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PREOCUPACION EN EL GOBIERNO POR LA MEDIA SANCION DE DIPUTADOS
Con la lapicera lista para vetar

En la Rosada sostenían que la media sanción para coparticipar el impuesto al cheque ponía en jaque el plan. Colombo anunció el veto.

De la Rúa parte esta noche hacia Nueva York. Participará de la Asamblea de la ONU y se verá con Bush.

“Mala noticia” fue el calificativo que le dio el Gobierno a la derrota que sufrió el oficialismo ayer en Diputados con la media sanción de la coparticipación del impuesto al cheque y que vino a poner el primer gran obstáculo al plan económico lanzado la semana pasada. El presidente Fernando de la Rúa se enteró del traspié cuando volvía del coloquio de IDEA en Mar del Plata, lo que lo puso de mal humor. Un vocero interpretó la jugada como una poco sutil forma de presión de los gobernadores en medio de la interminable negociación que mantienen con el Ejecutivo y que seguramente el Senado no se animará a sacar la ley. Por la noche, el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, sostuvo que la sanción era “incompatible con el programa del Gobierno para refinanciar la deuda pública” y remarcó que el Presidente “siempre tiene el poder de veto”.
De la Rúa había pensado que con la muestra de buena voluntad demostrada al convocar el martes a dialogar al jefe del bloque de diputados del PJ, Humberto Roggero, alcanzaría para quebrar la ofensiva opositora. Igual no pueden decir que no estaban sobre aviso, porque a la salida del encuentro Roggero confirmó que la bancada seguiría con lo planeado: coparticiparían el impuesto al cheque, cuestionarían la legalidad de los decretos del plan económico e intentarían derogar los superpoderes de Domingo Cavallo.
La esperanza del Gobierno era que los tres gobernadores de provincias grandes, supuestamente más amigos, ordenarían replegarse a sus diputados. No sólo no sucedió, sino que ayer en la Rosada se asombraban del repentino perfil ultraopositor que había asumido el bonaerense Carlos Ruckauf. En la interpretación oficial, eso era porque “Ruckauf no quiere hacer el ajuste en la provincia”, por lo que está jugado a que se acelere una crisis generalizada. Con todo, los gobernadores peronistas que ayer fueron al Congreso a acompañar la jugada de su bloque fueron los de provincias chicas y que históricamente adoptaron una postura opositora como el santacruceño Néstor Kirchner y el puntano Adolfo Rodríguez Saá.
“Esto afecta la responsabilidad de la política ante la gente”, sostuvo el vocero Juan Pablo Baylac. En la Rosada se esforzaban por explicar que la sanción que habían impulsado ayer los gobernadores los perjudicaba más que nadie a ellos mismos porque ahora queda en el aire la promesa de los bancos de renegociar sus deudas al 7 por ciento de interés. En realidad, todo el armado del canje de la deuda descansa en el acuerdo con los gobernadores que el Ejecutivo pronostica “inminente” todos los días, y cada día fracasa.
No obstante, hasta en la propias cercanías del Presidente aceptaban que esta maniobra le venía dando sus resultados a los gobernadores: la deuda que mantiene el Gobierno con las provincias que sería cancelada totalmente en Lecop, ya sería pagada en un 70 por ciento en efectivo.
Las noticias no podían ser más negras en la víspera del viaje de De la Rúa a Nueva York en donde se entrevistará con George W. Bush a la espera de un apoyo externo a su plan que ya evidencia más de un flanco débil (ver aparte).
En cuanto se confirmó la entrevista, en la Rosada reconocían la necesidad de que cerrar antes del viaje el acuerdo con los gobernadores. En cambio, ayer, ante el nuevo panorama, no lo veían tan necesario. Un poco porque –como cada día– auguraban que los gobernadores firmarían hoy. Otro poco por su convencimiento que lo del Congreso ayer fue sólo una demostración de poder de una tarde que no llegará a mayores. Como prueba, decían que si de veras hubieran querido aprobar la ley podrían haber aprobado un proyecto similar que ya tenía media sanción del Senado y no votar uno nuevo redactado en Diputados.
Por las dudas, el Gobierno insistirá en remarcar que si los gobernadores persisten en la movida serán los principales perjudicados. En esa línea se justifica la inusual salida de Colombo de anoche para calificar a la jugada como “incompatible con el programa del Gobierno para refinanciar la deuda, reducir la tasa de interés y postergar los vencimientos”. También recordó que justamente el impuesto al cheque “garantiza la operación de canje de la deuda con la cual las provincias se verán beneficiadas”. Y, por si las moscas, aclaró que el Presidente vetará la ley.

 


 

DE LA RUA PARTE ESTA NOCHE PARA ESTADOS UNIDOS
Sin el regalo para George W.

