movimiento suyo, Al Fatah, que tienen terroristas, y siguen actuando con impunidad.
–¿Cómo juega este asesinato en la guerra contra Afganistán?
–No le hace ningún servicio a la guerra contra el terrorismo. Arafat tendría que dar pruebas de que si tanto dice que está en contra de los terroristas, entonces no tiene que quedarse en las palabras, sino dar evidencia de que está verdaderamente a favor de los buenos.
–¿Considera vencidos los compromisos con Colin Powell?
–Se habla de un programa americano –que para mí no existe– sobre la creación de un Estado palestino. Y yo digo que desde 1993 nosotros también hablamos de un Estado palestino, pero no es una cuestión de Estado, sino de que se cree en ciertas condiciones.
–¿Cuáles?
–Terminar con el terrorismo, incentivar la confianza, transitar por un período de calma –de acuerdo al informe Mitchell– y luego sentarnos a la mesa de negociaciones. Pero en lugar de esto, hoy quedamos en una situación mucho peor.
–¿Podría provocar una represalia israelí?
–Naturalmente que no nos vamos a quedar de brazos cruzados, porque se van a tomar medidas. En primera instancia, quedan suspendidas las medidas de buena voluntad de hasta hace poco más de 24 horas.

 

SUHAIL AKEL
“La violencia crea violencia”

“La violencia engendra violencia, y este ministro era violento en su prédica y accionar”, declaró a Página/12 el embajador de la Autoridad Palestina en Argentina, Suhail Akel, a propósito del asesinato a balazos del ministro de Turismo israelí, Rahaman Zeevi, reivindicado por el grupo extremista palestino Frente Popular de Liberación.
–¿Qué se gana con el asesinato del ministro?
–No se gana nada absolutamente, porque la violencia no conduce a nada. El presidente Arafat condenó este acto contra el ministro israelí. La violencia inevitablemente engendra violencia, y el ministro era una persona que en su prédica estaba no otorgarle el derecho a los palestinos a tener un Estado propio y deportarlos a países árabes, y así Israel se quedaba con las tierras. El ha sido cómplice de los asesinatos selectivos, se ha sumado a la política de exterminio de Sharon, sobre la base del plan del general Mofaz.
–¿Usted justifica el asesinato de Zeevi?
–La violencia engendra violencia y este ministro era violento en su prédica y accionar.
–Israel dice que Arafat ordenó este asesinato, ¿qué responde?
–Eso no contribuye con nada, Europa y Estados Unidos inmediatamente llamaron a que esto no signifique un retroceso en las negociaciones. El presidente Arafat busca un acuerdo de paz. Sin embargo, no hay una condición sincera y honesta por parte de Israel en cuanto a un reconocimiento definitivo de los derechos del pueblo palestino sobre los territorios ocupados en 1967, que son apenas un 22 por ciento de la Palestina histórica. Queda la iniciativa Mitchell, saboteada por Israel. Incluso cuando hemos acordado el 18 de setiembre un cese de fuego, no hubo un día que Israel no agrediera, demoliera viviendas... Creo que las exigencias deben ir para el lado de Israel.
–Pero podría haberlo prevenido.
–El problema es que si está dentro de lo que es la ocupación israelí –en Jerusalem– y si Israel domina el territorio, es el responsable de su seguridad.
–¿No cree que esto le va quitar apoyo de Estados Unidos a la OLP?
–No creo, esto nos tiene que acercar a que definitivamente pongamos fin a la ocupación israelí y el establecimiento del Estado palestino. Pero Israel con el liderazgo de Sharon no tiene intención de paz. No obstante, cuando sintió la presión internacional y parecía que podía llegar a una situación más flexible, inmediatamente los ministros de ultraderecha renunciaron, porque se oponían a una paz con la Autoridad Palestina que no incluya la deportación de los palestinos a los territorios árabes.
–¿Ustedes no están esperando a provocar con esto un aumento de petróleo y de allí poder ponerle condiciones a Occidente?
–¿Cómo?, no sé de qué me habla.

 

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