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Un taxista cambió su versión del
accidente y favoreció a Pesquera

Es el que iba detrás de las dos 4x4. Antes había dicho que Pesquera encerró al Potro. Ayer dijo que no. Un empleado del peaje contó que fue el empresario quien avisó del accidente.

Para Pesquera, la jornada de
ayer terminó en empate: tuvo un testigo a favor y otro en contra.

Por Alejandra Dandan

Y la guerra comenzó. El presidente del Tribunal Oral 2 de Quilmes abandonó ayer todo protocolo y frente a cámaras le ordenó a uno de los abogados que se callara: “Lo único que busca usted –le gritó– es notoriedad mediática”. La escena se convirtió en el primer escándalo del juicio oral contra el empresario Alfredo Pesquera, único acusado por las muertes de Rodrigo Bueno y Fernando Olmedo. El duelo provocó la interrupción de un juicio que sumó a lo largo del día cinco pedidos de procesamientos por falso testimonio para uno de los testigos: el taxista que conducía su auto detrás de la combi del Potro. Su relato sorprendió a la audiencia porque fue opuesto a los cuatro que había dado durante la instrucción. Esta nueva versión es distinta a la de las fans que llevaba en su auto, pero además beneficia la posición de Pesquera.
Rodolfo Antonio Villegas es taxista. En la madrugada del 24 de junio del año pasado conducía su auto detrás de la Ford Explorer de Rodrigo. Con él viajaban otras dos personas: Liliana Beatriz López y Natalia Lourdes Varela Unruh, dos fans del cantante cordobés. Todos ellos se presentaron ayer frente al tribunal.
Para Villegas no existió ninguna “mala maniobra” en la ruta que haya complicado el avance de la combi de Rodrigo sobre la autopista La PlataBuenos Aires. A la combi, dijo, se le habría “reventado un neumático trasero”. Después de esa explosión, observó un “humo blanco” y, enseguida, el zigzagueo de la camioneta de Rodrigo que terminó con una maniobra contra el guardarrail. Para el taxista, aunque la camioneta de Pesquera no hubiese estado ahí, “lo mismo Rodrigo se hubiese muerto”, dijo.
Estas palabras levantaron la furia entre los ocho abogados de la querella y de la fiscal Cristina Díaz, que el miércoles, cuando comenzó el juicio pidió el cambio de carátula por homicidio simple (ver aparte).
La de ayer no fue la primera declaración de Villegas. Su testimonio aparece cuatro veces en la causa, pero ninguna de las declaraciones coincide con esta nueva versión. El relato que dio ahora es opuesto a los anteriores y beneficia la posición de Pesquera. “Su relato coincide prácticamente con lo que sostenemos nosotros”, decía su defensor Fernando Burlando.
La fiscal Cristina Díaz pidió su procesamiento por falso testimonio, planteo que fue superado por la querella. Gustavo Romano Duffau le sumó al falso testimonio un pedido de detención que fue desestimado por el juez.
La declaración del taxista desató la tormenta en la sala de audiencias. Gregorio Dalbón, patrocinante de una de las víctimas, fue reprendido duramente por el juez Ariel González Eliçabe por sus “interrupciones constantes al testigo”. A esa acusación, Dalbón replicó con una amenaza de recusación porque “no deja ejercer mis derechos constitucionales”, dijo. El punto final lo impuso Eliçabe: todavía enfurecido, ordenó un cuarto intermedio para analizar una sanción contra el abogado.
En medio de esta guerra quedó el taxista: debió recomenzar su relato hora y media más tarde.
–Usted dice que un neumático reventó –indagó Roberto Damboriana, uno de los querellantes–: dijo que salió humo ¿de dónde?
–De la parte delantera de la combi –respondió el taxista.
–Si era de noche y estaba nublado ¿cómo puede precisar a cien metros de distancia de qué cubierta sale humo?
La fiscalía no aceptó ninguno de sus detalles. Más tarde, la fiscal testeó cada punto de su declaración frente a Liliana López, la fan de 23 años que viajaba sentada al lado de Villegas. Su relato fue el primero que dejó clara la hipótesis del encierro de la Blazer sobre Rodrigo: “Cuando Rodrigo quería pasarlo por izquierda –dijo la chica–, la combi se le iba a la izquierda, cuando quería pasarlo por la derecha la combi se fue para la derecha”. Esa maniobra, explicó, se repitió cuatro veces. La joven se presentó como “admiradora” de Rodrigo. Esa noche no tenía plata para presenciar el show de Rodrigo en Escándalo. Fue Villegas -contó– quien luego la llevó. Liliana aseguró que cuando aquella maniobra fatal comenzó, el taxista gritó “lo encerró, lo encerró”. Villegas nunca reconoció ese hecho y por eso estaría previsto un careo con la testigo.