Fernando de la Rúa partirá hoy a Nueva York, donde hablará ante la asamblea de la ONU y se reunirá con George W. Bush. La idea era llegar con el panorama local ordenado, pero a este gobierno las cosas no siempre le salen como le gustaría. Al final, todo indica que De la Rúa llegará sin el acuerdo con los gobernadores firmado y con una mala noticia imprevista: la votación de ayer en Diputados, que aprobó la coparticipación del impuesto al cheque.
Hoy, a las 23.30, De la Rúa partirá en el Tango 01. Llegará a Nueva York la mañana siguiente, se alojará en el Plaza y cumplirá una serie de actividades: disertará en un almuerzo organizado por la entidad de negocios The Americas Society, se reunirá con autoridades de entidades judías de Nueva York, y después con ejecutivos argentinos de Wall Street.
El sábado, a las nueve, la ONU iniciará su Asamblea con un discurso de Bush, un día antes de que se cumplan dos meses de los atentados a las Torres Gemelas y al Pentágono. Después de seis oradores hablará De la Rúa, que ayer por la mañana terminó de definir el contenido de su discurso junto al canciller Adalberto Rodríguez Giavarini: condena al terrorismo, reivindicación de la soberanía argentina en Malvinas, apoyo a las resoluciones antiterrorismo adoptadas por la ONU y una sola queja: por los subsidios que aplican las potencias, especialmente las europeas, a algunas materias primas.
Pero la expectativa del Gobierno está centrada en la entrevista de 30 minutos con Bush, que se realizará el domingo en el Hotel Waldorf Astoria. Una fuente de la Cancillería aseguraba que Domingo Cavallo –que ayer voló a Nueva York junto a Daniel Marx– también participará del encuentro. Sin embargo, los voceros de Presidencia negaron la información y añadieron que es “absolutamente imposible”, ya que estaba planificado como un encuentro entre presidentes.
En cualquier caso, la intención del Gobierno era presentarse ante Bush con el panorama económico y político local medianamente ordenado: el objetivo era conseguir un gesto de respaldo explícito y aprovechar la influencia de los Estados Unidos en los organismos internacionales, con los que el Gobierno busca negociar una garantía para el canje de deuda internacional. Sin embargo, las cosas se complicaron y, al final, lo más probable es que De la Rúa se presente con el acuerdo con los gobernadores todavía pendiente y el golpe del Congreso de regalo.

 


 

PATRICIA BULLRICH RELATO EL PLAN ANTE JAMES WALSH
“No apartarse nada del déficit cero”

“Para que funcione el canje de deuda, no nos tenemos que apartar un ápice del déficit cero. Las medidas están enhebradas y no se puede elegir una y dejar la otra. Por eso pedimos un gran apoyo de todos: los empresarios, los banqueros y los trabajadores del país, necesitamos que todos pierdan un poco para que gane la Argentina”, dijo Patricia Bullrich en el almuerzo mensual que organiza la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina para sondear la gestión del gobierno. Además de detallar las medidas, la ministra defendió a rajatabla la Convertibilidad: “Es una institución que está arraigada en la vida cotidiana de los argentinos y va a continuar”, sostuvo.
El almuerzo fue en el Hotel Alvear. La ministra llegó un poco tarde, pero compensó su retraso saludando a los invitados mesa por mesa. Recientemente ascendida –pasó de Trabajo a Seguridad Social, donde no sólo maneja un presupuesto mucho mayor, sino que tendrá que enfrentar el desafío de reestructurar la ayuda social en un país cuyo próximo índice de desocupación se supone arañará el veinte por ciento– trató de convencer a los presentes de que la Argentina está atravesando un momento “clave y estratégico” que todos tienen que apoyar. La escuchaban el embajador de Estados Unidos, James Walsh, y representantes de Coca Cola, Movicom, General Motors, Bank of America y otras empresas americanas que invierten en el país y están interesadas en conocer detalles sobre la coyuntura y los planes del gobierno. A continuación, las principales definiciones de Bullrich:
“La Convertibilidad es una institución que no es sólo económica, sino que pasó a formar parte de la vida cotidiana de los Argentinos porque está arraigada. La Argentina no es competitiva por culpa del uno a uno. El problema de la Argentina es la productividad, las inversiones y la tecnología”.
“Si el déficit es cero, el canje de deuda va a salir bien. Si el déficit no es cero, el canje va a ser una explosión. Por eso estamos negociando con los gobernadores. Por eso les pedimos apoyo a todos”.
“Que la Argentina sea un país normal sería un gran avance. En un país normal, en las tapas de los diarios se discuten los problemas cotidianos de la gente. No podemos todos los días estar leyendo cómo la Argentina cae cada vez más en picada a los ojos del mundo”.

 

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