Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


PREOCUPACION POR EL CLIMA DE EXTREMA DESCOMPOSICION POLITICA
“Tiene que haber un acuerdo inmediato”

Los principales líderes empresarios en el Coloquio de IDEA reclamaron un rápido entendimiento con los gobernadores del PJ, luego de enterarse del fracaso de las negociaciones. También expresaron su disgusto por la jugada del PJ en Diputados. Cuestionan, además, al Gobierno.

Por Claudio Zlotnik
Desde Mar del Plata

Los empresarios más poderosos de la Argentina tienen puesto un ojo en la economía y otro en la política. Por un lado, siguen con atención los pasos de Domingo Cavallo para reestructurar la deuda y la instrumentación de las nuevas medidas. Pero tampoco pierden de vista los avatares de la política. En particular, las negociaciones entre el Gobierno y los gobernadores justicialistas para incluir a las provincias en el ajuste. Y las peleas y chicanas entre el oficialismo y la oposición en el Congreso. Después de hacer un fuerte reclamo para que el Gobierno ponga en marcha políticas activas, Aldo Roggio aseguró, en diálogo con Página/12, que “la reactivación no va a llegar sólo porque el Gobierno tome las medidas. También se necesita de un fuerte respaldo político. Las discusiones deberían darse a puertas cerradas y con un desenlace urgente. Tiene que haber un acuerdo inmediato”.
Los empresarios consultados por este diario, participantes del 37ª Coloquio de IDEA, coincidieron con Roggio, titular de uno de los grupos más importantes del país. Para los ejecutivos, sin un acuerdo que asegure el cumplimiento del Déficit Cero, el tándem Fernando de la Rúa-Domingo Cavallo tendrá escasas chances de tener éxito en su plan por reestructurar la deuda y sacar a la Argentina del pozo. En principio, sin aquel apoyo, De la Rúa quedaría con las manos vacías para pedir auxilio a su colega George Bush. Ambos se encontrarán el próximo domingo en Nueva York, y el objetivo del argentino es mostrar el acuerdo político como su principal activo para recibir un decisivo apoyo a la reestructuración de la deuda. Anoche, tras el portazo de los gobernadores justicialistas, ese escenario parecía un imposible.
Para los ejecutivos, una foto mostrando una imagen de cohesión política es el paso necesario para ilusionarse con la recuperación económica. Recién entonces el Gobierno podría gestionar fondos frescos con los organismos internacionales. Si bien ya hay acuerdo con los bancos y AFJP y ahora se están ultimando los detalles (ver aparte), los hombres de negocios saben que la reestructuración de la deuda será una meta fallida sin un acuerdo a nivel internacional que garantice la emisión de nuevos bonos a tasas de interés del 7 por ciento.
Para dar cuenta de la gravedad de la crisis, los empresarios utilizan el Coloquio de IDEA como una tribuna descarnada de la realidad. El propio Roggio y Eduardo Baglietto, titular de la Cámara de la Construcción, coincidieron en reclamar la “urgente” realización de obras públicas. “Que hagan algo ya. Hace años que se habla de un plan de infraestructura pero no se hace nada”, amonestó Roggio.
Oscar Vicente, vice del grupo Pérez Companc, también graficó un panorama muy complicado de la situación. “La caída de la producción es preocupante y debería haber más alicientes para las nuevas inversiones”, señaló durante su exposición. En ese sentido, Vicente apeló a relatar casos que caracterizan la crisis. Y contó que existen pozos petrolíferos maduros que no se explotan y ausencia de nuevos descubrimientos por falta de inversiones.
Algo similar relató a este diario un importante ejecutivo del sector de las telecomunicaciones. Según el directivo, las inversiones de las empresas de ese rubro caerán a la tercera parte este año, comparado con los niveles de 2000, hasta los 1500 millones de dólares. Cabe recordar que el sector de las telecomunicaciones era una de las máximas esperanzas del actual Gobierno para dinamizar la economía. Los dardos de los empresarios incluyen a los bancos. Tal fue el caso de Luis Pagani, de Arcor. “Hay que hacerse cargo de la situación. En especial el sector financiero, que debe reducir las tasas”, pidió. Anoche, cuando los gobernadores del PJ patearon el tablero y el bono Global 2008 retrocedía 20 por ciento, los empresarios hospedados en el Sheraton daban inicio a una cena con las caras largas. Sentían que el panorama, ya complicado, podía agravarse.