 

El paso por el peaje
Por A.D.

La estrategia del conductor fantasma parece hacerse añicos. La defensa de Alfredo Pesquera, el dueño de la combi blanca polarizada, hasta ahora aseguraba que no había pruebas que determinen que el empresario conducía el vehículo que se cruzó en el camino con Rodrigo. Ayer apareció el primer testigo que esa noche vio la cara de Pesquera: es un empleado del peaje. Frente a los jueces reconoció al empresario como la persona que le avisó del accidente.
Víctor Hugo Gómez había hecho un identikit con la figura del dueño de la Blazer blanca poco después del accidente. Ayer lo ratificó y comprobó que era la misma persona que tenía sentada enfrente, en el banquillo de acusados. La presentación derrumba la estrategia de la defensa. Aun así, para Fernando Burlando, el abogado de Pesquera, esto no confirma que su defendido haya estado al mando del volante. Esa prueba es vital para la fiscal, María Cristina Díaz. La fiscal necesita probar la participación porque considera el cruce “mucho más grave que un accidente: los testigos son contundentes. Hubo encierro y premeditación en la provocación”, le dijo a este diario.
–A lo largo del juicio usted indagó en varias oportunidades sobre las amenazas que habría recibido Rodrigo.
–Los damnificados tiran algo más: creen en la hipótesis del atentado pero yo hasta ahora no tengo nada más que lo que dicen ellos. Hubo amenazas, pero el asunto es ligar a Pesquera. No sé si Pesquera tiene relación. No tenemos la conexión de las discográficas con el procesado.
La conexión se rastreó ayer frente a José Luis Gozalo, el manager de Rodrigo. La madre del cantante había declarado que después del accidente Gozalo le dijo: “En todo esto está la mano de los Kiroski”, los dueños de la compañía discográfica para quienes trabajaba Rodrigo. Gozalo negó esa versión. La noche del accidente, antes de despedirse del músico, el manager le había dicho que tuviera cuidado en la ruta. Cuando le preguntaron sobre este punto, sólo respondió que fue porque la autopista “es una boca de lobo”.

 

UN PROYECTO OFICIAL PARA AMPLIAR LA PROBATION
Blanqueando el uso judicial

La polémica la desató un proyecto de ley de modificación a la probation, enviado por el Ministerio de Justicia. Hasta ahora, el método suspende el juicio cuando el delito es menor a tres años, obligando al condenado a realizar trabajos comunitarios. El proyecto propone que la aplicación se amplíe a delitos de hasta 6 años, pero con condena menor de tres. En la práctica, los jueces siguen dos criterios: unos conceden la probation cuando el delito es menor a 3 años; otros, usando el criterio amplio, cuando el rango de condena del delito es, por ejemplo, de 2 a 6 pero la condena no supera los 3. Ayer, Jorge Casanovas, ex ministro de Justicia bonaerense, inició su campaña como diputado un mes antes de asumir clamando, una vez más, por mano dura. Esta vez, contra el proyecto, asegurando que violadores, asesinos y asaltantes tendrán en la probation un perdón, jamás divino. Olvidó citar que cuando juez, en un fallo de Casación, votó por aplicar la probation utilizando el criterio amplio que ahora cuestiona.
El proyecto fue presentado con la firma del ministro de Justicia, Jorge de la Rúa. La propuesta modifica el artículo 76 del Código Penal, que trata sobre la suspensión del juicio a prueba más conocido como probation. Por la mañana, Casanovas y el séquito de la mano dura salió a golpear el proyecto aduciendo que “violadores, asesinos, asaltantes a mano armada, a partir de ahora saldrán libres”. En realidad lo que sacó de quicio a los duros fue el artículo 7º del proyecto que textualmente dice: “El imputado por delitos reprimidos con pena de hasta seis años podrá solicitar la suspensión de la persecución penal a prueba cuando pudiere corresponderle condena de ejecución condicional”.
Hasta la fecha, los jueces aplican la probation en delitos con condenas menores a tres años. Otros utilizan el criterio amplio: la aplican cuando pese a que el delito pueda alcanzar un máximo de condena superior a los tres años, el juez determina que la condena será inferior a esa suma. El proyecto sólo unificó los criterios utilizados hasta ahora, incluyendo el del criterioso Jorge Casanovas.

 

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