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 La escuela, de pronto, se llenó
de olor. Una preceptora se descompuso, algunos chicos empezaron a vomitar.
Hubo urgentes llamadas a los padres y 39 alumnos terminaron el día
de clases en el hospital. Se trataba de un escape de gas tóxico,
que afectó ayer a la escuela EGB 35 de Dock Sud, en el partido
de Avellaneda. Anoche, nueve niños permanecían en observación
en el Fiorito. Según fuentes de la Secretaría de Política
Ambiental bonaerense, el incidente se habría producido cuando un
barco descargaba fenol en el puerto, cercano al colegio. El fenol provoca
cuadros que en última instancia pueden derivar en la muerte.
“A las 10.30 de la mañana comenzó un olor fuerte y
varios chicos empezaron con dolor de panza y otros síntomas”,
contó Graciela Pardo, inspectora escolar de la zona. Los maestros
llamaron a los bomberos, que ordenaron la evacuación de la escuela.
Los chicos fueron llevados en un primer momento al comedor La Peña,
donde fueron revisados por los médicos. “Después, 39
alumnos fueron trasladados al hospital Fiorito, adonde llegaron con dolores
abdominales, vómitos, cefaleas, irritación en los ojos y
sensación de falta de aire”, contó Celina Nocito, pediatra
de guardia del Fiorito.
La mayoría fue devuelta a sus casas en las horas siguientes, pero
nueve chicos continuaban anoche internados en observación. Según
Nocito, los niños, que fueron sometidos a diversos análisis
y mediciones de la función renal, “se estaban recuperando
bien”.
El director de Control Ambiental bonaerense, Oscar Deina, explicó
a Página/12 que “es muy probable” que el escape se haya
originado durante la descarga de 1253 toneladas métricas de fenol
desde un barco de bandera panameña en el muelle de la empresa Tagsa.
“Puede haber sido una mala maniobra del barco –interpretó
Deina–. Además, los vientos a esa hora provenían del
nor-nordeste, en dirección hacia la escuela, lo que pudo haber
llevado el olor hasta allí.”
No es la primera vez que hay emanaciones de gas en Dock Sud. “La
zona es de muy alta contaminación ya que está el canal Dock
Sud, el Riachuelo y el Polo Industrial”, expresó la inspectora
Pardo. Allí se concentran plantas petroquímicas, de tratamiento
de residuos peligrosos y depósitos de químicos y aceite.
Los vecinos denunciaron una y otra vez que son habituales las molestias
por malos olores, atribuidos a las compañías de la zona.
La organización Greenpeace realizó numerosas protestas por
el tema, entre ellas un escrache a una planta incineradora de residuos
patogénicos en mayo pasado.
“Las empresas a veces ni siquiera nos abren la puerta cuando vamos
a ver cómo están trabajando”, se quejó ante
este diario el secretario de Política Ambiental de Avellaneda,
Máximo Lanzetta. Manifestó también que el polo es
supervisado por la secretaría bonaerense del mismo nombre “que
tiene voluntad política para que el municipio participe de los
controles”, pero reiteró que “es difícil lidiar
con las empresas”. “Parece que el sistema de monitoreo de aire
que vamos a implementar en conjunto con la provincia las está poniendo
nerviosas”, opinó.
La gravedad del gas que presuntamente contaminó a los chicos está
probada. “El fenol intoxica gradualmente y puede provocar una alteración
en la hemoglobina que transporta el oxígeno. En un caso así,
al paciente se le realiza un dosaje y se determina el tratamiento, pero
es grave y puede derivar en la muerte”, explicó Celina Nocito.
También comentó que una exposición a este tóxico
puede causar alteraciones de la función renal. La médica
se cuidó de aclarar que ninguno de los chicos afectados ayer se
encuentra en esta situación.
Ahora, la fiscal Sandra Rull quedó a cargo de la investigación
para determinar si se trató de un accidente o de negligencia. El
lunes próximo la escuela volverá abrir las puertas que ayer
se vio obligada a cerrar.
ROBO
FRENTE A LA EMBAJADA DE ESPAÑA
Tiros en Palermo
La secuencia terminó
de modo violento en pleno Palermo y frente a la embajada de España.
La policía se enfrentó en la esquina de Castilla y avenida
Del Libertador con un BMW blanco conducido por tres ladrones que huían
en forma descontrolada. Aunque nadie aún lo sabía, en medio
de esa fuga acababan de atropellar al portero de un edificio vecino que
intentó impedirles el escape después de un robo.
La historia empezó a varias cuadras de ahí, en Santa Fe
y Juan B. Justo, frente a Puente Pacífico. En esa esquina, los
tres hombres detuvieron al dueño del BMW y se treparon al auto.
Desde adentro y a punta de pistola, lo obligaron a conducir hasta su departamento
ubicado a pocas cuadras del lugar. En el trayecto, el dueño del
auto blanco fue golpeado y amenazado.
El robo duró apenas minutos. Los ladrones subieron a su casa y
cuando decidieron fugarse, el portero decidió impedirlo y encerrarlos
accionando el portón mecánico del garaje. En ese momento,
y descontrolados, los nuevos dueños al volante del BMW blanco apretaron
el acelerador decididos a atropellarlo. Finalmente lo hicieron y una vez
en la calle tomaron la dirección de la embajada.
Desde la comisaría 53ª, los policías ya alertados del
robo comenzaron la persecución, que terminó en el cruce
de Castilla y Libertador, frente a la embajada de España. A pesar
de los disparos y el escándalo en plena calle, los tres hombres
consiguieron fugarse. En tanto, de acuerdo a la información oficial
de la Policía, el dueño del BMW y el portero fueron derivados
a un centro asistencial de la zona porque sufrieron heridas de distinta
consideración.
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