 

Siguió la sangría de depósitos

Los depósitos volvieron a caer el lunes en 362 millones, acumulando 1149 millones de salidas desde el jueves 1º, cuando el Gobierno dio a conocer las nuevas medidas. El optimismo de algunos sectores no se reflejó todavía en la confianza de los depositantes. En tanto, las reservas del Banco Central permanecieron ayer relativamente estables. Los 17.599 millones de Reservas Netas significaron una baja de sólo 9 millones respecto del miércoles. El call continuó elevado, al 27 por ciento en pesos y 20 en dólares, pero dejó atrás la histeria del pasado viernes, cuando llegó al 300 por ciento. En los mercados de acciones y títulos públicos, la tensión generada en torno del acuerdo entre el Gobierno y la oposición provocaron una leve baja de la Bolsa de 1,1 por ciento, aunque el riesgo país retrocedió hasta los 2320 puntos básicos, 29 menos que anteayer.

 

Debate por las AFJP
Desde Mar del Plata

Las AFJP irán al canje de la deuda propuesto por el Gobierno con unos 5000 millones de dólares. Así se lo confirmaron anteanoche a Daniel Marx los principales ejecutivos de los fondos de pensiones. Los bonos que entregarán las AFJP son de corto plazo y forman parte de los distintos fideicomisos diseñados para financiar al Estado. Por ahora, los títulos de largo plazo permanecerán en las carteras de las AFJP. En total, los fondos poseen títulos por unos 15.500 millones, estimó en diálogo con este diario el directivo de una AFJP. Precisamente, el debate sobre el rol que deben cumplir las administradoras fueron motivo de un contrapunto entre Ricardo López Murphy y el economista Ricardo Arriazu. Para Arriazu, parte de la crisis de confianza que soporta la Argentina se debe a que las autoridades no explicaron el impacto negativo que la privatización del sistema de jubilaciones tendría sobre el déficit fiscal. “Para explicar fuimos unos animales”, sostuvo Arriazu. Luego de escuchar la exposición, el ex ministro salió al cruce de ese argumento. “Si la privatización del sistema previsional hubiese sido el problema, todo el mundo ya hubiese entendido”, apuntó López Murphy. El fugaz titular del Palacio de Hacienda no quiso hablar sobre la coyuntura –Página/12 le trasladó una pregunta escrita sobre la reestructuración de la deuda– y se limitó a exponer sobre las AFJP. Se excusó así: “El país vive una circunstancia muy delicada y el Gobierno está negociando en un contexto extremadamente complejo. Mi contribución es hacer silencio, y sería muy sano que muchos sectores tengan mesura, solidaridad y prudencia. Son cosas que han faltado en las últimas semanas”, dijo LM al cierre de su exposición.

 

ENCUESTA ENTRE LOS PARTICIPANTES DEL COLOQUIO
Más pesimistas imposible

Por C. Z.
Desde Mar del Plata

Los empresarios son pesimistas acerca de la situación económica. Según una encuesta de la consultora D’Alessio, realizada antes del anuncio del último paquete de medidas, casi el 70 por ciento de los consultados dijo que la crisis se extenderá al menos un semestre más. Incluso, la mayor parte de ellos supone que la Argentina no ha tocado fondo y que la situación empeorará. El dato es relevante ya que supone un agravamiento de los problemas: nueve de cada diez empresarios contestó que en la actualidad se encuentra peor que hace seis meses.
El trabajo contempla la impresión sobre la situación de la economía de 268 empresarios, y fue realizada el mes pasado. El 21 por ciento de los consultados previó que la situación económica del país será “mucho peor” en los próximos seis meses. Otro 25 por ciento dijo que el futuro inmediato será “moderadamente peor”. Y otro 21 por ciento, que será “igual”. Es decir, en medio de una profunda recesión. El club de los optimistas está conformado por apenas el 2 por ciento de los empresarios. Una magnitud tan modesta que en cualquier encuesta se ubica en el rango del “error técnico”. La percepción de los hombres de negocios se ubica en el piso histórico.
En este contexto, la mayoría de los ejecutivos creen que sus empresas obtendrán una rentabilidad más baja durante el próximo año: el 29 por ciento contestó que esa caída será “moderada”, mientras que otro 22 por ciento se mostró más pesimista y se inclinó por estimarla como “significativa”. Uno de cada cuatro encuestados estimó que sus ganancias seguirán en un escalón similar al actual. En cuanto la recesión, siete de cada diez dijeron que la base será la recuperación de la demanda interna.

