Con la mira puesta en el Mundial del año que viene, el seleccionado argentino afrontará hoy ante Perú su penúltima presentación en las eliminatorias sudamericanas. Después de asegurarse el primer puesto en la clasificación, el objetivo del director técnico Marcelo Bielsa se concentra en lograr un equipo con el menor margen de error posible, y comenzar a definir algunos nombres que integrarán la lista definitiva para Japón y Corea. La última presentación del seleccionado será el próximo miércoles en Uruguay. En el medio, los jugadores formarán parte del partido homenaje a Diego Maradona, que se celebrará pasado mañana en el estadio de Boca.
Sin los goleadores habituales Gabriel Batistuta y Hernán Crespo, el delantero de Bologna Julio Cruz rendirá examen para demostrar que puede jugar el campeonato del mundo. También jugarán Matías Almeyda, ante la ausencia del lesionado Diego Simeone, y Mauricio Pochettino, un jugador que se adapta a varias funciones defensivas, en lugar del también lesionado Nelson Vivas. Otro que volverá a jugar en la cancha de River es el volante Juan Sebastián Verón, quien no pudo estar en el triunfo ante Brasil (2-1), el pasado 5 de septiembre por suspensión, luego de su gran partido en Ecuador.
“Nosotros queremos ser protagonistas en el Mundial, pero para lograr eso debemos estar bien el mes previo al campeonato. El partido con Perú no es ninguna práctica, es un partido importante que nos va a permitir demostrar el nivel que tuvimos a lo largo de la eliminatoria. Para nosotros lo importante es que funcione el equipo. La motivación pasa por seguir afianzándonos, y tratar de llegar de la mejor manera al Mundial”, indicó el jugador del Inter Javier Zanetti.
Ambos equipos se enfrentaron en nueve oportunidades por eliminatorias sudamericanas, con cuatro triunfos argentinos, dos peruanos y tres empates. En Buenos Aires jugaron en cuatro ocasiones, y Argentina venció dos veces y hubo dos empates. Perú es el único equipo en el mundo que se dio el lujo de sacar a Argentina de una eliminatoria. Fue para el Mundial de México 1970, cuando "Cachito" Ramírez fue verdugo de una Argentina desorientada ante el inovldiable conjunto peruano de Sotil y compañía.
“El partido con Perú sirve para que sigamos creciendo como Selección. Acá estamos siendo observados permanentemente, y somos evaluados por el cuerpo técnico para ver si tenemos la posibilidad de estar en el Mundial, que es el objetivo de todos los que estamos aquí. Lo principal es seguir corrigiendo errores”, destacó el extremo Cristian González.
Según lo informó ayer el Interventor del Comité Federal de Radiodifusión (Comfer), Gustavo López, el partido será televisado en forma directa por un canal de aire, Telefé.

CLASIFICADOS, VISITAN A VENEZUELA
Paraguas cómodos

Con la tranquilidad de haberse asegurado un lugar en el Mundial del año que viene, después del empate de ayer entre Ecuador y Uruguay, la selección paraguaya de fútbol visitará hoy a Venezuela, por la penúltima fecha de las eliminatorias sudamericanas. El punto en contra que los paraguayos recibieron ayer fue la suspensión por cuatro partidos de José Luis Chilavert, quien ya no participará en las eliminatorias, y tampoco podrá disputar los dos primeros encuentros del campeonato de Japón y Corea. Chilavert fue sancionado por una denuncia del brasileño Roberto Carlos, quien recibió un escupitajo del arquero al final del encuentro entre Brasil y Paraguay, el 15 de agosto.

Otro round en la pelea Román-Macri

El volante Juan Román Riquelme mantiene su disposición a seguir negociando con Boca por la renovación de su contrato pese a que el presidente del club, Mauricio Macri, aseguró durante una charla con estudiantes de periodismo que el volante “jugará hasta junio de 2003 y después quedará libre”. A pesar de su fastidio por la situación, el jugador prefirió mantener silencio para que no tensar aún más la relación.
Durante una charla que dictó en la Asociación Cristiana de Jóvenes, Macri remarcó que Riquelme no aceptó un contrato por 3 millones de dólares por una temporada, por lo que ya el diálogo para la renovación del vínculo estaba concluido. “Me la hace difícil a mí y a nadie más, porque al cuerpo técnico y al equipo se la hace fácil, siempre les responde”, se quejó Macri en ese encuentro. Según el máximo dirigente boquense, Riquelme “no es un tipo que se niegue a entrenar ni a ninguna cosa rara. Yo hice todo lo que estaba a mi alcance y él no aceptó, así que jugará hasta junio de 2003 y después quedará libre”, puntualizó el directivo, que de esa manera intentó dejar mal parado a Riquelme y responsabilizarlo de querer forzar su libertad de acción.
Esas declaraciones molestaron al volante de Boca, que negó haber recibido dicha oferta y que estaba dispuesto a hablar en una radio de alcance nacional para desmentir los dichos de Macri. Pero cuando los allegados del jugador se enteraron de sus intenciones, inmediatamente se comunicaron con su representante, Marcos Franchi, quien le habría aconsejado que no dialogara con el periodismo a fin de que no se entorpezcan las negociaciones que lleva a cabo con el presidente boquense. La intención de Riquelme y de su apoderado es arreglar un nuevo convenio por cinco años, mientras que los dirigentes pretende que el vínculo sea por una sola temporada.
Además, la historia de la renovación contractual de Riquelme sumó otro capítulo al conocerse declaraciones del flamante director técnico del Parma, Daniel Passarella, quien dijo que le gustaría contar en las filas de su nuevo equipo con este jugador al que también pretenden Barcelona y Milan. El contrato de Riquelme se venció el 30 de junio pasado y desde entonces está en vigencia la cláusula del 20 por ciento.

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