 


 

COTO ABRIO UN NUEVO HIPERMERCADO
Desembarco en Ciudadela

Con una inversión de 30 millones de pesos, Coto abrió un nuevo hipermercado en Ciudadela. A pesar de la recesión de la economía y de la fuerte competencia de las empresas extranjeras en el sector, la firma que conduce Alfredo Coto continúa su expansión. En 2001 las ventas netas de la cadena se incrementarán en casi 100 millones de dólares.
El de Ciudadela, en el Acceso Oeste de la Ciudad de Buenos Aires, es el sexto hipermercado que abre la firma, la que cuenta también con 62 supermercados y 26 minimercados. El nuevo complejo cuenta con un salón de venta de 12.000 metros cuadrados al que se suma el espacio de entretenimientos y patio de comidas, con 3700 metros cuadrados más.
La próxima apertura de un centro comercial en José C. Paz, completará un programa de inversiones de 50 millones de pesos y elevará a 95 las bocas de expendio de la cadena. La inversión redundará en la creación de 1550 nuevos puestos de trabajo, los que elevarán a cerca de 20 mil los trabajadores de la empresa.
Fundada en 1970, Coto es la primera cadena de supermercados de capitales nacionales del país. Sus ventas netas anuales están próximas a los 1700 millones de pesos y sus activos rondan los 740 millones. Se trata de la única firma local que logró capitalizar el fuerte proceso de concentración en la distribución minorista. En su carrera debió lidiar con las inversiones y las prácticas comerciales de algunas de las principales firmas nacionales. De la inauguración de ayer participaron también algunas figuras del espectáculo y de la política. El secretario de Defensa de la Competencia, Carlos Winograd, en representación del gobierno, luego de alabar el espíritu empresario de Alfredo Coto, deseó “que en la Argentina haya muchos Cotos”. Entre las góndolas se la pudo ver también a Lita de Lázari quien se mostró satisfecha por los precios de los productos y por que se identifique con la bandera argentina a los productos nacionales.

 


 

EL DEFAULT Y COMO DEFENDERSE
“Se pueden evitar los embargos”

Por Alfredo Zaiat

Fabián Rodríguez Simón es uno de los principales abogados de la city especializado en el sistema financiero y en compañías en concurso de acreedores. Acaba de regresar de Estados Unidos, donde tuvo encuentros con inversores y bancos de inversión con intereses en Argentina. Habló con ellos de la situación económica del país y de la reestructuración de la deuda. Página/12 conversó con Rodríguez Simón sobre los alcances jurídicos y económicos de un eventual default abierto, alternativa que en Estados Unidos consideran muy probable, según pudo comprobar, y de la desmitificación de las “terribles” consecuencias de declarar la cesación de pagos.
–¿Argentina está en default?
–Es irrelevante si técnicamente está o no en default. En sus efectos, la economía argentina ya anticipó el default. Crédito cero, ausencia absoluta de inversiones, recesión, pérdida de espacios en los mercados internacionales. Todo esto ya está sucediendo. ¿Qué más podemos temer? La única manera de alcanzar el déficit cero es suspender todos los pagos de deuda externa. Y como más temprano que tarde va a ocurrir, mejor adelantarlo. Prolongar una situación irreversible, desperdiciando recursos financieros y políticos, sólo deteriora más al país y a la gente y dificulta una solución definitiva.
–¿Usted piensa que se debería declarar formalmente la cesación de pagos?
–Creo que sí, pero no en forma declamativa. Sino con una batería de normas. Similar a la que en su momento se utilizó para reestructurar la deuda interna, en 1991, con la Ley de Consolidación de Deuda Pública, la que pagó a los jubilados con Bocon.
–¿Cuáles son los costos del default?
–Se sostiene que implicaría la pérdida de crédito para el país. ¿Qué crédito tiene la Argentina hoy? Se dice también que el sector privado perdería acceso al financiamiento externo. Esto no es tan así, ¿acaso las multinacionales radicadas en el país dejarán a la deriva a sus filiales? Se afirma que se cortarían las líneas de crédito comercial. ¿Por qué? ¿Ecuador dejó de exportar petróleo después del default? También se asegura que el Estado argentino podría sufrir embargos sobre sus activos en el exterior, reservas, inmuebles. Efectivamente, éste es un riesgo cierto. Pero si en lugar de dedicar todas las energías a tapar agujeros que mañana serán mayores, el Gobierno trabajara seriamente en un proyecto estructurado de default con una buena ingeniería jurídica, entiendo que caben posibilidades de evitarlo.
–¿Cómo?
–El punto sería, tal como se hizo con la deuda interna, generar una protección frente a los acreedores análogo al concurso de acreedores de una empresa. “Chapter Eleven” para los americanos. En tal sentido sería vital, para evitar los embargos de los activos en Estados Unidos que el Tesoro americano acompañara esa decisión. Teniendo en cuenta la posición de Paul O’Neill y de varios economistas republicanos, habría que intentar este apoyo. Con un apoyo político de Estados Unidos y con los abogados adecuados –la firma Cleary Gottlieb que es la que asesora al gobierno los tiene sin lugar a duda– podrían construirse defensas adecuadas. Hay precedentes, entre ellos el importante fallo Allied Bank Internacional vs. Banco Crédito Agrícola de Cartago, de Costa Rica, de 1985, que resultan instructivos.
–¿Qué dice ese fallo?
–El gobierno de Costa Rica prohibió el pago en dólares de unos bonos emitidos por un grupo de bancos de ese país para preservar sus reservas. Los acreedores presentaron una demanda en los Tribunales de Nueva York reclamando el pago. Si bien las sentencias de primera y segunda instancia le dieron la razón al argumento del gobierno de Costa Rica, que decía quefue por motivos de política nacional y que éste contaba con el apoyo de Estados Unidos, posteriormente se presentó el Departamento de Justicia americano alegando que en realidad la decisión unilateral de Costa Rica no era consistente con la política americana, por lo que la Cámara revocó ese fallo dando la razón a los demandantes.
–¿Entonces?
–La punta a desarrollar que deja ese fallo es que con el apoyo político de Estados Unidos y una adecuada ingeniería jurídica, caben posibilidades de poder hacer una reestructuración forzosa que tenga validez en todas las jurisdicciones.
–¿Cómo debería ser?
–Es necesario poner punto final al tema, ofreciendo algo que se pueda cumplir. Recordemos como bien señaló O’Neill que hace años que los tenedores vienen cobrando tasas astronómicas, aplicar una fórmula de desagio sobre cada título podría indicar a que precio rescatar cada uno. Tal vez, si como Cavallo repite siempre, la capacidad de pagar pasa por el crecimiento económico en lugar de ofrecer tasas fijas impagables establecer una fórmula variable según la evolución del Producto Bruto.
–¿Y qué ocurre si fracasan las defensas jurídicas y los tenedores de bonos vencidos accionan contra los bienes argentinos en el exterior, como en el caso Elliot vs. Perú o República Argentina vs. Weltover Inc.?
–Es cierto que existen estos precedentes y jurisprudencia en la materia, pero además de que las características fácticas de cada proceso son diferentes, lo que puedo señalar es que en ambos casos se trata de tenedores marginales de cuantías que pueden parecer importantes aisladas, pero que en el volumen de la deuda global son inexistentes. Es prácticamente imposible que los grandes tenedores inicien cualquier tipo de acción, por una u otra vía la mayoría termina aceptando la propuesta sea cual sea. Y aún perdiendo algunos juicios y activos contra litigantes duros y decididos, que no son socios del deudor como los grandes tenedores, esta alternativa es mejor que pagar comisiones por megacanjes trimestrales.

 

PRINCIPAL